Padres en Bolívar venden sus electrodomésticos para costear inscripciones escolares

inscripciones escolares

Pese a que comenzaron formalmente las clases, hay padres que aún no completan el dinero para pagar los costos de inscripciones escolares y la primera mensualidad del año 2020-2021. La mayoría se desprende de los objetos de valor en su casa para mantener a sus hijos en el sistema de educación privada. Desde la venta de una herramienta hasta electrodomésticos es parte del sacrificio de padres y representantes para costear inscripciones escolares y mensualidades. Ello no garantiza los pagos que deben asumir el resto del año escolar.

Puerto Ordaz. La mayoría de los colegios privados en Ciudad Guayana presentaron estructuras de costos que fijan las inscripciones y mensualidades entre 30 y 36 dólares, en promedio. Estos montos equivalen a entre 10 millones y 13 millones de bolívares por alumno, solo por concepto de inscripción.

Tengo los dólares porque, en mi caso, el papá de mi hijo trabaja en otro país y manda mensualmente. Ahorita aportó la mayor parte del monto de la inscripción escolar”, dijo una representante del colegio Monte Carmelo, en Puerto Ordaz.

Hasta este 16 de septiembre, cuando comenzó formalmente el año escolar 2020-2021, seguían sin completarse todas las inscripciones estimadas en cada institución. Algunos planteles ofrecieron a padres y representantes la opción de cumplir solo con la inscripción, y posteriormente cancelar la mensualidad.

Trabajadores de las empresas básicas contaban anteriormente con el beneficio de pago de colegios privados, gracias a las contrataciones colectivas. Venalum, por ejemplo, gozaba de la cancelación de 100 % del costo de la inscripción y mensualidad de cada hijo. Para la educación universitaria, 100 % de la inscripción y 50 % de las mensualidades.

Año escolar en riesgo

Ángel Brito es trabajador de Venalum. Hasta el año escolar que culminó pagaba Bs. 1.300.000 por cada uno de sus tres hijos inscritos. A partir de junio, la empresa solo empezó a reconocer 1 millón de bolívares, y el resto debía cancelarlo por su cuenta.

Ahora, con la dolarización de las inscripciones escolares y las mensualidades, desconoce si la empresa honrará esos pagos: “Si no estaban honrando aquel monto, ¿cómo pueden honrar el monto nuevo?”.

Para este nuevo período le correspondió inscribir solo a dos de sus hijos en edad escolar, la mayor culminó bachillerato. Por cada uno corresponde un pago de 66 dólares, 33 de inscripción y 33 en mensualidad de septiembre.

Vendí un hidrojet, vendí una neverita pequeña que tenía, y así he ido vendiendo cosas para ir subsanando la situación alimentaria y la de la educación de los niños. En el Gonzalo Méndez, para ayudar a los padres y representantes, exoneraron el seguro escolar, que estaba por el orden de los nueve dólares”, explicó.

Hasta ahora solo cumplió con las inscripciones de ambos, 66 dólares.

“El año escolar lo pienso asumir a riesgo de que Venalum no reconozca el pago. Muchos trabajadores no han podido inscribir. Yo lo que gano son 7 millones de bolívares mensuales. Muchos ganan eso en promedio, y cuando la inscripción la llevas al cambio, los 66 dólares que pagué fueron más de 23 millones de bolívares. No está fácil. Sin embargo, asumo la responsabilidad y el compromiso, pensando en la educación de mis hijos, y porque ahorita el sistema de educación pública no nos ofrece absolutamente ningún tipo de garantías”, sostuvo Brito.

Ramón Gómez, secretario del Sindicato Único de Empleados Públicos de la Corporación Venezolana de Guayana (Sunep-CVG), señaló que han recibido quejas de los trabajadores que no han podido cumplir con las inscripciones escolares de sus hijos.

El problema de los trabajadores es cómo hacer para pagar las matrículas. A través de las convenciones colectivas la CVG debe pagar 75 % del monto de la inscripción a cada uno de los trabajadores, para que inscriba a los hijos en edad escolar. La CVG no ha cumplido y estos han tenido que vender cualquier objeto de valor, un electrodoméstico, herramientas. Los que tenían el carro dañado han optado por venderlo para poder inscribir a sus hijos, y dicen que si pagan la inscripción, cómo pagan luego las mensualidades”, expuso.

De privado a público

Otros representantes, como Karina Durán, se negaban a que sus hijos abandonaran la educación privada por la pública. El argumento es el estado en que se encuentra la mayoría de estas instituciones y las constantes suspensiones de clases por protestas de docentes que reclaman sus reivindicaciones laborales.

A Karina no le quedó otra opción, era eso o que su hija de 10 años perdiera el año.

Incluso, lo pensé. Que perdiera al año y después regresara, porque con el tema de las clases a distancia siento que no aprenden igual. Pero al final decidí cambiar a escuela pública, porque me es imposible pagar todos los meses 30 dólares, si apenas me alcanza para la comida. Trataré de darle más acompañamiento para reforzar la parte educativa”, aseguró Durán.

Pese a las protestas que han hecho representantes por los nuevos costos de las inscripciones escolares y su respectiva mensualidad, las directivas de los colegios privados sostienen que el hecho de que estén en clases no presenciales no significa una reducción de gastos en su estructura de costos.

Destacan el tema de los salarios de los docentes, mantenimiento de infraestructuras, servicios básicos y previsiones para el transcurso de todo el año escolar en medio de la hiperinflación en Venezuela, que ahoga a ambas partes.


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