Mejoras salariales, rehabilitación de planteles y vacunación masiva exigen los maestros para volver a las aulas

Orlando Alzuru, presidente de la Federación Venezolana de Maestros, explicó que en mayo el Ministerio de Educación instaló una comisión técnica de diálogo para tratar las peticiones de los maestros, en especial llegar a un acuerdo con respecto al tema del salario, entre otros beneficios laborales. La propuesta salarial del sector educativo es que este sea acorde a la canasta básica alimentaria.

Caracas. Vacunación masiva para los maestros y profesores, adecuación de mínimo 90 % los planteles y salarios acordes a la canasta básica alimentaria son las tres condiciones que exige el gremio educativo en Venezuela para retomar las clases presenciales luego de dos años de educación a distancia debido a la pandemia por la COVID-19. A principios de junio, el ministro de Educación, Eduardo Piñate, asomó la posibilidad de volver a las aulas.

No es la primera vez que el gobierno de Nicolás Maduro habla de retomar la educación presencial. En 2020, el mismo Maduro dijo que evaluarían la posibilidad para enero de 2021. En febrero aseguró que las clases presenciales empezarían en marzo, medida que luego postergó hasta abril y que finalmente no ocurrió. Para ese momento el país registraba elevados números de contagios de covid, meses antes, en diciembre, durante las celebraciones de Navidad y Fin de Año; y en febrero, durante el Carnaval, el gobierno de Maduro decretó flexibilización de la cuarentena.

El 18 de mayo Maduro dijo: “Creo que ahora sí lo vamos a lograr de manera segura, garantizando la vida de los estudiantes, profesores, trabajadores y familias”, refiriéndose a la posibilidad de retomar las aulas para septiembre de 2021. Luego, el 25 de mayo dijo: “Aspiro a que podamos vacunar a más de 70 % de la población. Y entonces en octubre volveríamos a las clases presenciales en los liceos y escuelas”.

Foto: Gleybert Asencio

La vacunación de maestros en el país comenzó en marzo con la llegada de las primeras 500.000 dosis de la vacuna de Sinopharm. Con ese cargamento, el gobierno de Maduro aseguró que la meta era inmunizar a 100.000 educadores. Sin embargo, no hay cifras oficiales sobre cuántos maestros han sido vacunados hasta el momento en el país.

La meta de Maduro es vacunar al 70 % de la población antes de que finalice el año. El ministro de Salud, Carlos Alvarado, habló a finales de mayo de un poco más de un millón de personas vacunadas en el país.

Falta muy poco para que termine el año escolar 2020-2021. Orlando Alzuru, presidente de la Federación Venezolana de Maestros, solo tiene palabras desalentadoras con respecto al balance que hace de este segundo año de clases a distancia. “Terminamos un año igual que el anterior, quizá peor. Nosotros consideramos que en materia de educación llevamos dos años perdidos”, dice.

En la federación tampoco tienen datos sobre cuántos educadores han sido vacunados contra la COVID-19 en el país, solo imaginan que son cifras muy mínimas. Alzuru cuenta que ha sabido de algunos maestros convocados a través del sistema Patria, pero nada masivo. La inmunización es un requisito indispensable que solicita el sector educativo para volver a las aulas de manera segura. Venezuela y Bolivia son los únicos dos países de la región que no han comenzado a retomar las clases presenciales, ni siquiera de manera parcial.

De acuerdo con un informe del Banco Mundial sobre la educación en América Latina, luego de 10 meses (un año escolar) sin clases, 77 % de los estudiantes de los primeros años de bachillerato pueden no ser capaces de comprender adecuadamente un texto de moderada extensión. Antes de la pandemia la cifra era de 55 %.

Según Alzuru, los estudiantes en Venezuela no pueden tener un tercer año escolar de clases a distancia. “Hemos involucionado mucho estos últimos dos años en materia de educación. Realmente tener un tercer año con esta involución sería muy, pero muy perjudicial para los alumnos que pertenecen a la educación pública. Hay que hacer un esfuerzo, tanto el Gobierno, como nosotros los docentes, que estamos dispuestos a hacerlo, siempre y cuando nos garanticen las condiciones que estamos exigiendo”, dijo.

Cuando se suspendieron las clases presenciales durante el año escolar 2019-2020, la respuesta del gobierno de Maduro fue la creación del programa Cada familia Una Escuela, un programa de televisión transmitido por Venezolana de Televisión y Vive Tv, ambos canales estatales. Desde el comienzo, esta iniciativa fue cuestionada por la Federación Nacional de Profesionales de la Docencia, el Colegio de Profesores de Venezuela y la escuela de Educación de la Universidad Católica Andrés Bello, instituciones que la catalogaron de improvisada y de no haber sido consultada con los gremios.

Foto: Gleybert Asencio

Otra de las peticiones es la mejora salarial. “Aquí nadie gana más de 15 millones de bolívares. Los que ganan más es porque tienen carreras de más de 20 años, que tienen primas de profesionalización, postgrados y doctorados”, dijo Alzuru, quien también aseguró que en la actualidad, el Ministerio de Educación y los gremios educativos del país mantienen una comisión técnica de diálogo en la que están tratando el tema del salario, de la seguridad social y contratación colectiva.

La comisión técnica de diálogo lleva dos reuniones desde que fue instalada. La propuesta en principio de los educadores era que el salario sea acorde al costo de la canasta básica alimentaria, la cual en abril se ubicó en más de 900 millones de bolívares. En cambio, la petición del Ministerio de Educación fue que crearan una propuesta basada en el petro. En la actualidad el petro tiene dos valores. Según el Banco Central de Venezuela, al 23 de junio, un petro es equivalente a 43.899 bolívares. Mientras que el Banco de Venezuela tiene un indicador de compraventa de 179.218.715 bolívares.

“Nosotros le exigimos que fuera el petro fluctuante anclado al dólar, nosotros les pasamos una propuesta que va a comenzar a ser discutida”, dijo Alzuru.

En noviembre del año pasado, representantes de los gremios educativos entregaron un pliego de peticiones ante el Ministerio de Educación. Según Alzuru, las autoridades del ministerio recibieron las peticiones, pero hicieron caso omiso. “Ese pliego de peticiones contenía una serie de cláusulas relacionadas con el salario, la seguridad social, HCM, bono de transporte, entre otras cosas que el Ministerio ha venido violentando y que ha dejado de pagar desde el año 2020”.

Pero en mayo, cuando hubo cambio de ministro debido a la muerte de Aristóbulo Istúriz, el sector educativo volvieron a presentar sus peticiones, esta vez ante Eduardo Piñate.

“Ya llevamos dos reuniones, vamos para la tercera, hemos ido avanzando y aspiramos a que antes de que termine el año escolar esté resuelta la situación laboral. De tal manera que si nosotros podemos resolver esta situación y el tema de la vacunación se podría pensar en la posibilidad de volver a los planteles, siempre y cuando los espacios estén aptos para ello”.

El estimado de la Federación Venezolana de Maestros es que antes de la pandemia, 70 % de los planteles educativos tenían problemas estructurales, tales como falta de suministro de agua, baños dañados, espacios deteriorados, falta de insumos de limpieza y comedores cerrados. Dos años después, Alzuru indica que la situación de las escuelas públicas empeoró aún más debido al vandalismo del que han sido víctima en los últimos dos años.

“Necesitamos que el Ministerio acondicione por lo menos 90 % de los planteles para que pueda haber clases presenciales, garantizando además las normas de bioseguridad que establece la Organización Mundial de la Salud”.

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