A siete meses del anuncio oficial, el mecanismo promovido por la Alcaldía del municipio Vargas: pago digital, no se aplica en ninguna unidad de transporte público en la región. Para muchos guaireños, todo se hizo inviable por presiones de las mafias del gremio de transportistas. Mientras tanto, sigue el dolor de cabeza para tener efectivo y pagar el pasaje en las pocas unidades que circulan diariamente en las vías del Litoral Central.

La Guaira. Después de siete meses de su inicio formal por parte de la Alcaldía del municipio Vargas, el sistema de pago digital del pasaje de rutas locales, simplemente, no funciona.

El 19 de febrero de este año, el alcalde José Alejandro Terán, aspirante a la gobernación del estado, anunció el arranque de dicho sistema, con el cual se buscaba resolver las dificultades del dinero en efectivo y, al mismo tiempo, promover el cumplimiento de las tarifas autorizadas según Gaceta Municipal.

Pero la puesta en escena no logró los objetivos: en este momento ninguna unidad de trasporte público labora bajo el programa.

Ni los rojos de la alcaldía lo hacen. Eso nunca funcionó realmente, porque las mafias del transporte son muy fuertes”, dijo Emilia Liscano, que esperaba un bus en la parada de la calle Los Baños, en Maiquetía, en el oeste del Litoral Central.

pago digital
A los trabajadores de la Alcaldía de Vargas no se les dotó de las tarjetas de Valeven. Foto: Cortesía Mirna Montemayor

El sistema digital del pasaje que propuso la Alcaldía de Vargas consistía en la emisión de unas tarjetas de la empresa Valeven, las cuales, a su vez, generarían un código QR que facilitaba la cancelación del servicio público en autobuses de marca Yutong (con subsidio estatal).

En la primera fase de ejecución del plan, unos 5000 empleados de la alcaldía y otros 3000 de la Gobernación de La Guaira y demás organismos públicos iban a ser provistos de los plásticos, mientras que los choferes de 30 unidades de la ruta municipal accederían a la billetera móvil, mediante la descarga de una aplicación o al suscribirse por el portal de Internet de Valeven. No obstante, ello quedó en palabras.

“La gran mayoría de los empleados de la Alcaldía no recibió las respectivas tarjetas, mucho menos se vendieron las mismas en los terminales de Catia La Mar y La Guaira, y a los transportistas nunca se nos habló claro del tema”, comentó Josías Armas, avance de un colector que cubre la ruta urbana entre Catia La Mar y Caraballeda.

“Aquí siempre pierde el pueblo”

En la medida en que el sistema digital fracasó, el día a día de los pasajeros se mantiene con largas colas en las paradas de autobuses, escasez de efectivo, alzas casi mensuales en las tarifas (actualmente se paga Bs. 500.000), sin distancia física en el interior de las unidades y su merma, cada vez más visible, en las avenidas principales.

“Aquí siempre pierde el pueblo, no es mucho lo que se puede hacer”, indicó Fermina Mayora, que ha preferido caminar con sus bolsas de mercado a cuestas, pues no tenía efectivo para cancelar el pasaje entre el mercado de Maiquetía y su vivienda, ubicada en el sector La Cabrería de La Guaira.

No son pocos los que como Mayora optan por no aguardar un bus en una parada y caminan varios kilómetros para retornar a sus hogares.

Después de las dos de la tarde, no hay carros y los abusadores cobran hasta un dólar de pasaje”, agregó Mayora, una maestra jubilada de 62 años de edad.

De acuerdo con funcionarios del Instituto Municipal de Vialidad, Tránsito y Transporte Colectivo, en el Litoral Central circulan aproximadamente 40 unidades de líneas privadas y de subsidio estatal.


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