El torneo de baloncesto femenino entra en su etapa culminante, en medio de una paridad y una competitividad dignas de destacar. La vuelta del campeonato supone una vitrina importante para la generación de relevo de los tabloncillos venezolanos.

Caracas. A juzgar por el parcial 13-0 en los primeros cinco minutos, el choque de la Superliga Femenina entre Deportivo Anzoátegui y Patriotas de Barinas se irá por una sola calle: la de las orientales, que juegan de local en el gimnasio José Joaquín Papá Carrillo de la capital.

No obstante, a pesar de la desventaja inicial, las barinesas reaccionan. Se van al descanso abajo 36-26 y ya para el final del tercer cuarto la pizarra es de apenas un punto 52-51. Las visitantes lucharon hasta el final. Cayeron 74-68 contra las punteras, pero dieron espectáculo y tuvieron momentos de mucha intensidad.

Prensa Superliga Femenina

Ese entusiasmo en el tabloncillo parece la constante en la primera edición del campeonato femenino, que se acerca a su etapa culminante luego de tres semanas de acción, con cinco quintetos que se disputan el título: Deportivo Anzoátegui, Caribeñas de Caracas, Patriotas de Barinas, Yaracuyanas y Pastoras de Lara.

La vuelta a la acción

En Venezuela, no se jugaba baloncesto femenino profesional desde 2017. Y la nueva temporada, además de convocar a muchas jugadoras jóvenes, inclusive menores de 18 años, también reúne a figuras de la Vinotinto como Waleska Pérez, Yosimar Corrales, Génesis Rivera y Cinthya Polanco.

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“Estoy feliz de volver a jugar después de cuatro años que no se disputaba la liga. Hay muchísimo talento joven y eso me tiene contenta. Esas chicas vienen subiendo y serán el futuro de la selección venezolana. Tienen que seguir trabajando para ello y esta es la oportunidad para que se muestren”, opinó Polanco, una de las jugadoras más experimentadas de Patriotas.

En la otra acera, Corrales coincide con Polanco y hasta se muestra sorprendida por la calidad del campeonato. “Estoy impresionada con el nivel de las jugadoras. A muchas no las conocía y me emociona la intensidad con la que juegan. Esto es muy bueno para el baloncesto femenino”, resaltó la jugadora vinotinto.

Pese a ser un torneo corto, el desgaste ya es un tema a considerar en la recta final de la Superliga, por eso cobra mayor importancia la frescura de las más jóvenes y el aporte de las muchachas que vienen de la banca.

“Hemos tenido una buena rotación de jugadoras. Trato de darles su tiempo de descanso porque es una temporada corta, pero muy fuerte por lo seguido de los partidos y lo he manejado de esa forma”, subraya el coach José Arias del Deportivo Anzoátegui.

Arias destaca la “familiaridad”, “unión” y “compañerismo” de su equipo y en cuanto al nivel del torneo lo califica de “excelente”, sobre todo por lo que significa para el futuro de la selección venezolana: “Es muy importante la vuelta del torneo. Para que nosotros podamos tener resultados debemos tener una liga femenina en Venezuela y así estoy seguro que recogeremos los frutos en las competencias internacionales”.

Buen ambiente

La campaña del básquet femenina entra este lunes 29, en la semana final de la ronda eliminatoria, desde donde saldrán los cuatro semifinalistas. Los playoffs serán a series de un máximo de tres encuentros, al igual que la final. El 13 de diciembre es la fecha tope para la culminación de las acciones, según los organizadores.

La modalidad burbuja de la zafra permite un 40% de asistentes al gimnasio. El uso del tapabocas es obligatorio y se debe mantener la distancia social. La entrada a los compromisos cuesta 2 dólares y da acceso a los dos cotejos de cada jornada.

En el recinto mirandino, el ambiente es agradable pese a la poca asistencia. En el partido entre Anzoátegui y Patriotas, las portocruzanas tienen barra y hasta se leen pancartas de apoyo a favor de las máximas candidatas a llevarse el título. “Queremos defensa”, grita la tribuna oriental ante un avance de las barinesas y luego estalla de emoción cuando se agota el reloj de posesión de las visitantes, una muestra de lo duro que juegan las chicas en el tabloncillo del Papá Carrillo.

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