Padre de niños deportados de Trinidad: “Mis dos hijos tienen problemas en el corazón”

Félix Marcano, padre de Alicia y Zair, emigró hace dos años a Trinidad y Tobago para costear el tratamiento médico de sus dos pequeños. Enviaba dinero a su familia que quedó en Tucupita, estado Delta Amacuro. Este domingo fueron deportados, junto con ocho adultos y 16 menores de edad, por el gobierno trinitario, y aunque les permitieron volver se encuentran detenidos.

Caracas. “Estamos destrozados con toda esta situación”. Félix Marcano habla al teléfono muy afectado, son pocas las palabras que le permiten contar lo que vive su familia, deportada de Trinidad y Tobago el domingo 23 de noviembre. 

Alicia y su hermano, Zair Marcano, fueron detenidos el martes 17 de noviembre, junto con su mamá, Neslibeth Contreras, tras su llegada a Trinidad y Tobago. Su papá, Félix Marcano, los esperaba. Él emigró hace dos años y cuatro meses a ese país para poder costear el tratamiento de sus dos pequeños, porque en Venezuela no era posible hacerlo. 

Las medicinas ya no eran en soberanos sino en dólares, una consulta costaba hasta 30 dólares. Ambos tienen que estar tratamiento médico de por vida. Al principio mi hija comenzó con un tratamiento de bloqueadores que había que hacerlos en droguerías, pero por la situación del país no pudimos volver a comprarlos”, dijo después de una pausa para sosegar el llanto. Tomó fuerzas y prosiguió.

Alicia Marcano tiene nueve años y desde su nacimiento padece una enfermedad cardíaca. Cuando tenía un año fue operada y le pusieron un catéter. Mientras que su hermano, de cinco años, presenta un soplo en el corazón y además tiene un problema renal que le impide el crecimiento de forma normal. 

Ambos forman parte del grupo de 16 menores de edad que fueron deportados desde Trinidad y Tobago. Por casi 24 horas sus familiares desconocían cuáles eran sus condiciones de salud y no habían podido confirmar si estaban en Delta Amacuro. 

trinitario
Twitter: David Smolansky

Los medios locales indicaron que el domingo 23 de noviembre los montaron en dos embarcaciones alrededor de las 11:00 a. m. antes de su audiencia de habeas corpus. Una juez de la Corte Suprema de la isla emitió una sentencia para que devolvieran a los venezolanos, pero era tarde, las embarcaciones ya habían zarpado.

El grupo de venezolanos iba con poco combustible y alimentación. Radio Fe y Alegría confirmó que el grupo de 16 menores de edad y ocho adultos estaba en la barra Mariusa, en Delta Amacuro.

Según Fe y Alegría, Mariusa es una población indígena ubicada al norte de Tucupita. Una zona de palafitos y de aguas con bajo nivel. En una temporada del año permanece inundada y en otras con lodo. No tiene cobertura de teléfonos celulares

El grupo de deportados regresó a Trinidad y Tobago y permanecen detenidos. A través de dos videos denunciaron las condiciones de salud que presentan en las celdas donde se encuentran. Hay niños que continúan con vómitos, diarrea, fiebre y mucha hambre. Este niño no ha parado de llorar porque quiere tetero, dice la mujer que narra el video. 

Las mujeres también tienen dolencias en la columna, vientre y cabeza. Están hacinados en las celdas. Todos le suplicamos al Señor que nos saquen de esta celda, dijo.  

Este miércoles 25 de noviembre el primer ministro trinitario, Keith Rowley, expresó a través de su cuenta de Twitter que la llegada de migrantes venezolanos a su país era usada políticamente para “tratar de obligarnos a aceptar el estatuto de refugiado”. Además alegó que pretenden forzar a su nación a abrir las fronteras en medio de la pandemia a través de la migración ilegal.

Esperan que una pequeña nación insular de 1,3 millones de personas mantenga las fronteras abiertas con un vecino de al lado de 34 millones de personas incluso durante una pandemia, escribió.

Además catalogó a Venezuela como el país sudamericano líder pandillero, traficante de personas, de drogas y de armas. Nuestra nación facilitó el registro de 16.000 migrantes venezolanos. Nosotros, que estamos luchando para hacer frente a nuestras propias dificultades, le hemos brindado consuelo, ayuda y oportunidades.

La Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) expresó su preocupación por la deportación de los migrantes y exhortó al gobierno de Trinidad y Tobago garantizar el ingreso al territorio de venezolanos que buscan protección internacional por razones humanitarias urgentes; reiteró sus resoluciones 2/18, 4/19 y 1/20.

Emigró por la salud de sus hijos 

Félix Marcano emigró primero. Dejó a su familia en Tucupita, estado Delta Amacuro, y viajó a Trinidad para encontrar mejor calidad de vida y poder costear los altos tratamientos de sus dos hijos. En Delta Amacuro también viven sus hijos mayores, de 18 y 17 años, producto otra pareja.

Desde que se fue, aunque su situación no ha sido la mejor, pudo enviar dinero para el tratamiento médico y para mantener a su familia.

Su esposa, Neslibeth, y sus dos hijos partieron el domingo 15 de noviembre, a las 10:00 p. m., de La Horqueta y arribaron a la Barra a las 5:00 a. m. Es un viaje de aproximadamente ocho horas dependiendo de la embarcación y las condiciones del mar. Ahí estuvieron durante dos días esperando “la seña” para poder cruzar a Trinidad, hasta el martes 17 de noviembre cuando lo hicieron.

Foto: Cortesía Guardian/RISHI RAGOONATH

Según la explicación que brinda Radio Fe y Alegría, La Barra es una zona de selva extensa, mar y playas desoladas. Las otras son: Barra de Macareo, Barra de Pedernales, Barra de Winikina.

Félix detalló que el viaje entre La Barra y Trinidad podría tomar al menos 40 minutos, según el motor de la lancha y las condiciones del mar.

Los detuvieron en la playa, los llevaron a un centro médico e hicieron las pruebas de COVID-19, gracias a Dios salieron negativo. De ahí los llevaron a unos calabozos. Cuando los deportaron lo hicieron en el bote que ellos mismos repararon porque la policía lo rompió, contó Félix a Crónica.Uno.

Félix se enteró de la detención por terceros. Pasó todo el miércoles 18 de noviembre buscándolos por comisarías, hasta que a las 4:00 p. m. pudo confirmar que estaban en los calabozos de Erin. Ese día los vi como un minuto, me permitieron pasar a buscar el informe médico de mis hijos, que lo tenía mi esposa, así yo podría agilizar el proceso.

Datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) reflejan que los venezolanos salen del país para huir de la violencia, de la inseguridad, la escasez de alimentos, medicinas y servicios públicos. El éxodo de los venezolanos se convirtió en el más grande de la región recientemente, con más de 4 millones de venezolanos que viven en el exterior, la mayoría en América del Sur.

Entre abril y mayo de 2019 más de 60 venezolanos desaparecieron en embarcaciones que partieron desde Güiria y Falcón hacia Trinidad y Tobago. Diputados de la Asamblea Nacional que integraban la comisión para investigar estos hechos denunciaron una presunta complicidad entre las autoridades trinitarias y venezolanas, en una mafia de trata de personas.  

Pese a que el gobierno de Trinidad y Tobago se pronunció el martes 24 de noviembre, hasta el momento el gobierno de Nicolás Maduro no ha emitido un pronunciamiento oficial

Foto: Cortesía Guardian/RISHI RAGOONATH

El ministro de Seguridad Nacional, Stuart Young, desconoció en rueda de prensa que Trinidad y Tobago haya puesto en botes a los venezolanos y aseguró que su país tiene “todo el derecho de proteger a sus ciudadanos de personas que ingresan ilegalmente y rompen la ley”.

Aseguró que si una persona entra a su país de manera ilegal se convierte en una persona indeseable y tiene que afrontar las consecuencias penales.

“¿Alguien ha visto a esos niños? ¿Quiénes son? Muestren certificados de nacimiento para ver si realmente son menores de edad y si realmente esos son sus padres”, dijo refiriéndose a los papás de los menores de edad.


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