Vecinos de la comunidad de Campo Rojo, en San Félix, fueron quienes prestaron el apoyo a los padres del niño para hallar su cuerpo en las aguas del río Caroní. Bomberos alegaron no tener combustible para el traslado.
Puerto Ordaz. Fue el viernes 6 de agosto, a eso de las 4:30 p. m. cuando Juan, de 11 años de edad, se quedó jugando cartas con amigos y primos. Unos minutos antes se había puesto de acuerdo con su papá para ir a la venta de perros calientes que tienen en el sector Campo Rojo, en San Félix, una de las zonas vulnerables por la crecida anual del río Caroní, en Bolívar.
No eran más de las 5:00 p. m. cuando a Isaac Rodríguez, padre del niño, le avisaron de la desaparición de su hijo en el río Caroní.
Acabábamos de salir, fuimos a trabajar y dejamos al niño aquí jugando cartas, y el niño encompinchado con otros niños se fue a bañarse. Los niñitos dicen que se tiraron al río, y como hay mucha corriente, parece que lo agarró y lo mandó para un boral (plantas acuáticas flotantes) y no pudo salir de allí”, relató Rodríguez.
Sin apoyo institucional
Fueron los mismos vecinos de la comunidad los que se activaron para la búsqueda. Ni Protección Civil ni bomberos municipales dieron el apoyo.
“Vecinos y amigos empezaron a sacar boras y boras. Ese día no pudimos sacarlo porque se puso demasiado oscuro, ya era de noche, y lo dejaron para el sábado en la mañana. El día anterior vinieron los bomberos, pero dijeron que tenían que echar combustible primero. Quedaron en venir, pero nunca vinieron. Los vecinos fueron los que me ayudaron con caretas y se metieron al río para hacer la búsqueda”, relató el padre.
Un vecino lo encontró detrás de una casa, precisamente donde se había formado una especie de pantano.
No era habitual en Juan, el menor de dos hermanos, bañarse en el río. Su padre siempre le hablaba sobre los peligros de la crecida del Caroní y le llamaba la atención cuando no lo obedecía.
Él se metía más que todo cuando el río estaba más calmado, que no estaba crecido. No sé qué le pasó ese día”, dijo Rodríguez.
Comentó que el alcalde Tito Oviedo y el dueño de la funeraria Santa Bárbara les prestaron el apoyo para el sepelio que fue este lunes 9 de agosto a las 11:00 a. m.
Sin previsiones
El río Caroní está en alerta amarilla, de acuerdo con los reportes de Protección Civil. Todas las previsiones son de una crecida mayor a la del récord histórico de 2018. Sin embargo, las previsiones para las comunidades vulnerables son mínimas.
El sábado vino un ratico Protección Civil, pero lo que hicieron fue llegar al frente y regresarse. Ni se bajaron ni nada a preguntar, se pararon, vieron y se fueron”, comentó Rodríguez.
Los vecinos no saben nada de un refugio. En 2018, fueron la escuela Puerto Ayacucho (preescolar y técnica) las que activaron. Este año desconocen si será el mismo lugar. “A la hora de una emergencia no sabemos a dónde acudir”.
Lo mismo pasa en otras comunidades, tanto en San Félix como en Puerto Ordaz. Por lo general, las escuelas cercanas se disponen como refugios provisionales. Esta vez comentan que en los planteles educativos ya habrían manifestado la negativa de usar sus espacios como albergues para afectados por inundaciones.
Desbordamiento de ríos
En el sur de Bolívar ya hay reportes de afectados por desbordamientos de ríos y quebradas. Recientemente, ocurrió en Upata, municipio Piar, con el desborde del embalse de Cupapuicito debido a la falta de mantenimiento en los drenajes.
El 8 de agosto se reportó el desborde parcial del cauce de los ríos Yuruani y Cuyuní, en el Dorado, municipio Sifontes.
Los sectores inundados fueron Barrio Cuyuní, Los Naranjos, Puerto Los Indios, El Chispazo y Fe y Alegría. El reporte oficial es de 120 viviendas afectadas, según el censo de Protección Civil en Sifontes.
Participa en la conversación