Para muchos venezolanos, irse del país no es una opción. Sin embargo, la migración interna se ha convertido en una alternativa para quienes deciden mejorar su calidad de vida, así como huir de la crisis de los servicios básicos como luz, agua y fallas en el sistema de salud.
Caracas. “Uno de tus riñones no está funcionando bien. Tenemos que operarte”, fue lo único que quedó en la mente de Marlenys (*) tras el diagnóstico de su doctor, quien le dijo que había que extirpar una parte de su riñón.
También le confesó que por falta de equipos, los exámenes previos para la cirugía no podía hacérselos en el hospital, por lo que debía asistir a un centro de salud privado en Barquisimeto, estado en el que Marlenys reside.
Sabía que algo no estaba bien con su salud. La debilidad y sensación de malestar constante eran claras señales de que algo le sucedía. Sin embargo, no esperaba que sus exámenes arrojaran resultados negativos.
“Yo tenía muchos años fumando. Todavía lo hago. Pero nunca pensé que pudiera afectarme los riñones”, afirma.
La entrada económica que percibía por limpiar casas no era suficiente para lo que necesitaba, por lo que decidió llamar a una amiga que siempre le insistía en que se fuera a Caracas para tener mejores ingresos.
“Empecé a cuidar a su hija y limpiar su casa, pero meses después empezó a tratarme mal, por lo que, cansada de las humillaciones, decidí regresar a Barquisimeto”, admite.
Con la ayuda de su esposo, su hijo, quien se fue a trabajar en el exterior para enviarle dinero, más los ahorros reunidos en Caracas, Marlenys logró recaudar los 600 dólares que necesitaba y operar su riñón.
Según el último informe del Centro de Investigaciones Populares Alejandro Moreno que recoge información desde marzo hasta agosto de 2023 en 15 estados del país, ha crecido la migración interna.
Las razones más comunes son la inseguridad, la toma territorial de las comunidades por las bandas, la deficiencia de los servicios públicos y las pocas alternativas de trabajo.
Migración forzada
El informe del Centro de Investigaciones señala que Caracas es uno de los destinos más comunes para quienes deciden migrar dentro de Venezuela, debido a que en relación con el resto del país, tiene más estabilidad en los servicios públicos, opciones de trabajo y servicios de salud.
Según las gráficas del monitoreo, la región capital recibe a 45 % de la población que decide migrar dentro del país, seguido de Carabobo con 22 % y Zulia con 15,4 %.
Eso mismo pensaron los hijos de Juan (*), quienes después de saber que su papá tenía cáncer de garganta, le sugirieron viajar a Caracas, en donde podría hacerse todos los tratamientos necesarios.
“En Trujillo, donde vivía mi papá, no hay ningún hospital público que haga quimioterapia, ni radiología, por lo que la mejor decisión era que se fuera a Caracas”, cuenta Raimundo, uno de los hijos de Juan.
Pese a tener la ventaja de poder llegar a casa de su hija, quien también había viajado a la región capital en búsqueda de mejores oportunidades laborales, la odisea de Juan iniciaría al buscar citas cercanas en un hospital para iniciar sus terapias.
“Antes del diagnóstico, a mi papá le había salido algo similar a un absceso, por lo que el médico lo trataba como una infección. Cuando vimos que no tenía mejoría, buscamos otra opción. Lamentablemente, el cáncer ya había avanzado y había que atacar la enfermedad lo antes posible”, recuerda Raimundo.
El centro de salud con las citas más cercanas era el hospital Dr. Domingo Luciani, ubicado en El Llanito, en donde la lista de espera dejaba su primera consulta en seis meses.
“Conseguimos una palanca con una prima y logramos que le dieran la consulta para dentro de dos meses”, recuerda.
Para Juan, el tratamiento solo le sirvió para tener una leve mejoría. No obstante, la demora en iniciar el tratamiento hizo que el agresivo cáncer avanzara e hiciera metástasis en su cuerpo.
“Al final mi papá se cansó de intentar y decidió irse a Trujillo. Unos meses después, murió”, lamenta su hijo.
Mejorar la calidad de vida
Yeimy (*) decidió viajar de Trujillo a Caracas para poder brindar mejores oportunidades a su familia. Al principio, decidió hacerlo sola, por lo que sus dos hijas se quedarían con su esposo.
La ingeniera, que trabajaba en un laboratorio médico en el estado Trujillo, decidió buscar empleo en alguna tienda de la ciudad capital, en donde, según otros familiares y amigos que habían decidido migrar internamente, obtendría mejores ingresos económicos.
“Conseguí trabajo en un Forum. Allí ganaba más que en mi antiguo empleo como asistente de laboratorio, donde apenas y ganaba un poco más del mínimo”, expone.
Aunque su intención era traer a su familia, su mamá y su abuela, dos mujeres mayores, no quisieron hacer vida en la capital, por lo que Yeimy regresó a Trujillo y pudo retomar su antiguo empleo.
“Mi mamá y mi abuela son mujeres de campo y no quisieron venirse porque dicen que Caracas es agitada. No quise dejarlas sin apoyo y regresé. La verdad es que mi esposo tampoco se veía haciendo vida allá porque dice que la tranquilidad de nuestro pueblo le gusta”, explica.
Otros destinos elegidos
Pero, así como hay migración de una región a otra, el monitoreo del Centro de Investigaciones Populares muestra que también hay migración interna dentro de los mismos estados.
“Maracaibo es la ciudad receptora de personas que llegan de otros municipios del Zulia huyendo de la inseguridad y buscando mejores opciones de ingreso”, apunta el informe.
De igual forma, Valencia es la ciudad que más recibe personas de los estados cercanos como Aragua.
En este sentido, el informe muestra que la migración interna ha ocasionado un despoblamiento en las comunidades. “Hacia el interior, el despoblamiento del país es mayor en relación con las poblaciones cercanas a las ciudades principales”, asegura.
El Centro de investigaciones sostiene que dicho despoblamiento aumenta el riesgo de las invasiones y la toma de las viviendas por grupos delincuenciales, por lo que la oferta de viviendas a bajo costo es creciente para evitar estos escenarios.
(*) Se modificó el nombre por medidas de protección.