Pacientes renales de Maracaibo se las ven negras por falta de transporte y máquinas dializadoras

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En lo que va de año cinco pacientes renales han fallecido en Maracaibo. La falta de agua potable, transporte, ascensores, combustible y personal de salud mantiene a los pacientes en una constante zozobra en relación con el tratamiento. En Maracaibo solo queda un autobús para el traslado de los pacientes renales, que deben esperar hasta seis horas para volver a casa.

Maracaibo. Los pacientes renales del Hospital Universitario de Maracaibo (HUM) y del Centro de Diálisis de Occidente (CDO) deben enfrentarse a diario con escasez de agua, transporte y máquinas para poder cumplir su tratamiento, sin contar con las condiciones de los centros de atención.

En el Hospital Universitario de Maracaibo hay 11 máquinas para atender a más de 50 pacientes renales divididos en dos turnos, sin contar las emergencias y los hospitalizados por esta condición.

José Luis Tello, representante de los pacientes renales del HUM, dijo a Crónica.Uno que las condiciones en las que reciben el tratamiento son precarias.

“Deberíamos tener una enfermera por cada cuatro pacientes y a veces solo hay una, porque ellas tampoco pueden llegar al hospital. Además, tenemos que subir nueve pisos por las escaleras, porque el ascensor que podemos usar es el de pediatría y está malo”, añadió.

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El Centro de Diálisis de Occidente atiende a 80 pacientes con 12 máquinas de diálisis. Foto: Cortesía

Para 2019, en el HUM había dos unidades de diálisis con más de 30 máquinas en total. La falta de mantenimiento ocasionó que la dirección del hospital cerrara la unidad más pequeña, dejó solo una para la atención de los pacientes.

Las máquinas de la unidad pequeña las han canibalizado para reparar las otras, porque hace años que no vemos un aparato nuevo. Esta semana estamos recibiendo las tres horas de tratamiento, pero la semana pasada se dañaron dos y nos complicamos mucho”, manifestó Tello.

Este lunes un grupo de pacientes del HUM denunció un cementerio de más de 10 máquinas dañadas en un cuarto del noveno piso del hospital.

“Las pocas que funcionan a cada rato se dañan o presentan fallas y eso retrasa el tratamiento, no me quiero imaginar que esta unidad termine como la otra, que se fue deteriorando hasta que la cerraron, porque la gente del Seguro Social no hace nada por nosotros”, dijo un paciente que prefirió no identificarse.

Sin transporte
El 13 de abril de 2020 la Alcaldía de Maracaibo activó la ruta Unidad de Diálisis de Bus Maracaibo con dos autobuses para la movilización exclusiva y gratuita de pacientes renales y para el personal que atiende en las siete unidades de diálisis extrahospitalarias y las tres unidades intrahospitalarias que funcionan en el municipio, en el horario de 7:00 a. m. a 4:00 p. m. Un año después, solo un autobús presta el servicio a media máquina, pues la falta de combustible en la región provoca fallas en el recorrido constantemente.

Antonio es paciente renal en el HUM hace más de cuatro años. Trasladarse hasta el hospital para recibir su tratamiento es cada día más complicado debido a que está en silla de ruedas.

Yo no uso el bus que queda para diálisis porque no tiene parada cerca de mi casa. Tengo que agarrar transporte público y es bastante complicado porque casi nunca me quieren montar por la silla. Cuando llego al Universitario es otro dilema, porque el ascensor que puedo usar, el único que funciona, el que usa todo el mundo, llega hasta el sexto piso, de ahí mi hijo me sube en peso hasta el noveno, donde está la unidad de diálisis”, relató.

Antonio reveló que el trajín del trayecto le sube la tensión casi siempre. “Todos los días llegó exaltado, y eso es peligroso. Nosotros deberíamos tener una mejor atención, pero parece que cada día vamos en retroceso”, se lamentó el paciente, que gasta aproximadamente cuatro dólares a la semana para ir al hospital; de lo contrario, tiene que esperar seis horas para que el transporte de la alcaldía vuelva al hospital y lo regrese a casa.

Tello recalcó que desde hace 15 días el transporte para los pacientes se ha visto seriamente afectado por la falta de gasoil.

“El único bus que tenemos no tiene gasoil. Hoy (lunes) hizo un solo viaje, llevó a los pacientes a las 8:00 a. m. y los recogió a las 5:00 p. m. Entonces, ¿cómo se queda uno todo el día en el hospital hasta la tarde sin comida y sin nada esperando transporte? Es imposible, y esto es general, porque el personal de enfermería que nos atiende tampoco tiene cómo moverse”, lamentó.

El representante de los pacientes renales del Universitario calificó de “pedazo de bus” la unidad de transporte activa para su traslado.

“Si el paciente está en silla de ruedas eso es un calvario, porque ya ni plataforma especial para sillas tiene ese bus. La gente del Instituto Municipal del Transporte es bruta (sic), no tienen conciencia de lo que es un paciente renal”, criticó Tello.

Todo depende del agua
En el Centro de Diálisis de Occidente, el segundo más importante de la ciudad después del HUM, el tratamiento depende de la regularidad con que la Alcaldía de Maracaibo envíe camiones cisternas para surtir de agua el centro.

Aquí todo depende del agua. Si hay, nos dan tres horas de tratamiento; si no, solo dos, para que rinda para todos”, dijo una de las pacientes.

En el CDO había 32 máquinas en 2019, hoy solo 12 están activas para atender a un poco más de 80 pacientes divididos en dos turnos, tres veces a la semana.

“Generalmente, estamos complicados, porque si no hay agua todo se retrasa y, al no recibir tratamiento como es, nos ponemos mal. Ya estamos tan acostumbrados a dos horas que cuando nos dan tres salimos tambaleando. Aquí no nos van a matar los riñones, sino el olvido en el que nos tienen, siempre es una lucha por todo”, dijo Aurora, una paciente renal.

De acuerdo con cifras extraoficiales aportadas por los pacientes de ambos centros de atención, las muertes de pacientes renales en lo que va de año son cuatro en el HUM y uno en el CDO.

Las peticiones son generales y parecen no cambiar con el paso del tiempo. “Los pacientes renales siguen necesitando mayor atención. Ellos no están desahuciados para que reciban tanto maltrato, es gente que puede tener calidad de vida, pero siguen sin agua, con fallas eléctricas, sin transporte, y el gobierno sigue haciéndose la vista gorda”, denunció la hija de un paciente renal del CDO.


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