La película inspirada en la saga de manga es una historia de lealtad y reconocimiento del poderío individual en medio de una adversidad
Caracas. No es común que en las pantallas de cines venezolanas lleguen películas japonesas inspiradas en el manga. Pero siempre hay excepciones, como la proyección de My Hero Academia: Misión mundial de héroes, una entretenida propuesta de acción.
Es el tercer largometraje que se inspira en My Hero Academia de Kōhei Horikoshi. Sin embargo, no hace falta estar sumergido en esta saga para entender lo que ocurre durante poco más de 100 minutos de historia. Los conflictos y sus personajes están muy bien definidos, por lo que sus antecedentes y objetivos son fáciles de asumir sin ser experto.
La atención se centra en Izuku Midoriya, mejor conocido como Deku. Es un mundo en el que 80 % de la población tiene dones que le permiten actuar de manera extraordinaria. Entre ese porcentaje, ha surgido un grupo de héroes que con esa ventaja procuran mantener en equilibrio el mundo, apartar todo peligro y plan malintencionado, especialmente de una secta que pregona que los dones son perjudiciales, por lo que es necesario acabar con aquellos que los poseen.
Deku es un joven que nació sin dones, pero los heredó gracias a su maestro All Might, quien vio tanta determinación en el aprendiz, que depositó en él lo que le era innato.
En My Hero Academia: Misión mundial de héroes, Deku se ve sobrepasado por un hecho que nunca esperó. Es acusado de ser un asesino, por lo que es buscado como un criminal de alta peligrosidad. Debe huir de la policía, que incansablemente está tras él.
Dirigida por Kenji Nagasaki, la película cumple con las expectativas de quién busca una historia inquietante y con buenas secuencias de acción. Además, con un trasfondo sobre dilemas éticos, lealtades, compañerismo y ciertas lecturas sobre el poder, las capacidades individuales y sus derivados.
Deku emprende una lucha por demostrar no solo su inocencia, sino por acabar con aquellos que acechan la existencia de todos los que poseen dones en My Hero Academia: Misión mundial de héroes.
El largometraje puede ser comparado con la saga de los X-Men, sobre todo por ese choque de interpretaciones acerca del deber ser, especialmente cuando se trata de aceptación de aquello que se reconoce como extraordinario o desconocido.
En esta película se pone en la mesa el diálogo sobre cómo asumir todo aquello que se ha forjado internamente para fortalecer el ímpetu más allá del beneficio más cercano.
En My Hero Academia: Misión mundial de héroes, Deku es además el personaje que va de menos a más, pues en comparación con los otros héroes, él tiene la determinación intrínseca por ser, y no de asumir lo que se es, como ocurre también con Hermione en la saga de Harry Potter.
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