La serpentinera larense fue pieza clave en la novena venezolana que hace una semana se consagró campeona del Premundial celebrado en La Guaira. La joven de 23 años tiene entre sus metas registrar la escuela de pelota menor que lleva su nombre.
Caracas. Oriannys Hernández guió al título a la selección venezolana de beisbol que hace una semana se coronó campeona del Premundial celebrado en el Forum de La Guaira.
La lanzadora derecha entró a relevar en el tercer acto y tiró cinco entradas en blanco, donde apenas le conectaron tres hits, regaló un boleto y ponchó a cinco bateadoras, en la victoria 2-1 contra la selección de Puerto Rico en el choque decisivo.
Ese hermético rescate, además de concederle la victoria en el juego por el campeonato, le valió ser nombrada la jugadora Más Valiosa del torneo, que clasificó a Venezuela, Puerto Rico, México y Cuba a la primera etapa de la Copa del Mundo.
Hernández sin duda fue clave en el accionar del combinado dirigido por Carlos Torres, que venció 8-0 a Nicaragua, cayó 10-4 contra Puerto Rico en la primera fase; derrotó 8-3 y 10-0 a Cuba; perdió 8-4 contra México y selló su pase al Mundial al blanquear 2-0 a República Dominicana antes de jugar las semifinales y luego consagrarse contra las boricuas.
Al margen de su actuación en la final, la larense de 23 años, nativa de Bobare en el municipio Iribarren y del caserío El Buchal, destaca todo el compañerismo que se vive en la novena vinotinto.
“Creamos un vínculo de hermandad y respeto. Si una jugadora comete un error, nos apoyamos y nos damos ánimo entre todas”, resaltó.
El Premundial no estuvo fácil porque los equipos vinieron bien preparados y todas teníamos las ganas de ganar. La entrega de la selección en cada juego estuvo excelente. Dejamos todo en el terreno”, agregó.
En cuanto a su papel en el equipo, la serpentinera aseguró que se le hizo más fácil al momento de ejecutar debido “a la confianza que el mánager nos da en cada juego, que deja que cada una cumpla su función”.
Un título para motivar a las chicas
Además del cetro en La Guaira y la clasificación mundialista, Hernández aspira que el torneo concluido la semana pasada entusiasme a más mujeres a incursionar en la pelota.
“Esto es para motivar a muchas niñas y adolescentes a apostar por esta disciplina tan bonita. En mi época éramos poco tomadas en cuenta. Nos decían que las niñas no juegan beisbol”, según recuerda.
La lanzadora se inició como pelotera apenas a los seis años de edad por la influencia materna: “Mi mamá jugaba softbol y yo quería jugar. En ese tiempo abrió una escuela de beisbol que se llamaba Jiménez Istúriz y mi tío le decía a mis padres que tenía futuro. Me inscribieron y allí empezó mi carrera”.
Hernández ya representó a Venezuela en un Mundial a los 15 años y ahora sueña con quedar campeona en la máxima justa internacional. La joven escopetera cree que hacen falta más ligas nacionales femeninas en el país y por eso, a mediano plazo, quiere aportar su granito de arena en la disciplina.
Una de mis metas es registrar la escuela de beisbol menor Oriannys Hernández en Bobare. Ya la formaron en mi honor. Quiero guiar a mi hija a que siga este deporte”, concluyó.
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