Hay que saberlo

La violencia acostumbró a la gente al “ojo por ojo”

By Yohana Marra @yohanamarra

October 13, 2015

El sociólogo Roberto Briceño León sostuvo que los ciudadanos se acostumbraron a defenderse solos, en vista de que no se sienten protegidos por los cuerpos de seguridad

Yohana Marra/@yohanamarra

Caracas. Cada vez son menos las personas que se extrañan cuando se enteran de que a “fulanito de tal” le dieron 40 tiros en venganza, o que descuartizaron a un muchacho del barrio. La población se acostumbró a vivir con niveles exagerados de violencia, e incluso a responder de la misma manera o peor.

“Por la casa descuartizaron a un tipo y dejaron la cabeza guindada en una parada, cuando salimos lo vimos. Otro día, más abajito de mi casa, le metieron un tiro de escopeta a un chamo en la cabeza, quedó destrozado”, contó un vecino de Ocumare del Tuy, al mismo tiempo que mostraba -con completa normalidad- las fotos de los asesinatos que tomó con su celular.

Para quienes viven en barrios es fácil hablar de estos hechos, como a este habitante de una zona de paz, porque es lo que viven día a día: ver a sujetos armados, no poder salir de casa por algún enfrentamiento, dormir acompañado por el sonido de los tiros y encontrarse algún cadáver llegando o saliendo de casa, es como comerse una arepa: normal.  Otro síntoma de que los ciudadanos se adaptaron por completo a este flagelo es cuando cuentan alguna experiencia con un robo y le responden “bueno, lo importante es que no te mataron”.

El sociólogo Roberto Briceño León explicó que la costumbre a la violencia es porque los ciudadanos no creen que la policía sea capaz de resguardarlos, protegerlos o castigar a los delincuentes. Ante esto la gente está tomando la justicia por sus propias manos y busca maneras de organizarse para poder defenderse: se compran armas o los que pueden pagan por protección.

“Por eso es que se adoptan formas de limpieza social, como el linchamiento, y los policías aplican formas de acciones extrajudiciales. Incluso hay personas que quieren venganza por la muerte violenta de un familiar y contratan sicarios para que hagan ese trabajo. Es una respuesta a la privatización de la seguridad y ausencia del estado”.

Estas acciones comenzaron a crear costumbre entre los ciudadanos, por eso cuando en las comunidades tratan de desquitarse por un homicidio son muchísimo más violentos. El sociólogo explicó que si a un sujeto le quitaron la vida dándole 20 disparos, la familia de esa víctima le dará 30 tiros al responsable en represalia. “Y así comienza el circulo vicioso, porque la gente se va acostumbrando a la violencia”.

“Los delincuentes también se adaptaron a la violencia, porque la padecen o la ejercen y deben hacer cosas cada vez peor para enviar un mensaje y expresar un sentimiento”, soltó.

Foto: Cristian Hernández