Padres de bebé fallecido denuncian contaminación en el Hospital Central de Maracay

Hospital Central de Maracay

Cristian Hurtado y Eliana Quiaro, es una joven pareja maracayera que pese al dolor de haber perdido a su primogénito con apenas 20 días de nacido, tienen la entereza de denunciar la presunta contaminación con una bacteria que aseguran, es una de las razones de su fallecimiento. La pareja debió cubrir absolutamente todos los exámenes y tratamientos médicos, que en este caso, superaron los 1700 dólares.

Maracay. Abraham Josué nació el pasado 9 de agosto de 2022, en el Hospital Central de Maracay (HCM). Lo hizo a las 36 semanas. Solo pesaba 1.40Kg y presentaba insuficiencia respiratoria. Por eso, los médicos tratantes decidieron ingresarlo a la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales UCIN, ubicada en el piso 4 del HCM. El 28 de agosto tuvo un paro respiratorio y al día siguiente falleció.

“Nuestro hijo duró 21 días en el hospital y en ese tiempo contrajo un hongo hospitalario que está afectando a otros bebés”, dicen con absoluta seguridad sus jóvenes padres, Cristian Hurtado y Eliena Quero, ambos de Maracay.

Hurtado detalló que durante la hospitalización de su pequeño, se le realizaron al menos tres hemocultivos; un examen de laboratorio que permite verificar si hay bacterias u otros microbios en las muestras de sangre.

Los dos primeros exámenes arrojaron el mismo resultado: cándida krusei, una de las 150 especies potencialmente patógenas de la candidiasis y de las pocas que produce infecciones en humanos. El tercer examen se quedó en los archivos del laboratorio, porque para entonces ya Abraham había muerto.

Durante la entrevista con Crónica.Uno, Cristian explicó que acudió hasta la dirección del Hospital Central de Maracay, para exigir a las autoridades y a los médicos, una explicación sobre lo que considera una grave contaminación hospitalaria.

Hospital Central de Maracay
Uno de los tres hemocultivos que le realizaron al bebé en el que se confirma la cándida krusei. Foto: Cortesía

Me preocupaba no solo mi hijo, sino los otros bebés que estaban en las mismas condiciones que el mío. La respuesta que me dieron es que la cándida existe en el hospital y que cualquiera se puede contaminar hasta en las escaleras”, narra sorprendido Hurtado.

Los padres de Abraham siguen preguntándose por qué si se sabe de la existencia de esta bacteria, no se ha hecho nada para contrarrestarla. Para el momento de la hospitalización de Abraham, habían más de 50 recién nacidos en la UCIN.

Y las labores de limpieza eran una o dos veces a la semana. La única vez que vi un barrido fue justamente el día que hice el reclamo en dirección”, sostuvo Cristian.

Tanto Cristian como Eliana están conscientes que el estado de su bebé era delicado, pero nunca perdieron la fe de que pudiera recuperarse. Su madre cumplió un riguroso control prenatal y se sometió a todos los exámenes preliminares que recomendaba su ginecólogo.

Eliana ingresó al HCM a las 11:00 A.M del 9 de agosto y no fue sino hasta las 6:00 P.M de esa día, que entró a quirófano para una cesárea. Abraham fue a una incubadora y ella fue trasladada al piso uno.

“No olvido el llanto de mi bebé cuando nació”, rememora, mientras narra cómo para verlo por primera vez, debió bajar las escaleras porque los ascensores del hospital casi nunca funcionan.

“Fue la emoción más grande del mundo- cuenta Eliana- pero duró poco porque al día siguiente me dicen que lo van a pasar a la UCI”.

El costo de una vida

Durante los 21 días que Abraham estuvo en la unidad de cuidados intensivos, sus padres debieron turnarse para no alejarse del hospital. Cristian era quien más se quedaba en las noches, junto a otros papás que pernoctan en las áreas externas del hospital.

En cualquier momento salía un médico o una enfermera para pedir medicamentos o un examen y te dicen en qué clínicas o laboratorios debes hacer los exámenes”, dice tajante Cristian Hurtado.

Para ese momento, a Abraham Josué ya le habían suministrado antibióticos (Meropenem) por una posible infección, sin que le hayan practicado algún examen previo que lo corroborara.

Hospital Central de Maracay
Cristian Hurtado y Eliana Quiaro denuncian contaminación en el Hospital Central de Maracay Foto Gregoria Diaz

Lo siguiente fueron días de continuos exámenes y tratamientos que fueron costeados en su totalidad por la pareja. Lo primero que le anuncian es que el bebé requiere una ecografía del cerebro. Y para ello, los padres de Abraham debieron contratar a una ecografista externa para que realizara el examen dentro del propio hospital.

Todo lo tuvimos que costear nosotros, desde inyectadoras, guantes, sondas, medicamentos costosos que algunos superan los 100 dólares. A mi hijo le ordenaban hematologías cada dos días que alcanzan los 50 dólares y calculamos que fueron más de 1700 dólares lo que gastamos para que a nuestro hijo no le faltara nada”, sostiene el padre.

Pero todo fue inútil. Aunque Cristian y Eliana creen que con su testimonio, tal vez alguna autoridad sanitaria hace algo para evitar más recién nacidos contaminados en el HCM y sus posibles muertes.

Con esto no vamos a revivir a nuestro hijo, pero la idea es salvar más vidas porque como nosotros hay más padres a quienes les pido hagan un llamado de atención y nos unamos para que el hospital mejore y cualquier mamá pueda dar a luz allí y estar tranquila”, dice Cristian Hurtado.

La pareja se queda con el gran dolor de haber perdido a su primogénito. Aunque los reconforta el recuerdo de haberlo visto luchar por su vida.

“Nuestro bebé fue un guerrero. Quiso vivir hasta el último instante”, dice su papá con voz entrecortada, mientras muestra una de las dos únicas fotografías que logró hacerle a Abraham, cuando éste le sujetaba los dedos horas antes de fallecer.


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