Migrantes venezolanos se enfrentan en la pandemia a exceso de trabajo y falta de seguros médicos

Un estudio de la Organización Internacional del Trabajo advierte que los trabajadores migrantes y refugiados venezolanos trabajan en condiciones indignas. En Colombia y Perú la mitad de los repartidores percibe menos de 200 dólares al mes, pese a trabajar un promedio de 10 horas diarias seis días a la semana.

Caracas. La pandemia por COVID-19 llevó a algunos países de la región a convocar a migrantes calificados para que apoyaran en primera línea durante la emergencia sanitaria. Sin embargo, un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Plataforma de Coordinación para Refugiados y Migrantes de Venezuela R4V, basado en los migrantes venezolanos, revela que los trabajadores se desempeñan en condiciones precarias, no cuentan con servicios de salud y aún existen muchísimas trabas para convalidar los títulos.

Los repartidores a domicilio, un sector que ha crecido en los países debido a las medidas de confinamiento, también se enfrentan a condiciones laborales “indignas”, como las calificó el director regional de la OIT para América Latina y el Caribe, Vinicius Pinheiro. La mayoría no cuenta con seguros de accidentes pese a desempeñarse en autos o bicicletas. 

En Colombia y Perú la mitad de los repartidores percibe menos de 200 dólares al mes, aunque trabajan un promedio de 10 horas diarias seis días a la semana. Además, el estudio muestra que existen brechas de género, pues los ingresos de los hombres mejoran por encima de los que ganan las mujeres: 23 % de los hombres manifiesta tener buenos ingresos y en el caso de las mujeres la cifra baja a 9 %.

Pinheiro destaca que los trabajadores migrantes y refugiados están entre los grupos más afectados por la pandemia de COVID-19 porque no tuvieron acceso a medidas de protección.

En Colombia el 17 % de los repartidores que trabaja para plataformas digitales de comida o medicinas son migrantes o retornados; en Perú 50 % proviene de otros países y en Argentina 23 %. Quienes se desempeñan en esta área están desprotegidos: apenas 30 % de los trabajadores manifestó contar con un seguro de accidente. En Argentina 58 % afirma no tener seguro de salud y 98 % de los trabajadores no pertenece a algún sindicato u otro tipo de asociación que pueda velar por sus derechos.

El estudio llamado “#MigrantesEnAcción: los Trabajadores Migrantes Venezolanos en el sector salud y en las plataformas de reparto frente a la pandemia de COVID-19 en América Latina” se basó en Argentina, Brasil, Colombia, Chile, México y Perú, fue presentado este 24 de mayo a través de una conferencia virtual en la plataforma Zoom.

Los migrantes que están en el sector salud también laboran en condiciones vulnerables. La OIT calcula que solo 10 % tiene seguro en caso de incapacidad o muerte a causa del coronavirus. Asimismo, las dificultades para convalidar los títulos académicos ha hecho que se desperdicie el talento. En esos países hay alrededor de 30.000 profesionales de la salud, pero solo 52 % ejerce su profesión y apenas 26 % cuenta con la convalidación de títulos. La pandemia llevó a relajar los requisitos y permitir que más médicos y enfermeras venezolanos pudieran prestar sus servicios en el área.

A juicio del representante de la OIM, la pandemia ha propiciado que se incluya a los migrantes en primera línea de atención de la enfermedad, pero paradójicamente no pueden acceder a estos servicios de salud. “Es una población que tiene una educación calificada, pero antes de la pandemia perdían su estatus ocupacional, al no poder convalidar los títulos”. La mayoría termina dedicándose a la informalidad y sobrevive vendiendo golosinas o comida en las calles.

Vinicius Pinheiro dijo que demasiadas horas de labor hipotecan la salud de los trabajadores. Además, agregó que implica problemas cardiovasculares y otras enfermedades que atentan contra la salud. “Se trabaja con plataformas digitales del siglo XXI, pero las condiciones laborales son del XIX”, lamentó.

Solo la mitad de los trabajadores tiene contratos. En el caso de la dotación de equipos de protección personal y acceso a seguros hay una mejora para los hombres. En esa área también se evidencia una desigualdad por género.

El enviado especial de la OIM, Diego Beltrand, dijo que estos resultados permiten analizar y hacer políticas para avanzar en la agenda 2030 que aspira al desarrollo de los países. Una tarea para las naciones de acogida es acelerar los trámites que permiten a los migrantes hacer la convalidación de títulos y los certificados de saberes. También exhortó a trabajar en acabar con las desigualdades de género, pues las condiciones de trabajo son más desfavorables para las mujeres que para los hombres.

La Plataforma de Coordinación para Refugiados y Migrantes de Venezuela calcula que hay 5.643.665 personas migrantes, refugiados y solicitantes de asilo venezolanos en el mundo. El éxodo de venezolanos de los últimos cinco años es una de las crisis migratorias recientes más relevante de la región.


Participa en la conversación