La película es dirigida por Olivia Wilde. Cuenta una historia distópica con intenciones ocultas en el aparente idilio en el que se desarrolla

Caracas. Si no fuera por la actuación de Florence Pugh, No te preocupes, querida deambularía en el limbo insalvable de la perdición. Ella le otorga a su personaje, Alice Chambers, toda la fuerza para mantener la atención en este largometraje recientemente estrenado.

Se trata de la vida de una pareja en un lugar aparentemente ideal, donde todo parece encajar a la perfección. La rutina transcurre sin ningún asomo de preocupación. Ella y su esposo, Jack Chambers (Harry Styles), llevan la vida de un hogar en el que él sale a trabajar cada mañana, mientras ella se queda en casa con una serie de tareas cotidianas, muy al estilo de algunas series de los años cincuenta y sesenta.

No te preocupes cariño
La película puede resultar pesada en su primera mitad

De hecho, el pueblo en el que viven está ambientado en esa época, con su estética y sus maneras, en el que ambos grupos, hombres y mujeres, están muy segmentados en oficios y objetivos, con líneas muy definidas en su quehacer. Todo pinta como parte de un modelo muy bien llevado a cabo.

Sin embargo, tanta supuesta perfección es sospechosa. Desde los primeros minutos de No te preocupes, querida se nota que todo ese ambiente ideal es una pantalla que esconde monstruos debajo de la mesa.

Sin embargo, a los cuarenta minutos, la película dirigida por Olivia Wilde redunda en subrayar un contexto que se entiende muy bien cuando se lanza la premisa.

No te preocupes querida
El villano se configura de una manera tenue y acertada

Los hombres del pueblo ocultan una realidad mientras las mujeres están confinadas en casa a labores domésticas, y para distenderse, son cotidianas las reuniones vespertinas con amigas para hablar de temas triviales. Una clara alusión a ciertos temores que hay en las narrativas actuales.

Ahora bien, una vez presentado ese contexto, comienza una reafirmación constante de esa diatriba, aunada a las sospechosas formas de Frank (Chris Pine), una especie de líder mesiánico a quien se le rinde ciego culto en la comunidad.

Ese personaje se convierte paulatinamente en antagonista, sin saber muy bien cuáles son sus intenciones, o qué oculta. Pero queda explícito que no es de fiar. Entonces, casi una hora se va en la reiteración de esa situación, en la que Alice se va convirtiendo en una rebelde que primero descubre lo que acontece en ese falso paraíso, para luego intentar escapar.

No te preocupes querida
El final de la película se vincula a películas como Matrix

Por eso, la película se vuelve pesada y se pierde el interés hasta que llega una escena que le da un vuelco radical, porque plantea el enfrentamiento entre las partes. Se trata del encuentro más poderoso de No te preocupes, querida, que genera toda una expectativa enorme para la resolución del conflicto. Sin embargo, una vez transcurrida, regresan las reiteraciones y formas que desinflan sus intenciones.

Es una película entretenida, pero se hace pesada en su primera mitad. La actuación de Florence Pugh es tan acertada que se extraña en realidad un monólogo que contenga todos sus pesares expresados en pantalla, que serían suficientes para darle vigor a la idea que se quiere transmitir, sin tantas distracciones en lo que acontece alrededor, que queda más que obvio desde el primer momento en No te preocupes, querida.

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