“Nuestros hijos no pueden pagar los platos rotos” afirman los padres en el Hospital Pediátrico de Barquisimeto

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La crisis del sistema de salud en el estado Lara se agrava cada día más, al punto de que los pacientes recluidos en los hospitales, entre ellos el Pediátrico, no cuentan con personal suficiente. Médicos y enfermeras aseguran que los responsables en la región no han dado respuestas a las innumerables peticiones, y afirman que se encuentran de manos atadas y sin ningún tipo de recursos.

Barquisimeto. Con 25 % de personal continúa operando el Hospital Pediátrico Dr. Agustín Zubillaga de Barquisimeto, principal centro asistencial para niños de la entidad larense y también de los estados Yaracuy, Portuguesa y Barinas. Esta nómina tan escasa ha incidido negativamente en los pequeños pacientes, ya que en varias oportunidades se han quedado solo con sus familiares y sin tratamientos.

El equipo de Crónica Uno conversó en el hospital con estos padres que se encuentran preocupados pues no saben cuál será el futuro de sus hijos, si siguen sin atención médica-hospitalaria. Muchos afirman que todos los días rezan para que los pacientes no tengan ninguna crisis y queden sin atención, pues no tienen los conocimientos suficientes para asistirlos.

Así lo cuenta Ana Cordero, madre de una niña con leucemia linfoide aguda: “Lamentablemente el poco personal que queda laborando no tiene el recurso suficiente para llegar acá. No tiene ni siquiera los alimentos necesarios para mantenerse en una guardia de 24 horas y peor aún, no tienen ni uniforme digno para presentarse en su trabajo”.

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El poco personal de enfermeras no tiene recursos para llegar hasta el centro de salud. Foto: Yelitza Figueroa.

Tanto Cordero como otros representantes que la acompañaban piden a las autoridades que se aboquen a solucionar esta situación, ya que no pueden esperar que mueran sus hijos por falta de insumos o por falta de asistencia especializada. “Nos ha ocurrido que pasamos todo un día sin una enfermera, debido a que no puede llegar porque tuvo tres y cuatro horas en una parada esperando una ruta”. Algunos padres prestan la colaboración, pero eso no es suficiente.

La mayor parte del tiempo buscamos ayuda con fundaciones para comprar los medicamentos porque son de alto costo, como por ejemplo el Linezolid, que vale 25 dólares en la calle y se recibe dos veces al día. Si no hacemos eso como padres, el niño se te muere, no se recupera, porque en el hospital no te brindan apoyo con esos medicamentos, lamentó Cordero.

Jenny Figueredo tiene a su hijo de 9 años de edad recluido en el cuarto piso del Hospital Pediátrico por una leucemia linfoide con una recaída con linfoma de Hodgkin. Coincidió en resaltar la falta de personal de enfermería, por lo cual solicita la ayuda al gobernador del estado Lara, Adolfo Pereira.

No podemos tapar el sol con un dedo, porque en realidad en todo esto quienes están pagando los platos rotos son nuestros hijos. Ellos están mal”, expresó.

El gremio de enfermería se manifiesta

Elda Jiménez, presidente del Colegio de Enfermería del estado Lara, calificó de caótica la situación del centro asistencial. Alegó que es una razón más para que las madres y el personal de enfermería salgan a protestar y a decir que el Hospital Pediátrico está en condiciones extremas.

Denunció que la asistencia no se da con calidad porque solamente labora el 25 % de enfermeras, personal que no alcanza para cubrir todas las áreas, incluso con un cierre técnico en diferentes unidades clínicas, como por ejemplo el servicio de Oncología.

Se quedan servicios solos las 24 horas, o turnos de seis y doce horas. Eso es sumamente grave y completamente inadmisible”, dijo Jiménez y advirtió que esto debe llamar la atención a quienes conocen cómo debe funcionar un hospital.

La presidenta del gremio aseguró que las pocas enfermeras que quedan en el hospital trabajan prácticamente ad honorem, pues su sueldo mensual es de cinco dólares. Sin embargo, afirma que continúan por vocación y amor a su profesión.

Advirtió que otras áreas del Hospital Pediátrico se encuentran también con el mínimo personal y citó como ejemplo el área covid, donde una sola enfermera atiende a los niños recluidos durante 24 horas, incluso con pacientes intubados. Señaló que ellas prácticamente laboran sin los equipos adecuados. “La orden que hay es cambiarlo cada vez que esté roto, no se tiene un protocolo. Eso no es así”.

Reiteraron el llamado al gobernador del estado Lara, Adolfo Pereira, pues están en esta lucha desde el año pasado, recorriendo las diferentes instancias, incluyendo la dirección del Hospital Pediátrico, y no les han prestado atención.

Agregó que en las últimas reuniones con el director regional de salud en la región, el doctor Javier Cabrera, este les aclaró que se escapa de sus manos la problemática del personal de enfermería, dado que no tiene la potestad de asignar los recursos.

Los representantes del gremio de enfermeras dijeron que le habían dado diferentes propuestas para paliar la situación, pues tampoco cuentan con transporte, y sus solicitudes fueron negadas.

Por este motivo, quedan 176 enfermeras en el mayor centro pediátrico del estado Lara, y no todas se encuentran activas al mismo tiempo. Elda Jiménez informó que de este número muchas están de reposo y otras no cumplen funciones por otras razones. En la mayoría de las unidades solo cuentan con una enfermera.

“Está en riesgo la vida de los niños”

Para el profesor Nelson Freitez, integrante de la Red de Derechos Humanos del estado Lara y de la Cátedra de Derechos Humanos de la UCLA, los niños que se encuentran en el cuarto piso están en una desatención absoluta. Ratifica que los insumos y personal de enfermería son insuficientes para atenderlos, además de la cantidad de limitaciones en cuanto a los servicios de electricidad y agua.

“En este hospital la atención en salud está prácticamente privatizada, porque la familia tiene que comprar todos los insumos”, dice Freitez. Ante el riesgo de vida que presentan los niños por falta de atención, la ONG le exige al gobernador de Lara que atienda con prioridad y dedique los recursos para atender la vida de los pacientes pediátricos.


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