Operativos policiales en comunidades generan terror y desconfianza a los vecinos 

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Durante un supuesto enfrentamiento entre funcionarios de las FAES y un presunto delincuente del sector Colinas 12 de Febrero de Petare, una niña de siete años quedó sola en su casa y su padre, sin poder regresar por la balacera, temía que la pequeña saliera a buscarlo y la alcanzara una bala perdida. En La Vega rechazan los procedimientos porque aseguran que matan a inocentes.

Caracas. La pequeña de siete años estaba sola en la casa cuando comenzó la balacera. Cerró las ventanas y se escondió en uno de los cuartos. Se arropó hasta que se calmaron los tiros, treinta minutos después. En la otra vivienda su papá temía que la reacción de la niña fuese salir a buscarlo, mientras que él también se resguardaba de una bala perdida en un cuarto, con su hijo varón y el abuelo.

Los funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) no dejaron salir al papá de la niña para resguardarla. Así que no le quedó de otra que esperar a que culminara el operativo.

Es primera vez que vivimos algo así, aquí hemos vivido enfrentamientos entre bandas leves, pero teníamos años sin oír tiroteos así, dijo el papá de la pequeña, sin identificarse por medidas de seguridad.

Los vecinos del sector Colinas 12 de Febrero, en la parte alta de Petare, municipio Sucre, no pueden determinar si se trató de un enfrentamiento entre funcionarios y supuestos delincuentes o solo dispararon los policías. Lo cierto es que las detonaciones los paralizaron de miedo. 

A la 1:30 p. m. del jueves 14 de enero los niños jugaban en la calle cuando comenzaron a escuchar los disparos en la calle Canaima. Corrieron. Una mujer tomó por el brazo a una vecinita, la metió a su casa y junto con su nieto se encerró en la habitación del medio para evitar que una bala perdida pudiera herirlos. En su casa quedaron varios orificios en las paredes tras el operativo.

Las casas quedaron con orificios por las balas. Foto: Cortesía

Los niños estaban sumamente asustados, se les iba a salir el corazón. La vecinita lo que hacía era llorar y llamar a su mamá, en esa casa también entraron algunas balas perdidas”, contó una vecina bajo condición de anonimato por miedo a venganzas.

En la comunidad buscaban a un hombre apodado el Ventana, presuntamente involucrado en un doble homicidio. Los vecinos contaron que trató de escapar de los efectivos de las FAES y se montó entre los techos de las viviendas. Estos techos de zinc no son muy resistentes y uno lo rompió con su pierna, pero él siguió corriendo

Gloria Perdomo, coordinadora nacional del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), explicó que los operativos policiales no deben ser una forma de actuación que genere temor, miedo y angustia en la población. Corresponde a la policía investigar, conocer cuáles son las manifestaciones del delito e intervenir oportunamente

Añadió que las comunidades tienen derecho de contar con policías profesionales, capaces de poder identificar, ubicar y detener a una persona para ser sometida al debido proceso. No deben calificar a la población de una comunidad, en específico a los hombres jóvenes, como delincuentes.

Según datos del OVV, en el 2020 se registraron 4231 muertes por resistencia a la autoridad en el país. Aseguran que desde el 2016 hay un aumento sostenido de la letalidad policial.

El año pasado en 18 municipios del país no se registraron homicidios cometidos por supuestos delincuentes, pero sí hubo víctimas de la violencia policial. Y en 112 de los 335 municipios de Venezuela los fallecidos por resistencia a la autoridad superaron los homicidios por otras causas.

Los vecinos se resguardaron por temor a balas perdidas. Foto: Cortesía

Fueron demasiados disparos para matar a una persona, había muchos tiros y aquí hay muchas casas, muchas familias con muchos niños y no le doy lógica a que hayan usado tantos disparos para una sola persona, contó una vecina del sector Colinas 12 de Febrero. 

Para Alexander Campos, director del Centro de Investigaciones Populares, las incursiones policiales, generalmente, son de forma muy violenta, en los que causan daños a la comunidad también.

Nunca han sido con una actitud de colaboración y eso provoca rechazo de la gente hacia el policía, dijo.

En La Vega desconfían de los policías

“Lo mataron porque la policía mata a la gente sana”, fue la respuesta de Lourdes Cabello a una niña miembro de su familia, quien le preguntaba por qué habían matado a Richard Alexis Chile. El joven fue víctima de una ejecución durante el operativo, según la denuncia de su madre.

El 8 de enero comisiones mixtas tomaron sectores de La Vega, ante la presunta presencia de miembros de la megabanda de la Cota 905 desde finales de diciembre de 2020. De acuerdo con cifras extraoficiales de la organización Provea, hubo al menos 23 fallecidos. 

Los familiares denunciaron que la mayoría de las víctimas presuntamente fueron ajusticiadas. Y algunos vecinos consultados por Crónica.Uno rechazaron este tipo de incursiones, en las que también se reportó la muerte de habitantes por balas perdidas. Además hay padres de víctimas que aseguran que los funcionarios dispararon a barandas, paredes o puertas para simular enfrentamientos.

“Cada vez son más violentos, hechos para hacer daño en la comunidad, para violentar y no para ayudar. Esto hace que los vecinos tengan actitud de rechazo a los operativos y a medida que se han convertido en unas matanzas el rechazo es generalizado, no terminan nunca de confiar”, añadió el sociólogo Campos.

El sábado 16 de enero hubo otro presunto enfrentamiento en el sector El Petróleo de La Vega. “Enfrentamiento, enfrentamiento no hubo. Llegaron, se metieron en casa de él, sacaron a la familia y lo mataron dentro de la casa”, contaron los vecinos. 

Presuntamente, asesinaron a dos hombres. La versión policial es que miembros de bandas dispararon en contra de una comisión de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) que patrullaba por El Petróleo.

Perdomo dijo que el modelo del operativo no puede basarse en “llevarse por delante a cualquier persona”. Es un gran error calificar a todos los jóvenes de la comunidad como delincuentes, porque esto genera más temor en los vecinos.

Esto genera un distanciamiento de los vecinos con la institucionalidad pública, actuando así los funcionarios generan más desconfianza, ellos deciden quién vive y quién muere en vez de ponerse al orden de la ciudadanía para recibir denuncias y conocer más casos

De acuerdo con cifras del Monitor de Víctimas —un proyecto de data periodística—, 74 (40 %) de los homicidios en la parroquia La Vega, entre mayo de 2017 y noviembre de 2020, fueron cometidos por cuerpos de seguridad, principalmente por las FAES, quienes dejaron 38 víctimas. Entre mayo de 2017 y noviembre de 2020 en total hubo 182 homicidios en la comunidad.

La Corte Interamericana de los Derechos Humanos reiteró su recomendación al Estado venezolano de disolver las FAES y pidió investigar la masacre que ocurrió en La Vega.


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