Mas de 600 familias de la parroquia San José del municipio Jesús Enrique Lossada claman por ayuda a las autoridades para recibir el servicio de gas doméstico. Aseguran que su situación económica no les da para comprar bombonas todos los meses.
Maracaibo. Los sectores Maparí, El Chivo, Las Palomas, El Aviso, Los Lirios de Mara y El Chivato, entre otras zonas aledañas de la parroquia San José del municipio Jesús Enrique Lossada, tienen nueve años sin servicio de gas doméstico, a pesar de que la red está instalada.
Al menos 631 familias cocinan a diario con leña, por lo que ya se presentan cuadros de infecciones respiratorias en varias de las zonas empobrecidas.
Los líderes comunitarios solicitaron el acompañamiento de El Observatorio Ciudadano de Políticas Públicas La Gente Propone, para solicitar un plan de abastecimiento de gas a través de cilindros.
Elena Sánchez, habitante del sector Las Palmeras, dijo: “Sabemos qué otros sectores se han organizado y han obtenido respuesta del instituto del gas, pero ellos tuvieron la manera de conseguir las mangueras y otra parte se las regalaron, nosotros necesitamos que nos asesoren para ver cómo podemos crear nuestro propio proyecto”.
Los habitantes de las comunidades afectadas denunciaron que un cilindro de gas doméstico de 45 kg cuesta hasta 20 dólares, suma que se les hace imposible de pagar. Por eso piden que las autoridades tomen en cuenta la situación económica de las familias para que los precios sean más asequibles.
Buscan ayuda
Debido a que la red instalada dejó de funcionar, por razones que aún se desconocen, los líderes comunitarios plantearon la creación de un proyecto de gasificación en el que esté involucrada toda la comunidad para presentarlo al Instituto Municipal del Poder Popular para el Gas, Imppgas.
Anyineth Pineda, vicepresidenta del Imppgas, informó al equipo de La Gente Propone que hace un mes procedieron al llenado de cilindros contenedores en el sector El Suspiro de la localidad.
“Aseguró que tienen toda la disposición de abastecer al resto de la población, pero pidió que la comunidad se organice mejor para así establecer la logística de recolección y posterior llenado de dichos contenedores”, dijo el observatorio.
Vivo esta situación desde hace nueve años, no ha sido fácil porque yo sufro de artritis. Hace 15 días me dio bronquitis por el humo de la leña, mi esposo tiene tres meses sin trabajo y no hemos podido comprar una bombona porque son muy caras y no tenemos dólares en físico”, dijo Minerva Elena González, habitante del sector El Suspiro.
Mientras estos planes se mantienen en gestión, los vecinos siguen pasando trabajo, buscando leña y respirando el humo irritante que afecta mayormente a ancianos y niños con asma.
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