Maracaibo está “invivible” por fallas de agua y luz

agua y luz

Los zulianos sufren racionamiento de electricidad hasta 6 horas al día y algunos sectores llevan más de 50 días sin agua potable.

Maracaibo. Pareciera que la “desgracia” se quedó a vivir en Maracaibo desde que comenzó 2019. Un sinfín de problemas agobia a sus habitantes y les mantiene el ánimo “por el piso”. Así describió Magaly Vílchez su lucha diaria por sobrevivir en una ciudad donde falla la electricidad dos veces al día por períodos de tres horas y más, y el servicio de agua potable recrudece según pasa el tiempo. Ambos problemas se conectan y son reconocidos por las autoridades de Hidrolago en la región. “Maracaibo se ha convertido en una ciudad invivible”, señalan sus habitantes.

La hidrológica del Zulia ha tenido en “un guabineo” a los marabinos. “Primero fueron las bombas que se dañaron por los bajones (de luz), después fueron las brequeras, ¿y ahora qué nos van a decir?”, criticó Jhonatan González, habitante del sector Cuatricentenario. Aseguró que tiene cuatro días sin bañarse y así debe ir al trabajo: “Me da el tiro para lavarme la cara y los dientes de vainita”. Mientras tanto la Dirección de Hidrolago, a cargo de Roger Hernández, informó esta semana que se realiza una jornada de recuperación de agua potable a través de la reparación de fugas, pero pocos creen que la solución esté cerca.

El problema ya alcanza el municipio San Francisco. Sin embargo, las parroquias del oeste de Maracaibo dicen ser las más afectadas. “Los niños tienen mes y medio que no van para el colegio porque ni allá ni aquí en la casa tenemos agua. Las maestras nos dijeron que no los lleváramos porque podían agarrar una infección, los salones están sucios y las salas sanitarias, ni hablar. El problema no es ese, sino que aquí tampoco tengo nada, ni una gota. Lo poco que agarramos es porque los vecinos partieron un tubo en la plaza de la avenida y de ahí agarramos en tobos”, comentó Xiomara Herrera, vecina de la Circunvalación 2.

Nueva modalidad

La falta de agua potable limita muchas actividades y, ante la desesperación, las buenas ideas son muy pocas. En un recorrido hecho por Crónica.Uno se identificaron al menos 68 tomas ilegales de agua potable en la ciudad, provocadas por vecinos. Es común ver en la Circunvalación 1 y 2, sector Las Mercedes, Haticos, Cuatricentenario, Los Bucares, Casco Central, entre otros puntos, personas llenando cualquier recipiente que consiguen para llevar agua a sus hogares.

“Además de hacer cola para comprar comida, cobrar la pensión y cuanta vaina uno vaya a hacer en la calle, ahora también tenemos que hacer cola para buscar agua. Esto era lo que nos faltaba”, dijo Elida Urdaneta, mientras hacía fila, armada con dos botellones para surtirse de una tubería madre en el sector Los Bucares.

La situación es similar en los llenaderos de la capital zuliana. Santa María y Los Plataneros son los más concurridos. Un desfile de tanques azules flanquea ambas entradas. Al menos 63 camiones –tipo 350 y 750– camionetas y hasta burros se enfilan para surtirse de agua de manera gratuita.

Imposible comprar

Muchos de los afectados indican que la compra de agua potable a través de camiones cisternas es “imposible”, no solo por los costos, sino porque no hay. Freddy Campos, dueño de un camión cisterna, admitió a Cronica.Uno que vender agua por pipa no genera ganancias hace mucho tiempo. “Nosotros llenamos un camión de agua en efectivo por un pelo más de 8000 bolívares soberanos y lo vendemos en la calle por 30.000 por transferencia, tratamos de hacer una rebaja si el pago es en efectivo, pero casi nadie tiene”. Dijo que solo les prestan el servicio a clientes fijos que compran por cantidad, como empresas y liceos privados: “Eso de dar vueltas por los barrios es cuestión del pasado”.

Rebeca Acosta vive en una villa en el sector Amparo de Maracaibo, que hasta este lunes contaba 35 días sin servicio de agua potable. Ella y sus vecinos se pusieron de acuerdo para comprar tres camiones de agua, pero el remedio fue peor que la enfermedad. “Aquí en la villa somos 12 casas y a cada una nos cobraron 20.000 soberanos por llenarnos los tanques. Creo que nos atracaron porque es demasiado, pero, ajá, tocó”.

Sobrevivir comprando botellones es otra tarea dura, que en una semana puede desestabilizar cualquier presupuesto.

Un botellón de agua potable de 18 litros recargable cuesta en el oeste 2000 bolívares soberanos, en el norte 4600 por transferencia, y en el sur 3000 en efectivo y 6000 con punto. Pero la paradoja no termina ahí, las botellas desechables de cinco litros superan el costo “lógico” y se cotizan en 4800 y 7000 bolívares en supermercados y panaderías.

Las denuncias por las redes sociales no paran, mientras se calcula que al menos cuatro protestas se generan a diario entre Maracaibo, San Francisco y el municipio Mara por fallas en el suministro.

Corpoelec amenaza de muerte a Hidrolago

Roger Hernández, presidente de la hidrológica zuliana, le echó la culpa a Corpoelec de las fallas en el bombeo. “Debido a las fluctuaciones eléctricas que tuvimos este viernes (9 de febrero), se nos dañaron dos equipos que son electrónicos: las protecciones de las bombas. Los mismos ya se repusieron, ya se reprogramaron. Vino personal especializado del Ministerio (de Atención de las Aguas) y ya se pusieron en funcionamiento”.

El funcionario aclaró que no sufrió ninguna unidad de bombeo, aunque hizo una salvedad: “Se dañaron los equipos electromecánicos que prenden las bombas, pero ya fueron sustituidos para arrancar el bombeo hoy mismo (…) Empezamos a llenar las líneas para que llegue a los tanques: Tanque Redondo, Tanque Sur, Tanque Norte, que se quedaron vacíos por la falla (eléctrica) de ayer”.

Para ese momento, estaban llegando 6000 litros de agua por segundo a la planta potabilizadora Alonso de Ojeda (Planta C) y al encender las bombas serían 7500 litros por segundo. Aunque Hernández aseguró que el agua debía llegar a Maracaibo este martes, hasta la fecha solo sale aire por las tuberías.

Mientras tanto, las fluctuaciones eléctricas son continuas durante el día y la noche, hasta que finalmente se cumple el corte eléctrico. “Si sigue habiendo fluctuaciones, las unidades de bombeo automáticamente se apagan y ya veremos si sufren algunos de los equipos”, indicó.

Toma y dame

Lisandro Cabello, secretario de Gobierno de la Gobernación de Zulia negó recientemente que en la entidad haya racionamiento eléctrico: “Lo que sucede es que hay momentos en que el sistema comienza a recalentar y se puede caer y para evitar un blackout (apagón general), nosotros suspendemos el servicio en algunos sectores”.

Los apagones se incrementaron a principios de enero cuando falló el cable de 230 kilovoltios que pasa por el puente Rafael Urdaneta. La línea falló por una sobrecarga, confirmaron fuentes de Corpoelec. Sin embargo, el cable, que apenas duró operativo dos meses después de su reparación, fue operado para transmitir 220 megavatios, cuando por su condición no debía estar en funcionamiento por encima de 150 megavatios.


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