El problema con la distribución del agua por tuberías en el estado Lara ha empeorado al punto de que muchos vecinos presentan malestares estomacales y cutáneos. Exigen a los representantes de Hidrolara que den respuestas inmediatas a esta situación que tiene más de 15 días.Barquisimeto. Los vecinos, líderes sociales y miembros de las iglesias del oeste de Barquisimeto se presentaron en la sede principal de Hidrolara y con pancartas protestaron de manera pacífica. Denunciaron las múltiples situaciones que sufren aproximadamente 600.000 familias que residen en la parroquia Ana Soto (Juan de Villegas) por las fallas y falta en la calidad del servicio de agua.

Alejo Durán dijo que el mejor regalo que le puedan dar los parroquianos por los 43 años de la fundación de Juan de Villegas es agua para el consumo humano, como lo merecen todos.

Afirmó que el líquido que sale por las tuberías de Barquisimeto es completamente insalubre, sucio y con mal olor. Emplazó a las autoridades regionales para que desmientan lo que han venido denunciando desde hace semanas y en algunos casos, meses.

Vénganse con las cámaras a cada una de las comunidades, porque una cosa es el Facebook y otra el estómago. No tenemos agua, pero nos están diciendo que el problema está resuelto”, aseguró Durán.

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La mala calidad del agua ha aumentado las enfermedades hídricas entre los habitantes de la parroquia Ana Soto. Foto: Yelitza Figueroa.

El sacerdote Raúl Herrera, párroco de la iglesia Jesús de Nazareth, ubicada en el sector La Carucieña, dijo que el agua que consumen los habitantes está afectando la salud por estar turbia, sucia y contaminada.

“No es apta para el consumo humano. Está generando diarreas y cuadros estomacales de alto riesgo”. Hizo un llamado a la conciencia del gobernador del estado Lara, Adolfo Pereira, y al alcalde del municipio Iribarren, Luis Jonás Reyes, ya que está seguro de que ambos funcionarios saben la calidad del líquido que se distribuye por las tuberías. “Están violando sistemáticamente el derecho a la salud y el derecho al agua que todo ciudadano tiene”.

Silvia Vargas, vecina de la comunidad José Gregorio Hernández, aseguró que tiene tres días con fuertes dolores de estómago y diarrea, que, a su juicio, son debido al consumo del agua. Aseveró que muchas personas de su comunidad han presentado los mismos síntomas.

“Yo quisiera hacerle una pregunta a usted, señor gobernador: ¿Usted tomaría agua de esa?, porque usted debe tomar agua filtrada potable, pero nosotros que vivimos en una comunidad, que somos pobres, lamentablemente, tenemos que tomarnos esa agua no apta para el consumo humano”, expresó.

Algunas comunidades han apelado a la compra de agua de los camiones cisternas, pero significa un gasto económico considerable que no todos pueden costear, ya que una pipa la cobran en cinco dólares.

Por otra parte, denunciaron que al llegar a las instalaciones de la empresa hidrológica del estado Lara, se les comunicó que no pueden ser atendidos si no acuden antes a las organizaciones políticas de las autoridades actuales o, en su defecto, ante los encargados del agua en cada una de las comunidades.


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