Más de 30.000 niños y adolescentes fueron captados por grupos irregulares en las fronteras en 2019

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El informe anual de FundaRedes registró que durante el 2019 miembros de las guerrillas intervinieron más de 325 escuelas en las fronteras para captar menores de edad y sumarlos a sus filas. La investigación arrojó que desaparecieron 233 personas en su paso por las trochas, o pasos irregulares, y 32 fueron asesinadas. 

Caracas. Más de 30.000 niños, niñas y adolescentes fueron captados en instituciones educativas para incorporarlos a los grupos criminales que operan en las fronteras venezolanas, durante el 2019. El informe anual de FundaRedes indicó que de forma indirecta reclutaron al menos a 15.000 menores de edad y jóvenes.

Las guerrillas de origen colombiano intervinieron más de 325 escuelas en los estados fronterizos de Venezuela: Táchira, Apure, Zulia y Amazonas. Según el informe anual de la organización FundaRedes, en 2018 entraron a 214 planteles.

Solo el año pasado los grupos irregulares censaron en casa por casa a 20.624 niños, niñas y adolescentes (incluye el estado Bolívar). Javier Tarazona, director de la ONG, explicó que los captan para sumarlos a sus filas. Se trata principalmente del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

En el primer trimestre de 2019 el ELN ocupó cinco escuelas en Táchira y Apure, que utilizaron como centro de adoctrinamiento. El informe de Fundaredes detalló que los centros educativos fueron: Escuela Tienditas, Escuela República de Cuba, Escuela Palma de Cera, Escuela Vuelvan Caras y Escuela María Teresa del Toro.

Docentes de los estados Zulia, Táchira y Apure relataron a FundaRedes que los alumnos abandonaron la escuela porque prefieren ir a trabajar en el mercado informal y algunos cedieron a las propuestas de los criminales, les pagan 50.000 pesos colombianos diarios, aproximadamente 16 dólares al cambio.

Tarazona explicó que los guerrilleros se aproximan a las escuelas y comunidades, brindando el apoyo que el Estado no les da bajo supuestas organizaciones no gubernamentales. De esta forma pintan los planteles, aportan con comidas, regalos y medicamentos. Esta estrategia les permite ser vistos como héroes en estas zonas; aunque también coaccionan a los directores y a los profesores. 

Los niños y adolescente abandonan los estudios por trabajo. Foto: Archivo

La fundación Amigos de la Escuela tiene presencia en las escuelas del estado Táchira, está conformada por miembros del ELN que utilizan las escuelas para sus operaciones. Los niños y adolescentes son la población más sensible y buscan cautivarlos con regalos y ayudas.

La situación económica en las zonas rurales venezolanas fronterizas con Colombia y Brasil empujan a las personas a las actividades ilegales, como una alternativa laboral. Además el Estado está prácticamente ausente y los grupos irregulares toman el control como el nuevo patrono. Y no solo ofrecen estas “soluciones” a los adultos, también a los jóvenes que dejan los estudios para ayudar a la familia con los ingresos.

Además, en las zonas fronterizas hay más posibilidades de tener acceso a dólares. Lograr una porción del oro que se extrae en las minas de Amazonas y Bolívar también impulsa a los menores de edad a dejar la escuela, de acuerdo con la investigación de FundaRedes.

78 % de los menores de edad abandonan los estudios en los estados fronterizos y de estos, 75 % son captados por el ELN, los disidentes de las FARC, el Ejército Popular de Liberación (EPL) y las Fuerzas Bolivarianas de Liberación (FBL). Además 66 % de los niños y adolescentes que siguen en la escuela no asisten regularmente.

La guerrilla, aunque es de origen colombiano, ya tiene en sus filas a venezolanos. Según el informe, al menos 15.000 venezolanos participan en las actividades ilegales en los estados fronterizos, sobre todo en las trochas. Cometen trata de personas, sicariatos, contrabando, recolección de hojas de coca y extorsionan.

HRW | Minas
Obtener oro de las minas impulsa a los menores de edad a dejar la escuela. Foto: Cortesía HRW /Clavel Rangel
9000 niños pasan a Colombia a estudiar diariamente

La investigación de FundaRedes determinó que 130.000 niños, niñas y adolescentes se fueron de Venezuela para buscar un mejor sistema educativo en Colombia. Sin embargo, 9000 menores de edad viajan a diario entre Venezuela y Colombia para estudiar. Si los puentes fronterizos están cerrados, deben usar las trochas o caminos irregulares, esto los deja más expuestos a los grupos delictivos.   

El Estado venezolano no cumple su misión de brindar educación de calidad y muchos niños de la frontera han trasladado sus actividades escolares a las ciudades colombianas fronterizas, deben transitar diariamente de un país a otro, indica el informe anual. 

Inicialmente, los niños y adolescentes son captados para trasladar algún paquete de forma ilícita. Son víctimas de explotación por parte de los grupos irregulares y también quedan expuestos a los enfrentamientos cada vez que transitan por las trochas, o pasos ilícitos de las fronteras

233 personas desaparecieron en su tránsito por trochas

En 2019 al menos 32 venezolanos fueron asesinados en las trochas de los estados Zulia y Táchira, según el informe anual de FundaRedes. 28 eran hombres, dos mujeres y dos no fueron identificados. También se localizaron dos cabezas. 

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Según FundaRedes 9000 niños pasan de Venezuela a Colombia para estudiar, a veces lo hacen por las trochas. Foto: Luis Morillo

En estos trayectos desaparecieron 233 personas, entre ellas cuatro menores de edad. “Las autoridades venezolanas no recogen los cuerpos. Cuando los matan los lanzan al lado colombiano. Es más fácil desaparecer porque si los asesinan, saldrán en la primera plana de los medios y no les conviene”, explicó Tarazona.  

En los 2219 kilómetros de paso fronterizo hay más de 250 trochas. Las zonas fueron identificadas en La Parada, El Escobal, Puerto Santander, Arauca, Maicao. Solo en Zulia hay 180 caminos irregulares, de los cuales 14 fueron localizados en fundos privados donde desplazaron a los propietarios

Hacia la frontera de Táchira 10 grupos controlan los pasos irregulares y otros 10 hacen lo propio en Zulia. El objetivo de las guerrillas es tener control político, territorial y la economía paralela.

Desde que inició la cuarentena nacional en el país el 16 de marzo por los casos de COVID-19, el gobierno de Nicolás Maduro ha responsabilizado a Colombia y Brasil de gran parte de los contagios. Los voceros tratan los casos como transmisión importada para referirse a los venezolanos que han pasado desde los países vecinos. 

El pasado sábado 27 de junio, Delcy Rodríguez, vicepresidenta del gobierno de Maduro, informó que se crearon las zonas operativas de defensa integral en los estados Táchira y Zulia para atender la “situación irregular” que ocurre en el paso de las trochas. Los ciudadanos han retornado al país por la crisis económica que ha dejado el nuevo coronavirus y, de acuerdo con la versión gubernamental, regresan con enfermos. 

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El gobierno aseguró que los contagios se han producido por el paso de venezolanos por las trochas, desde Colombia. Foto: Fabiola Barrera

“El coronavirus de Colombia está impulsando casos comunitarios en Venezuela”, dijo Rodríguez la noche del sábado. 

Hasta el lunes 29 de junio Venezuela registró 5530 contagios y 48 fallecidos. Rodríguez aseguró que 63.532 venezolanos han regresado al país por los pasos fronterizos desde que se decretó el estado de alarma por la pandemia.

Tarazona dijo que el Estado ha sido notificado de la situación en las fronteras para que tome acciones que impidan que los grupos irregulares sigan ingresando a las escuelas, pero no han impulsado ninguna política pública que promueva su protección ni para contrarrestar las acciones de las guerrillas en estos estados.


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