Los maestros entregaron un documento a funcionarios de la Inspectoría del Trabajo. En el pliego los docentes señalan que el salario ha venido mermando de manera sustancial por diversas causas: incumplimiento de la II Convención Única y Unitaria de los Trabajadores del Sector Educativo y la falta de una política económica coherente.

Caracas. Una bandera tricolor ondea al ritmo de: “El pueblo lo dice y tiene razón, este gobierno es sangre, miseria y corrupción”. Eran las voces de los maestros que pedían ante la Inspectoría Regional del Trabajo del Distrito Capital ser escuchados. Este miércoles, como hace 15 días, protestaron en la calle, dijeron que no se incorporarán al aula mientras continúe la violación de sus derechos laborales. 

Los maestros no estuvieron solos. En un autobús llegó un grupo de trabajadores del sector salud y lanzaron otro grito: “El aguinaldo es una propina”. Desde allí, el dirigente sindical Pablo Zambrano convocó en quince días a una protesta en la Maternidad Concepción Palacios. “Si tenemos que ir a una paralización lo vamos a hacer”, dijo Mauro Zambrano, también dirigente sindical.

Trabajadores del sector Salud acompañaron a los maestros. Foto: Luis Morillo

A las 10:30 a. m. ambos sectores entregaron un documento a funcionarios de la Inspectoría del Trabajo. En el pliego de los maestros señalan que el salario ha venido mermando de manera sustancial por diversas causas: incumplimiento de la II Convención Única y Unitaria de los Trabajadores del Sector Educativo y la falta de una política económica coherente.

A partir del Decreto de Estado de Alarma –se lee en el documento– las condiciones laborales y particularmente la de los Docentes, que ya estaban bastante precarias, han desmejorado de una manera alarmante, más aún, con la implementación de la Educación a Distancia, donde el educador no solo debe subsidiar el sistema educativo con la cancelación de la conexión a Internet y adquisición de equipos de comunicación, sino que además es obligado a asistir a los centros educativos”.

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Foto: Luis Morillo

Después de consignar el documento en la Inspectoría del Trabajo, Raquel Figueroa, coordinadora de la Unidad Democrática del Sector Educativo, frente a las puertas del Ministerio de Educación anunció una jornada de lucha por la alarmante situación que viven los docentes. “Los docentes han estado en la calle para visibilizar la grave crisis que atraviesa el sector educativo, sin embargo, lo único que han recibido del patrono es indiferencia y desidia”, se lee en el documento. 

Foto: Luis Morillo

Los maestros exigen: salarios que permitan vivir con dignidad, equivalentes a la canasta básica familiar; inversión prioritaria en el sistema de seguridad social, y respeto al derecho a manifestar pacíficamente, a no asistir al centro de trabajo hasta que se garanticen las condiciones mínimas de bioseguridad. 

A los docentes les adeudan 280 % de aumento salarial, estipulado en la contratación colectiva. No cuentan con seguro funerario ni póliza HCM.

“Empecé a vender chupis, chupetas y caramelos” 

“Protesto porque no tengo un sueldo digno, HCM, seguro funerario, nada que me haga sentir segura. Dos dólares al mes no es un sueldo. En mi casa empecé a vender chupis, chupetas y caramelos. Con eso gano mucho más. Y si no hay nada qué comer, algo tenía que hacer. Como docentes que formamos el futuro del país, merecemos que nos den una respuesta a nuestras exigencias”. Irama Jaramillo, docente de primaria en la Escuela República de Venezuela.

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Irama Jaramillo, docente de primaria en la Escuela República de Venezuela. Foto: Luis Morillo

“Mi nevera siempre está vacía” 

“Yo le pido al ministro Aristóbulo Istúriz que se ponga la mano y vea cómo un docente se alimenta, porque estamos pasando hambre. Esta mañana abrí la nevera y lo que tenía era agua y hielo; siempre está vacía. No puedo comprar frutas ni proteínas. Con el aguinaldazo que pagaron compré medio cartón de huevos y medio kilo de queso, y ya se me acabó. Sobrevivo vendiendo donas en la calle Libertad de Petare”. Mónica Senior, docente en el CEIM Andrés Bello. 

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Mónica Senior, docente en el CEIM Andrés Bello. Foto: Luis Morillo

“Como colectora gano para la comida del día”

“Salgo a trabajar todos los días, pero no como maestra. Soy colectora en una camioneta de pasajeros, cobro pasajes. Tengo que hacerlo por el bienestar de mis hijas. Con el sueldo de maestra la situación ha sido caótica, no se puede sobrevivir ni comer. Como colectora gano un millón al día, con eso resuelvo la comida del día. Ojalá pudiéramos subir más pasajeros, pero por la pandemia los policías no nos dejan”. Anny Vera, maestra de sexto grado de la Unidad Educativa Juan Pablo II. 

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Anny Vera, maestra de sexto grado de la Unidad Educativa Juan Pablo II. Foto: Luis Morillo
“Prefiero seguir de peluquera que de maestra”

Los docentes zulianos acataron el llamado nacional y salieron a protestar en 18 municipios del estado. En Maracaibo, los maestros marcharon desde la plaza León hasta la sede de la Inspectoría del Trabajo en la Av. 5 de Julio. Con banderas, pitos y cacerolas más de 200 profesionales de la educación exigieron sueldos dignos y mejoras de las condiciones laborales.

Ahora debo ir una o dos veces por semana a la escuela a atender a los muchachos. Esta semana fui con los zapatos rotos y sin desayuno, porque no me alcanza lo que gano. Prefiero seguir de peluquera que de maestra”, sentencio Olga Bracho, maestra de primer grado de básica.

Gualberto Mas y Rubi, secretario general de Fetramagisterio y presidente del Sindicato Unitario del Magisterio (Suma) en el Zulia, calificó de “sueldos de esclavitud” lo que recibe actualmente el gremio. “Nadie puede vivir en Venezuela con un sueldo de 656.000 bolívares. Así no podemos enseñar”, sentenció.

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En el Zulia, la Inspectoría del Trabajo se comprometió a enviar las peticiones a Caracas. Foto: Cortesía

Los docentes fueron atendidos por el inspector de Maracaibo, Luis Baralt, quien se comprometió a elevar sus peticiones a sus superiores en Caracas.

Concentración en la plaza Piar

Tal como lo anunciaron, los educadores de Monagas se unieron a las protestas en el ámbito nacional en demanda de salarios dignos y respeto a la contratación colectiva.

La manifestación que se llevó a cabo en la plaza Piar de Maturín transcurrió de manera pacífica y los educadores pudieron nuevamente unir sus voces para pedir lo que por derecho les corresponde.

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Los educadores seguirán en la calle. Foto: Cortesía

El magisterio dejó claro que se mantendrán en la calle hasta tanto existan condiciones para impartir una educación de calidad y sean escuchadas sus peticiones en cuanto a las justas reivindicaciones salariales

Fotos: Luis Morillo


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