El pasado 9 de noviembre la farmacéutica estadounidense Pfizer y la firma alemana BioNTech reportaron que los estudios de su vacuna de dos dosis contra la COVID-19 mostraron una eficacia superior al 90 % en los participantes sin evidencias previas de infección. Esto significó una buena noticia para el gremio de científicos en la carrera para conseguir una vacuna contra el coronavirus.

Caracas. Hay diez vacunas contra la COVID-19 que están en la última etapa de los ensayos clínicos, y algunas de ellas se están acercando al final. Luego, si son efectivas, necesitarán publicar sus conclusiones para que la comunidad científica pueda verificar que todo esté correcto para avanzar con la venta y distribución. Ante este escenario, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) estima que podría haber una vacuna lista para el primer semestre de 2021.

Dos de las vacunas que están en la fase tres de ensayos clínicos utilizan una tecnología muy novedosa de material genético del virus, según explicó el subdirector de la OPS, Jarbas Barbosa, en la sesión informativa de la organización sobre la COVID-19 este 11 de noviembre. El problema es que ningún sistema de salud en el Caribe, América Latina, Estados Unidos o Europa está listo para manejar las cadenas de frío que requieren.

Para estas vacunas se necesitan almacenes centrales y transportes con cadenas de frío que estén en los -70 °C, algo que no hay en ninguna parte del mundo porque no hay vacunas preexistentes que tengan esta misma característica. Ante esto, Barbosa llamó a los países a irse preparando y resaltó que las otras ocho vacunas sí se pueden manejar con las cadenas de frío que existen hoy en día en cualquier nación.

Para las salas de vacunación no necesitan estar en -70 °C, así que se pueden utilizar los equipos que ya están disponibles porque se pueden almacenar en dos u ocho grados por un tiempo de hasta cinco días, enfatizó Barbosa y agregó que la OPS está teniendo conversaciones con instituciones financieras para ver cómo pueden apoyar a los países a mejorar sus cadenas de frío.

El pasado 9 de noviembre la farmacéutica estadounidense Pfizer y la firma alemana BioNTech reportaron que los estudios de su vacuna de dos dosis contra la COVID-19 mostraron una eficacia superior al 90 % en los participantes sin evidencias previas de infección. Esto significó una buena noticia para el gremio de científicos que están en la carrera para conseguir una vacuna contra el coronavirus.

Pfizer está haciendo acuerdos bilaterales con países de América Latina como Argentina, Chile, México, Ecuador y está negociando con Perú y Brasil, resaltó el doctor Marcos Espinal, director de enfermedades transmisibles de la OPS y recordó que también existe la posibilidad de un acuerdo multilateral que propone la organización a través del mecanismo COVAX, una alianza internacional destinada a garantizar la distribución equitativa de la vacuna que se apruebe.

En septiembre el gobierno de Venezuela suscribió una solicitud para la adquisición de vacunas mediante este mecanismo propuesto por la OPS y se estaba estudiando cómo flexibilizar el pago anticipado que el país tiene que hacer para recibirlas.

Esto representa 18 millones de dólares y, en las condiciones que todos sabemos, no es un mecanismo que ellos puedan usar en este momento, dijo el doctor Espinal semanas atrás

La OPS y la Unicef están haciendo los primeros esfuerzos para poder garantizar a los países miembros la vacuna una vez que sepan cuántas tendrán disponibles, cuándo y el costo. Los resultados de Pfizer son prometedores. La OPS siempre trabajará con los países para asegurar que la vacuna pueda llegar a las poblaciones de nuestra región. Las próximas semanas van a ser interesantes, sostuvo Espinal.


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