La minibiblioteca ecológica está hecha de madera y se ubica a las afueras del Refugio Ecológico parque La Fila, San Luis de El Cafetal. Su creador, José Manuel Reyes, contó que varias personas quieren replicar la iniciativa.
Caracas. José Manuel Reyes vive en la urbanización San Luis de El Cafetal en Caracas. Es “inventor”, voluntario en la Cruz Roja, ha trabajado y tallado madera durante muchos años, y está próximo a publicar un libro.
En 2021 se enfermó de COVID-19 y permaneció hospitalizado por nueve días. Durante tres meses su estado de salud era crítico. Tenía dificultades para respirar y estuvo “al borde de la muerte”. Los doctores le decían que el virus había ocasionado un daño muy fuerte a sus pulmones.
Sin embargo, José Manuel, decidido a cambiar esa sentencia en su vida, comenzó a caminar diariamente dentro del Refugio Ecológico del parque La Fila. Poco a poco, la distancia de su recorrido se fue extendiendo, hasta llegar a los ocho kilómetros. Esa actividad contribuyó a su recuperación.
“Siento que prácticamente me salvó la vida, porque me recuperé notablemente con estas caminatas”.
Como una forma de retribuir a la naturaleza su mejoría, José Manuel prometió que haría algo para impactar positivamente su entorno, en especial, al Refugio Ecológico parque La Fila de la urbanización San Luis, El Cafetal.
La biblioteca
Hace dos meses, tuvo la idea de crear una minibiblioteca ecológica que “busca fomentar la lectura, el conocimiento y la cultura”. Así que comenzó a fabricar el estante de madera donde se guardarían los libros y lo estableció al aire libre, fuera del Refugio Ecológico del parque La Fila.
El estante está hecho de madera de teca, porque a José Manuel le parece que ese material es más resistente para estar a la intemperie. Compró gran parte de los materiales, pero el resto fue financiado por una empresa privada.
También, elaboró dos bancos de teca, que están a los costados del estante de libros. “Ese diseño es mío. Las hice de manera tal que las personas puedan sentarse y leer cómodamente cualquier libro. Los expertos dicen que la inclinación perfecta es de 45 grados. Así estás cómodo”.
Los vecinos donaron algunos libros y José Manuel reunió varios. Contó que a la gente le gusta la idea y que muchos habitantes van a leer.
“Las conversaciones que se forman en este espacio son de otro nivel. Es un espacio para el conocimiento y el debate”, relató.
Cualquiera que desee leer o hacer uso de la minibiblioteca puede hacerlo, sin obviar las normas para poder tomar prestado un libro.
Las normativas para hacer uso de la minibiblioteca:
- Lee un libro disfrutando de la naturaleza y devuélvelo a su lugar.
- Toma un libro y llévalo a tu casa para disfrutarlo. Regrésalo a su lugar una vez culminada la lectura.
- Cuida y protege tu biblioteca.
Una propuesta para generar el cambio
José Manuel recibió muchas críticas mientras avanzaba con este proyecto. Aseguró que algunas personas le decían que iba a perder su tiempo, porque destruirían la biblioteca. Pero no se dejó llevar por los comentarios negativos y siguió adelante.
“Soy de los que piensa que este tipo de iniciativas sacan lo mejor de cada persona que visita este espacio. La gente se comporta adecuadamente, cuidan; todo está en perfecto estado y los libros están acomodados. Incluso, viene gente y los organiza, se llevan unos para leer en sus casas y los regresan otra vez”, comentó entusiasmado.
En este espacio pretenden llevar un cuentacuentos para los niños y realizar actividades que promuevan la cultura y la lectura.
De acuerdo con José Manuel, varias personas le han confesado que quieren replicar esta iniciativa. Incluso la Alcaldía del municipio Baruta y una red de supermercados están interesados en hacerlos en varios parques de la zona.
El Refugio Ecológico parque La Fila
Frente a la minibiblioteca está el parque La Fila, refugio de flora y fauna Katy y Billy Phelps, el cual José describe como un refugio ecológico. José explicó que este espacio acoge aves migratorias. Detalló que se han asentado distintas especies de aves que provienen de diferentes partes del continente americano, incluyendo Estados Unidos.
José Manuel pertenece al grupo Guardianes del Refugio Ecológico, parque La Fila, conformado por vecinos de la urbanización San Luis y avalado por la Alcaldía de Baruta, Protección Civil y la policía de Baruta.
Contó que estudiantes de quinto año del Colegio San Luis, realizan labores sociales en el parque, para contribuir a la elaboración de las señalizaciones para las caminerías y senderos, así como a la siembra de plantas y semillas.
José Manuel admitió que el Refugio Ecológico parque La Fila estaba muy descuidado. Así que los vecinos se organizaron para presentar proyectos de conservación de los espacios. Gracias a esta iniciativa, un grupo de voluntarios, en alianza con los Scouts Autana, lograron realizar una limpieza profunda en un área de aproximadamente 10.000 metros cuadrados.
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