Mauricio Suárez, ingeniero y especialista en serpientes, realizó un taller a beneficio de Manchas, la perra de los Bomberos de la Universidad Central de Venezuela (UCV), para recolectar fondos para su alimentación y cuidados.
Caracas. Manchas, una perra mestiza, fue rescatada por los Bomberos de la Universidad Central de Venezuela (UCV) para ser un perro guardián. En el 2013 un bombero vio a la cachorra en las adyacencias de la institución, que tendría para ese entonces un año, y le dio agua. Eso bastó para que la perrita lo siguiera hasta la estación y nunca más volvió a vivir en la calle.
Manchas encontró una familia y una labor. Ahora la mestiza tiene al menos 11 años como un gran apoyo para los bomberos.
“Es una perrita guardián, nos acompaña en los entrenamientos y trota con nosotros”, dijo Bárbara Marcano, cabo segundo de los Bomberos UCV.
La comida para Manchas y Cleo, otro perro bombero que falleció en el 2021, era gestionada por los bomberos y en ocasiones recibían colaboraciones de la Misión Nevado. Sin embargo, mientras más se agravaba la situación económica eran menos los aportes.
Aprender y ayudar
Este año con la ayuda de Mauricio Suárez, ingeniero y especialista en serpientes, hicieron un taller pro fondos para poder alimentar a Manchas y a un nuevo gato que también fue rescatado.
El taller tenía un costo de $5, pero no tener el dinero no excluía de participar, también recibieron bolsitas de alimentos y colaboraciones de los participantes.
Suárez contó que al taller asistieron jóvenes de Guarenas y Guatire, estado Miranda, que ya conocían su trabajo y tomaron la oportunidad para aprender sobre las serpientes y además aportar a la causa.
El especialista explicó sobre estos animales, su evolución, las serpientes presentes en Venezuela y sobre todo aprender a diferenciar las venenosas de las que no lo son.
Serpientes venenosas
Suárez explicó que hay tres grupos de serpientes que tienen importancia médica en Venezuela que son: las corales, mapanares y cascabeles.
Con las corales no necesariamente se deben memorizar los colores ya que hay muchas variaciones, no todas poseen anillos, es por esto que se debe ver la forma del animal.
El especialista hizo la experiencia interactiva, por esto llevo fotos tomadas por personas que se toparon con alguna serpiente e invitó a los participantes a identificarlas.
¿Qué hacer en caso de una mordedura de serpiente?
Suárez explicó que lo primero que se debe hacer en caso de mordedura de serpiente es tomarle una foto al reptil. Advirtió que en ningún caso se debe intentar agarrar al animal.
“Meteré a la serpiente en un pote para llevarla y que la identifiquen”, este es un caso común que puede ocasionar más lesionados.
En segunda instancia se debe lavar la herida con agua y jabón, y en ningún caso se debe hacer torniquete. Lo que se debe hacer es mantener la calma y si se está en un lugar de acceso difícil lo ideal es no caminar, sino ser transportado.
Al llegar al centro médico más cercano el médico tratante debe medir el grado de envenenamiento que se tiene. “Aquí en Venezuela el envenenamiento se cataloga en tres estados que son, leve, moderado y grave, de esto depende el tratamiento, pues también se puede tratar de una mordedura seca”.
En lugares alejados
Suárez especificó que si se está en un lugar alejado y se sufre de una mordedura aunque se tenga el antiveneno no se debe administrar. Es importante catalogar el nivel de envenenamiento y además el antídoto debe estar refrigerado.
“El antiveneno en sí puede hacer una reacción alérgica que tranque las venas y puede ser peor”.
Los accidentes ofídicos son problema de salud pública, es el Estado el responsable de brindar la atención médica y además de proporcionar el antiveneno. “En todos los hospitales debería haber antiveneno”, dijo.
Un kit de antiveneno puede llegar a costar $500 y para una mordedura sencilla se necesitan al menos dos kits, lo que puede ser un gran gasto, de acuerdo con Suárez.
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