Mariela Nava

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Mientras la gente resuelve “si comer o comprar agua” Hidrolago sigue sin reparar avería en Santa Lucía

By Mariela @navamariela Nava

October 06, 2023

Al menos 200 familias tienen que pagar hasta dos dólares por una pipa de agua a los camiones cisternas. Hace más de 12 años que Hidrolago se niega a reparar una llave de paso que surte a la comunidad.

Maracaibo. Todos los días la comunidad de Santa Lucía, del centro de Maracaibo, madruga para hacer una cola frente a la plaza Crisóstomo Falcón y llenar sus envases de agua salobre. Hace más de 12 años que 200 familias no reciben el servicio de agua por tubería por parte de Hidrolago.

Con su hijo en brazos, Key Burgos maniobraba para llenar unos pipotes de 20 litros en pleno sol de mediodía. Dice estar agradecido con el dueño de la empresa que, ante la necesidad de los vecinos, hizo un pozo artesanal y deja que se abastezcan hasta las 2:00 p. m.

Todos los días hago tres viajes para llenar la única pipa que tenemos en casa. El agua es salada, pero nos ayuda y solo tenemos que comprar botellones para tomar. Es duro, pero ¿qué más vamos a hacer?”, se pregunta el joven padre mientras se seca el sudor de la frente.

Inmediatamente lo interrumpe Ender Barrientos, de 56 años. Armado con un coche viejo que le sirve para transportar dos botellones soltó: “En mi zona tenemos nueve años sin agua, todos los que han venido para acá se han burlado de nosotros y fíjate como nos tienen. Yo, con esta edad, no quiero estar en estos menesteres, pero me toca hacer 10 viajes para llenar una pipa”.

Burla

Del otro lado de la calle, Rody, Ender y Luis reparaban una ventana. Dicen que el agua dejó de llegar progresivamente, por eso unos tienen más tiempo que otros sin el servicio.

“Para acá vino Hidrolago y después de hacer la inspección dijeron que ya estaba todo listo para hacer la reparación que necesita la válvula, que la tenemos ahí en la avenida, eso fue hace más de un año y seguimos esperando”, dijo Rody Contreras.

Ender y Kay se ayudan entre sí para llenar los pipotes de agua salada que el dueño de una empresa ubicada en la comunidad les regala por cinco horas al día/Mariela Nava

Según información aportada por los vecinos, durante una inspección de la hidrológica una llave se partió cuando los trabajadores abrían la válvula para que gozaran del servicio.

“Eso lo dañaron ellos mismos y después dijeron que no tenían cómo reparar porque no había plata para eso, y desde entonces así nos quedamos. Algunos compramos agua, otros buscan del pozo, pero aquí hay mucha gente mayor que no puede hacer eso”, dijo Ender Carrasquero.

Se bandean

Carlos Misero vive con ocho miembros de su familia, entre ellos su madre, a quien se le lesionó la columna vertebral por cargar tobos a diario. Ahora la familia se las ingenia para comprar agua a los camiones cisternas a un dólar y medio por pipa. Compran seis a la semana, si no hay que lavar ropa.

“Nosotros adecuamos la casa de tal manera que mi mamá siempre tenga agua a mano para que no se dañe más la espalda. Hace años que no sabemos lo que es bañarnos con regadera y mucho menos podemos llenar los tanques que tenemos en el techo para tener agua por tubería en la casa porque esos cuestan siete dólares que no tenemos”, dijo el padre de familia que ya suma siete años sin el servicio.

Misero dijo: “Hidrolago no tiene la voluntad de resolver el problema, mientras tanto nosotros resolvemos si comer o comprar agua”.

Las familias del sector Santa Lucía se ven obligados a rendir la poca agua que pueden comprar/Mariela Nava

No hay milagro que los salve

Blanca Luchony tiene 12 años sin ver salir una gota de agua por las oxidadas tuberías de su casa. “Antes nos llegaba de madrugada y teníamos que pegar una bomba porque no tenía fuerza, pero ahora ni eso”.

La mujer, que es sobreviviente de cáncer de mama e hipertensa, vive con su esposo Luis de 75 años, él también tiene serios problemas de salud en sus rodillas y una hernia. No pueden levantar peso, así que tienen que comprar agua.

Once dólares semanales es la renta, eso lo pagamos con las pensiones, recortando la comida y con la ayuda de mi hija”, dijo Blanca.

Santa Lucía es una zona ícono de la zulianidad y la fe mariana, pero ni siquiera eso les ha servido para lograr que los gobernantes del estado se apiaden de ellos. “Nadie nos quiere hacer el milagrito de mandarnos agua”, soltó la mujer de la tercera edad.

Blanca junta su pensión y la de su esposo para comprar agua. La calidad de vida de los adultos mayores en Santa Lucía es muy precaria por la falta de servicios públicos /Mariela Nava
Frente a un cuadro de la Virgen María, Blanca confesó: “Nos mantenemos firmes ante tantos problemas por la fe. Estamos vivos, eso es suficiente y todos los días damos gracias por eso, pero tengo sordo a Papá Dios de tanto pedirle solución a todo esto”, dijo no solo refiriéndose al agua, sino a los apagones que ya dañaron la nevera y la lavadora.

Crónica.Uno intentó solicitar información sobre el caso a la dirección de Hidrolago, pero no dieron respuesta.

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