La psicóloga Yorelis Acosta insistió en la importancia de recuperar el hábito del sueño sin llevarse los problemas a la habitación para poder disfrutar de beneficios que van desde la resistencia física hasta el fortalecimiento de la memoria y la creatividad.

Caracas. El incremento de los casos de COVID-19 en el país y la retroceso de las medidas de flexibilización de la cuarentena con el fin de reducir el número de contagios da la sensación de repetir el mismo patrón que se vivió durante el 2020. La segunda ola también se ha visto reflejada en la salud mental con el aumento en la intensidad de síntomas como la ansiedad, el miedo y la inestabilidad emocional.

Júntese con gente positiva. No deje que los vampiros emocionales se lleven su energía, esa fue la recomendación de la psicóloga Yorelis Acosta sobre cómo prepararse para el 2021, un año que se sigue viviendo en pandemia. Afortunadamente, hay varios consejos y recomendaciones por parte de especialistas y organizaciones para cuidar la salud mental y ayudar a otras personas que necesitan apoyo en medio de la pandemia.

Acosta, psicóloga clínico y social e investigadora del Cendes-UCV, comentó para Crónica.Uno que suena paradójico que, a un año de la pandemia en el país que obligó a las personas a estar en casa, una de las recomendaciones más importante sea descansar. Sin embargo, sostuvo que el agotamiento físico y emocional requiere que cada individuo sepa cuándo darse un break, o un tiempo libre.

Descanse, duerma, recupere su hábito de sueño y, cuando vaya a dormir, no se lleve los problemas para la habitación, insistió la psicóloga y resaltó que en los últimos días se ha reflejado un recrudecimiento de los miedos ante la información, las cifras y el contexto de la COVID-19 en el país.

Algunos hábitos para la salud mental que recomienda la Acosta son:

  • Siéntese en familia y haga un balance de cómo se siente cada uno de los integrantes. Analice si hay que hacer ajustes en la toma de decisiones para manejar la ansiedad.
  • Es importante estar activo y tener alguna actividad física. Acosta hizo énfasis en que, aunque la movilidad está reducida, hay que buscar la manera de transformar la energía ansiosa en un aspecto positivo, que solo se logra a través de la acción. Recomendó rutinas de ejercicio en casa o tomar el sol bajo las medidas de prevención de COVID-19 (tapabocas, lavado de manos).
  • Arreglar los espacios dentro del hogar para que cada uno de los integrantes de la familia pueda tener calma, autoregulación emocional y pueda organizar sus ideas. Si hay niños, disponer de un sitio para los juegos. En el caso de los adultos, establecer un sitio que solo sea de trabajo.
  • Cuidar el sueño y el descanso es un arma para mejorar el sistema inmunológico, aumentar la resistencia física, ayudar con la memoria y la creatividad, proteger el corazón, mejorar la concentración, reducir la depresión, disminuir el estrés y el mal humor.
  • Otras recomendaciones: tener un estilo de vida saludable, tomarse el tiempo para ponerse en contacto con la familia, mantener un equilibrio entre las responsabilidades y las actividades de ocio, y practicar el autocuidado.

La revista médica Journal of Affective Disorders reveló que hasta mayo de 2020 hubo altas tasas de ansiedad (de 6,33 % a 50,9 %), depresión (14,6 % a 48,3 %), estrés postraumático (7 % a 53,8 %), trastorno psicológico (34,43 % a 38 %) y estrés (8,1 % a 81,9 %) como consecuencia de la COVID-19.

salud mental

Otros consejos que se pueden tomar en cuenta son los del programa “Sanos en Casa” de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que establece:

-Comunicarse con los niños: los padres o representantes deben buscar que los niños expresen sus sentimientos de tristeza o miedo. Para esto, sugieren que se pueden facilitar actividades creativas, como los dibujos, para que plasmen sus pensamientos y que consigan apoyo por el adulto de referencia.

Que sientan a los adultos calmados y puedan mantener rutinas de colaboración en el hogar, coincidió Acosta y subrayó la importancia de felicitar a los jóvenes cuando vayan cumpliendo tareas de sus rutinas, además de darles apoyo afectivo y protegerlos del exceso de información.

-Estar informado, pero sin exceso de noticias: desde el inicio de la pandemia la OMS ha llamado a la población a escuchar las informaciones de las autoridades nacionales y locales sobre la COVID-19 a través de fuentes informativas confiables. Sin embargo, hacen énfasis en la importancia de limitar la frecuencia con la que se ve, lee o escucha noticias que causan preocupación o tensión. Esto también incluye controlar el tiempo en pantalla.

Infórmese de las últimas noticias a una hora determinada, una o dos veces al día en caso necesario, recomienda la OMS y sostiene que es buen momento para que las personas promuevan mensajes positivos esperanzadores en las redes sociales.

-Si es una persona mayor: la OMS sugiere que debe tener contacto regular con sus seres queridos a través del teléfono, redes sociales o videollamada. En la medida de lo posible seguir las rutinas para comer, dormir y practicar actividades que le gusten.

-Sin discriminación: sea amable. No discrimine a las personas por miedo a la propagación de la COVID-19. Si tiene la posibilidad de ayudar, ofrézcalo.

Una de las recomendaciones más importantes es buscar ayuda profesional si es necesario. En el caso de Venezuela, hay varias organizaciones que tienen líneas telefónicas para la atención de pacientes. La Federación de Psicólogos de Venezuela funciona viernes, sábado y domingo (0212-4163116 / 0212-4163118). Igualmente, la Sociedad Venezolana de Psiquiatría ofrece apoyo psicológico a través de mensajes de texto o por la plataforma WhatsApp en el número de teléfono 0426-5196618.

Aunque en el país no hay cifras oficiales sobre los servicios de salud mental, el programa de Psicólogos Sin Fronteras reportó que en marzo de 2021 se triplicó el número de personas atendidas con respecto al 2019.


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