“¡Hola! Estoy realizando una rifa para recaudar fondos para los tratamientos de mi abuela en Venezuela para su recuperación del COVID-19”, así como la publicación de Analig se pueden leer otros tantos mensajes a través de Twitter con el mismo fin: costear los gastos que genera tener un paciente con coronavirus en casa.

Caracas. Un día Analig Andrade propuso por el grupo de WhatsApp de la familia hacer una rifa. “¿Por qué no hacemos una rifa para recaudar dinero para mi abuela?”, preguntó. Su abuela materna, la señora Ana Segovia, de 82 años de edad, se había contagiado de la COVID-19. Tenía varias semanas con la enfermedad, de hecho, —Analig contó—, había pasado lo peor con respecto a su salud, pero aún quedaban muchos gastos económicos por venir debido a las secuelas.

Analig tiene 25 años de edad, es ingeniera y emigró a Perú en 2018. Está entre los más de 1,2 millones de migrantes y refugiados venezolanos que calcula el Banco Mundial viven en ese país suramericano. Su abuela Ana reside en Coro, Falcón, acude frecuentemente a la iglesia, toma medicinas para la tensión y también padece de artritis y osteoporosis.

Después de haber superado la COVID-19, Ana tuvo que ir al cardiólogo. La última cita costó 40 dólares Ese día, además, le hicieron una placa que costó 40 dólares más. También el cardiólogo le recetó un tratamiento adicional para la tensión; más retomar sus pastillas habituales, seguir con el oxígeno medicinal y comprar un espirómetro para hacer ejercicios respiratorios.

Hasta ese momento la familia de Ana, en Venezuela y en el exterior, sintió que podía costear los gastos médicos generados por el coronavirus. “Nosotros habíamos acordado sobrellevar la situación entre nosotros hasta que llegó un punto que sentimos que no podíamos más”, relató Analig, que también pensó en abrir un GoFundMe en nombre de su abuela, pero era consciente de que, en la actualidad, hay muchas personas en Venezuela con peticiones abiertas por la misma situación.

“Un día son 40 dólares la consulta, 30 dólares la recarga de oxígeno, más 20 dólares un medicamento. Todo eso en un mediodía. En una semana yo calculo que se pueden gastar hasta 500 dólares”.

Hasta principios de mayo, al buscar en la plataforma de gofundme.com el termino “COVID-19” el buscador arrojó más de 190.000 resultados de todas partes del mundo. Al buscar “Venezuela” aparecen 13.035 solicitudes de ayuda, y al escribir “Venezuela, Covid-19”, se encontraron 2245 campañas de recaudación de fondos.

La economía venezolana maneja una inflación general que cerró en marzo en 9,1 %, la acumulada en 155,3 % y la interanual en 3867 %, de acuerdo con datos del Observatorio Venezolano de Finanzas. Los precios en el país, incluidos gastos médicos, se elevan según el ritmo del dólar. Y no todos tienen acceso a esta divisa. Actualmente, el sueldo mínimo en Venezuela, sin el bono de alimentación, se ubica en 7.000.000 de bolívares, un poco más de dos dólares.

La ayuda proveniente de familiares desde el exterior no siempre es suficiente. En el caso de Ana, ella tiene familiares en Colombia, Perú y Estados Unidos y —relató Analig—, algunos se han visto afectados laboralmente por la pandemia.

“Solo quienes tenemos empleo tuvimos la posibilidad de ayudar. También vivir en el extranjero no te garantiza grandes entradas de dinero. Y no solo es enviarle dinero a ella, sino, en mi caso, enviarle a mi mamá también. Y los hijos de mi abuela en Venezuela no todos tienen empleo y cada quien tiene sus propios gastos familiares”.

Finalmente, toda la crítica realidad de vida en Venezuela, agravada por la pandemia, llevó a la familia de Ana a tomar en cuenta la opción de la rifa. Primero, su nieta Analig le planteó la idea a un primo que vive en Falcón y que tiene cierta fama a través de las redes, lo que sería ideal para dar difusión a la iniciativa por esa vía. Pero su respuesta demoró y los gastos no paraban, así que Analig llamó a varios amigos para pedir su apoyo.

Después de la última consulta con el cardiólogo, que veo que los costos están subiendo, decido comunicarme con amigos que están en Punto Fijo y les pido que si tienen la posibilidad de donar algo de sus emprendimientos para armar una rifa.

Las colaboraciones llegaron casi de inmediato. “Yo te voy a ayudar con unos tequeños, yo con una torta, yo con un pote de pintura”, todo eso y más le ofrecieron Analig. Con poco conocimiento al respecto, de inmediato armó un diseño sencillo con tonos amarillos y verdes claros con una foto de su abuela sonriendo y sosteniendo una rosa entre sus manos. En familia decidieron sortear 100 números cada uno a un dólar o al cambio del día en bolívares. Curiosamente quienes más han colaborado han sido personas desde el exterior.

“Se armó, se publicó y muchas personas del exterior colaboraron, muchas personas que ni siquiera van a tener acceso al premio y que simplemente lo hicieron para ayudar y colaborar. Incluso, muchas nos decían, ‘toma esto y no me anotes ningún número, sigue vendiéndolos’. Otras nos decían ‘no te puedo comprar’, pero lo compartían en sus redes. También muchos nos compraron de a 10 números y hasta 20”.

Analig vive prácticamente sola en Lima. Su única compañía es su novio y de su familia solo está una prima que no vive tan cerca como para verla seguido. Vivir la experiencia de tener a un ser querido con COVID-19 en Venezuela mientras ella está en otro país le ha dejado un “sentimiento de frustración”, no solo por el tema del dinero, sino también de “calor de hogar”, de “apoyar desde cerca”, para no solo atender a su abuela, sino también calmar los nervios de su mamá.

¡Hola! Estoy realizando una rifa para recaudar fondos para los tratamientos de mi abuela en Venezuela para su recuperación del COVID-19, dice una de las publicaciones de Analig en Twitter con la idea de promocionar la rifa.

Para esta migrante venezolana muchas veces la frustración se apoderó de ella debido a su empleo actual. “Trabajo en una empresa en Lima que vende concentradores de oxígeno, pruebas rápidas, todo lo que alguien se pueda imaginar para atender la COVID-19. Saber que por situaciones migratorias o de envíos, no lo podía mandar a mi casa, y era algo que se necesitaba urgente, todo eso me generaba un sentimiento de frustración”, expresó Analig.

Este miércoles 5 de mayo el sorteo de la rifa para recaudar fondos para la abuela Ana se realizaría a través de un en vivo en la cuenta de Instagram de Analig. Si no gana alguien que esté en Coro o Punto Fijo, los premios serán donados. “Tenemos pensado realizar otra rifa, pero sin tanta premura, algo un poco más elaborado para que los premios puedan ser mejores y motiven un poquito más a la gente”.

Todos los bolívares que la familia de Ana pudo recaudar a través de la rifa, los cambiaron a dólares “para tener un colchón” y hacerle frente a los próximos gastos, no solo médicos, sino también de alimentación. Los médicos recetaron a su abuela una dieta que incluya muchas frutas y hasta algo de chocolate negro de vez en cuando. “Nosotros queremos procurar la mayor calidad de vida para ella”, relató Analig.

“¡Hola! Una amiga y sus papás están enfermos de COVID-19, así que estamos haciendo una rifa en su beneficio”. “La esposa de un muy buen profesor de mi colegio está grave por COVID-19 y le están organizando una rifa para ayudarla”. “Hola. Ayúdame a difundir la rifa para mis abuelos, te lo agradezco. Ambos están delicados con COVID-19 y necesitamos comprar sus medicamentos”. Estos, entre otros tantos mensajes con el mismo fin, se pueden leer a través de redes sociales.

Ahora la abuela Ana está entre los 182.757 pacientes recuperados de la COVID-19 que contabiliza el gobierno de Venezuela en su último reporte del 3 de mayo. Sin embargo, persisten 18.174 casos activos, de los cuales, 864 se reportaron este lunes, la mayoría en el estado Yaracuy con 208 nuevos contagios.


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