El hampa no solo roba los equipos tecnológicos, sino que también quema y destruye los espacios físicos de la UC. En este año se han registrado al menos seis robos en las escuelas de Medicina, Bioanálisis y Enfermería. A pesar de que hay un módulo policial cercano al sitio de los robos, los malhechores no se limitan.

Valencia. El 21 de julio personal de seguridad de la Universidad de Carabobo (UC) campus Bárbula se percató de que el Pabellón 17, donde funciona la Dirección de la Escuela de Medicina, había sido saqueado y vandalizado. Los antisociales cargaron con computadoras, equipos de oficina y lámparas.

La decana de la Escuela de Medicina, Doris Nóbrega, informó mediante un comunicado que a los delincuentes no les bastó con hurtar los quipos de oficina, sino que quemaron el lugar. Con esta nueva acción vandálica, son nueve las dependencias de la Facultad de Ciencias de la Salud que tienen que cerrar forzosamente sus puertas.

Ya no solo somos atacados por el hampa, que roba y hurta nuestros bienes que son tan necesarios para la actividad académica docente, sino que, además, nuestros espacios son violentados y destruidos sin razón aparente. Esta es otra dependencia académica que debemos cerrar y, con ella, ya son nueve las que se encuentran en un estado deplorable, con sus puertas cerradas, y expuestas a la intemperie, indefensas y desérticas”, sostuvo Nóbrega.

El presidente de la Federación de Centro Universitarios de la UC, Marlon Díaz, dijo que la delincuencia no se detiene, a pesar de que en el campus Bárbula hay un módulo policial del estado desde hace un año. Agregó que con este robo se verán afectados los actos de grado de los estudiantes de Medicina.

2021, un año de robos

La falta de vigilancia en la Unidad de Litiasis y Enfermedades Metabólicas (Unilime) favoreció al hampa, que cargó con sillas, escritorios, neveras especiales, máquinas para procesar muestras, reactivos, balanzas, entre otros equipos del laboratorio. Además, arrancaron los lavamanos, las pocetas, las tomas y tableros eléctricos, y rompieron el techo.

Debido a la cuarentena por COVID-19 que empezó en marzo de 2020, Unilime tuvo que paralizar sus actividades, solo había un guardia de seguridad que se encargaba de custodiar el edificio de dos pisos. No tenían presupuesto para invertir en más seguridad. En noviembre comenzaron los robos en esa unidad que es especializada en el funcionamiento y metabolismo óseo y renal. Prestaba el servicio de consultas y la realización de exámenes clínicos de rutina, así como otros análisis más específicos relacionados con función renal, metabolismo óseo y litiasis renal de manera gratuita. Atendían pacientes del estado Carabobo y otras entidades.

En la última semana de enero se registraron dos robos en el Módulo 17, sede de la Escuela de Medicina en Bárbula, Naguanagua; se llevaron sillas y parte del techo del auditorio. Además, vandalizaron las aulas de clases. Por esta acción se vieron afectados 320 estudiantes de tercer, cuarto y quinto año. El hecho ocurrió luego de haber realizado una jornada de desmalezamiento.

Empezando el mes de junio, hurtaron de la Escuela de Enfermería 17 computadoras. A mediados de mes le tocó el turno a la Escuela de Bioanálisis, robaron 19 equipos de computación que constituían la Sala Telemática.


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