Docentes del Litoral Central afirman estar defraudados con los aguinaldos que recibieron, los cuales oscilan entre 5 y 10 dólares americanos. Buena parte de ellos está pensando en “rebuscarse por allí” para disfrutar los días de Navidad y Año Nuevo con sus familiares.
La Guaira. Cornelio Marcano no sabía qué hacer cuando verificó en su cuenta bancaria, el monto que sus colegas le habían adelantado, el equivalente a 10 dólares (Bs 355,8) de aguinaldo como maestro de primaria de la Escuela Juan Aranaga, ubicada en el centro de Maiquetía.
Respiró profundamente al observar los árboles frondosos de la Plaza El Cónsul, en Maiquetía, en la que cientos de jubilados y pensionados comparten su rosario de penas. Buena parte de ellos piensa que esta Navidad y Año Nuevo no serán precisamente felices.
“Es increíble, es una miseria que no me permite comprar ni siquiera las hojas y la masa para las hallacas”, comentó Marcano, mientras otro docente de la Escuela Juan Germán Roscio, también en Maiquetía, le escuchó cabizbajo.
A mediados de 2024, llegará su jubilación como maestro de educación primaria. Marcano tiene 59 años de edad y cree que tendrá que “hacer unos mandados en la plaza, como otros compañeros jubilados, porque no vamos ni a comer”.
La decepción del magisterio venezolano se ha extendido a la mayoría de los funcionarios de la Administración Pública que hacen vida en el Litoral Central.
Ante tales carencias, decenas de maestros y profesores guaireños han tenido que aceptar trabajos de menor calificación para completar sus ingresos mensuales.
Esos aguinaldos son una vergüenza para nuestros maestros y profesores, no sirven para nada. Ni para un mercadito”, afirmó Ana Mercedes Aponte, secretaria de Organización del Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza (Sitravargas).
Dijo que los aguinaldos del sector educativo oscilan entre 5, 7 y 10 dólares americanos (según el escalafón académico del docente), lo que ha desestimulado que ha desestimulado “en demasía” a sus colegas. Algunos han preferido renunciar a su vocación por la enseñanza.
A ellos no les importa que los maestros no tengan pasaje para ir a dar clases y que tampoco puedan ayudar a sus alumnos que llegan con hambre al aula”, aseguró Aponte, quien fuera diputada a la Asamblea Nacional entre 2015 y 2020.
Mutis
Aunque la Autoridad Única de Educación en La Guaira, Daniel González, no informa sobre el avance de las peticiones de aumentos salariales, Aponte tampoco abriga esperanzas con la ministra de Educación, Yelitze Santaella, quien se ha negado a conversar con los gremios en torno a la firma de la tercera convención colectiva del sector.
En este año, la titular de la cartera educativa ha participado en dos actos institucionales en la Escuela República de Panamá de La Guaira y en el Círculo Militar de Mamo en Catia La Mar, respectivamente. Sin embargo, en ambos casos no contestó a las preguntas de los periodistas.
“No detendremos nuestra protesta en las calles de Vargas, no nos vamos a cansar, porque los maestros vamos a morir de mengua si seguimos con esos sueldos”, advirtió Aponte.