Los costos, en promedio, aumentaron más de 50%. Muchos no pueden pagarlos y otros hacen el sacrificio para poder culminar sus estudios en menor tiempo.
Caracas. “Pagué Bs. 105.000 por el quinto semestre de Diseño Gráfico. Aunque también depende de la cantidad de materias que uno quiera inscribir. Aquí cada una tiene una cantidad de créditos, por lo general entre tres o cuatro”, comentó Marina Hernández de la Universidad José María Vargas, ubicada en avenida principal de Los Dos Caminos.
Los jóvenes que estudian en cualquiera de las nueve universidades privadas de Caracas, tienen que hacer maromas junto con sus padres para poder pagar la matrícula de cualquier carrera. Y es que en el primer trimestre del año, las cuotas se incrementaron en más de 50%.
Aunque la infraestructura de la universidad José María Vargas es relativamente pequeña, ésa es una de las más costosas de Caracas. Cada crédito allí tiene un costo de Bs. 5.000. Una materia que tenga tres vale Bs. 15.000 al inscribirla.
Según contó Hernández por lo general los bachilleres inscriben más de cinco materias cada semestre. “Hay materias que tienen cuatro créditos y eso es más plata. Por ejemplo, para inscribirme el semestre pasado -el cuarto- pagué Bs. 75.000”, expresó.
De un semestre a otro, esta universidad incrementó sus tarifas en más de 40% y solo en la carrera de Diseño Gráfico. Mientras que un lapso de seis meses en Diseño Industrial, otra que tiene mucha demanda, llega a Bs. 115.000.
Aunque los precios llegan a ser bastante elevados, algunos jóvenes hacen más que maromas, junto a sus padres para cancelar estos altos costos, y más si en casa los ingresos provienen del sueldo mínimo calculado ahora en Bs. 11.577,81.
Sacrificios por el título
“Conozco casos de estudiantes que vienen de centros públicos y, aunque tengan que pagar, lo hacen para poder terminar su carrera en un tiempo determinado”, comentó Daniel Sánchez, un estudiante de Ingeniería de Producción de la Universidad Metropolitana (Unimet), quien expresó que, a pesar de la demanda, ha habido un deterioro en la calidad de la enseñanza, “aunque no es comparado con la situación que atraviesan las oficiales, las cuales dependen del presupuesto aprobado por el Estado”.
“Sí se nota que ha bajado el nivel de excelencia, pero es parte de la misma situación país. También es cierto que por lo menos contamos con las herramientas básicas, por ejemplo todos los laboratorios de Química, Electricidad y Estudios Ambientales sirven. La universidad pone su precio porque tienen la sartén por el mango, o lo tomas o te vas a estudiar a otro lado donde no sabes cuándo vas a graduarte”, manifestó.
Pero no solo la calidad se ha visto afectada. La infraestructura y los servicios como transporte, agua y seguridad ponen en jaque a la institución.
Los estudiantes denuncian que son deficientes. Citaron por ejemplo la Universidad Santa María (USM) que sufre una de las problemáticas más difíciles del municipio Sucre: falta de distribución del agua.
Tomar agua del bebedero o ir al baño es una de las cosas que han dejado de hacer los estudiantes para no llevarse un mal rato.
“No creo que la situación mejore. No invierten bien la cantidad de dinero que paga cada estudiante aquí. Este semestre subió más de 60%. El pasado pagué Bs. 32.000 y ahora son Bs. 53.000. Convocan a un Consejo e informan cuánto subirá el precio, pero aquí no hacen consultas. No tenemos derecho a opinar”, declaró Jesús Velásquez, consejero estudiantil de la Facultad de Ciencias de la USM y quien está próximo a graduarse como Ingeniero Civil.
En la USM el incremento en las matrículas fue entre 60% y 70% en todas las carreras.
“El transporte público es un tema, porque es una línea privada que presta el servicio, pero nos tratan mal, son impuntuales, hay pocas unidades”, comentó Velásquez, quien enumeró otros problemas como el costo del estacionamiento para los que tiene vehículo particular que supera los Bs. 80 la hora, y el que a su juicio se ha venido haciendo más evidente: La inseguridad.
Los males anteriormente citados también empañan otra casa de estudios privada: La Nueva Esparta.
“Aquí no hay transporte, hay un solo cafetín y quien lo administra es familia del dueño, la biblioteca está desactualizada y somos más de 1.600 alumnos”, aseguró Romel de Los Ríos, consejero estudiantil de la Universidad Nueva Esparta (UNE) en donde un trimestre cuesta Bs. 38.000 para los nuevos ingresos y Bs. 33.000 para los regulares. De Los Ríos cree que para el siguiente trimestre van a subir mínimo 40%.
“Los precios no se discuten, ni se hace un consenso, ni nada. Los publican en la web, y si uno quiere seguir estudiando pues hay que buscar la plata como sea”, argumentó el consejero.
Así como varias de estas casa de estudios han decidido subir el costo de la matrícula, la Universidad Católica Santa Rosa (Ucsar) no es la excepción.
Un bachiller que desee estudiar Comunicación Social deberá cancelar casi Bs. 23.000, mientras que Educación cuesta Bs. 13.718,72. También ofrece carreras como Filosofía y Teología, que cuestan Bs. 7.582,24 y Bs. 9.248,32, respectivamente.
En la Ucsar los lapsos de estudio son trimestrales. Un estudiante que se haya inscrito para cursar el primer trimestre del año en curso 2016 (enero-abril) pagó Bs. 8.000, pero ahora deberá cancelar Bs. 14.094,83, más de 70% de un trimestre a otro. Varios estudiantes aseguraron que los precios no son proporcionales a la calidad en la educación y en algunos servicios.
Se quejan de que algunos profesores “son piratas” y que en los baños casi nunca hay papel tualé, ni agua para lavarse las manos. Aunque se conoció que todos los días la universidad invierte una considerable cantidad de dinero para pagar dos camiones cisterna y así abastecer a toda la comunidad ucsarista.
Por su parte uno de los consejeros estudiantiles de las Universidad Monteávila no quiso ofrecer detalles acerca de los posibles incrementos en el precio de la matrícula ya que en esa casa de estudios estaban tocando el tema con el Departamento de Administración. Aunque tiene los precios publicados en su página web, el consejero dijo que están desactualizados.
A revisión
La primera quincena del mes en curso la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde) inició un despliegue nacional de inspecciones, para verificar los costos de las matrículas en las universidades privadas del país. El superintendente nacional, William Contreras, oficializó esta medida debido a las más de 114 denuncias que han recibido por parte de los alumnos de esas casas de estudio. Los estados Carabobo y Miranda, encabezan la lista de denuncias con 42 y 31, instituciones de educación universitaria privada, respectivamente.
Fotos: Angeliana Escalona y Cheché Díaz
Infografía: Charlie Barrera
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