Protagonizada por Rashida Jones y Bill Murray, en este largometraje Sofia Coppola cuenta en comedia una historia familiar de dudas, reflexión y aceptación.

Caracas. Sofia Coppola vuelve a mostrarnos una relación en medio de una gran ciudad. Entre los enormes edificios de Nueva York, que se imponen a los pequeños en los que transcurren la intimidad de sus habitantes, y en sus trajinadas calles, se ve a una escritora a la que parece se le acabaron las ideas para las páginas en blanco.

Laura (Rashida Jones) es una joven madre que se siente agotada y llena de dudas. Desde que tuvo a sus dos hijas, le cuesta más desenvolverse en su profesión. Las lleva al colegio, las busca, las cuida, y las noches, ese momento sagrado que tenía reservado para la escritura, son para el descanso después de tanto agotamiento. 

On the Rocks es una comedia de esas que quirúrgicamente se adentran en los conflictos de las relaciones. Dean (Marlon Wayans) es el esposo de Laura, trabaja en una empresa para la que constantemente tiene que viajar. 

On The Rocks
El matrimonio de Laura luce desgastado y lleno de dudas. Es el punto de partida para una serie de aventuras.

Ella siente que todo va cambiando hacia menos. Las millas de cada vuelo también se sienten cuando ambos están en casa. Los dos están en momentos y sentimientos diferentes. Temor. 

Las sospechas se incrementan en On the Rocks cuando reaparece Felix (Bill Murray), el padre de Laura. Es un hombre al que ella quiere, pero no sin recelo. Su fama de mujeriego, y el engaño que acabó el matrimonio con la madre de la autora, han minado el vínculo. 

Ella acepta al paseo. En el carro del otrora casanova, cuyas estrategias se mantienen casi intactas, y sin descaro, ella es testigo de sus formas, no sin sentirse incómoda. Además, en ese lugar se dan las más exorbitantes, amenas, cercanas y hasta quejumbrosas conversaciones.

On the Rocks
Las calles de Nueva York son el escenario de una disparatada persecución.

En el asiento trasero, con un leal chofer de testigo, se condimenta la sospecha de que Dean puede tener una amante en su trabajo. Pero Sofia Coppola como guionista, se aleja de todo lo que puede preverse de este tipo de conversaciones. 

La zozobra por lo que realmente está pasando es un punto determinante en On the Rocks, la realizadora es una cirujana de los diálogos para llevar al espectador de la intriga a la risa, pero también a la desesperación y los juicios con dos personajes muy bien definidos. 

Ella, una mujer que ha superado el dolor del fracaso del matrimonio de sus padres, y que no quiere que el suyo se desplome, pero a la vez, se encuentra en una sequía creativa ante una rutina en la que se desvanece lo esencial para ella. Él, un hombre que recuerda con orgullo sus mejores años, que pareciera no ver la vida tan en serio, aunque en el fondo, cada acción despreocupada oculta otro mensaje para la discusión. Bill Murray fue nominado a los Globos de Oro por este trabajo. 

On The Rocks
En la película, la protagonista descubre a su padre en su mayor esencia.

Ambos pueden pasar de la creciente certeza del engaño, a practicar silbidos en el carro, un gesto de querencia en lo más mundano, pero no por eso menos significativo en el subrayado de la trama de On the Rocks. Laura dice que desde que es madre olvidó cómo silbar. 

Disponible en Apple TV Plus, el largometraje se convierte en una aventura descabellada entre padre e hija para descubrir el secreto de Dean. Como par de detectives, recorren Nueva York para seguirle los pasos al marido sospechoso.

Laura y Felix se reencuentran y se reconcilian en la hilarante suspicacia. Hasta un carro antiguo descapotable es la elección del padre para pasar inadvertidos en la persecución al presunto infiel, quien ignora los más alocados planes de dos adultos que como niños juegan a ser investigadores. 

On The Rocks
On The Rocks se estrenó el año pasado en la plataforma de streaming de Apple

On the Rocks muestra a dos personas que perdieron un ancla, y que en un momento triste, se descubren, no sin enfrentarse también a sus discrepancias y reproches. 

Sofia Coppola también demuestra en su séptimo largometraje sus sutilezas con la ciudad, a la que muestra en su grandeza, pero también en la particularidad de las vidas que en ella se desarrollan. Como hizo en Perdidos en Tokio, la soledad como punto de partida para el encuentro, con esas cuidadas tomas en la que importa mucho la posición de la pareja protagonista frente a la cámara, ese cuidado por cada elemento, los diálogos fundamentales, así como esos con desconocidos que parecen no tener sentido; todos elementos que afianzan esa especial atención por la inesperada cotidianidad. On the Rocks, una película tan cercana como cualquier momento de la vida. 

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