La agrupación La Verde Clarita, nativa de Carabobo, tiene unos 16 discos grabados. Las canciones hablaban de la bonanza económica, de la pujante zona industrial de las décadas del 60, 70 y 80. “Escuchar los discos de La Verde Clarita es imaginar cómo era todo en Venezuela en esos años. Le cantábamos a la familia, la prensa, a las industrias, cuerpos de seguridad”, dice Pedro Guevara, de 97 años de edad, que durante 53 años fue el cuatrista de la agrupación.

Valencia. Este 13 de diciembre la agrupación parrandera La Verde Clarita celebra sus 80 años. Esta agrupación musical navideña nació en El Central Tacarigua, que fue considerado como el eje azucarero más importante del país. El nombre de esta parranda proviene de lo clara que es el azúcar y lo verde de la caña.

Pedro Guevara, que por 53 años fue el cuatrista de La Verde Clarita, recordó que cuando se fundó la agrupación eran jóvenes de entre 15 y 20 años de edad que solo querían alegrar las festividades decembrinas.

Guevara, que ya tiene 97 años de edad y se mantiene con una mente lúcida, relató con entusiasmo todo lo que significó La Verde Clarita. Era una época de bonanza económica, de nuevas tecnologías, fueron los primeros parranderos en presentarse en televisión. La añoranza es por las décadas de los 60,70 y 80.

verde clarita
Con sus 97 años de edad aún ayuda a la agrupación. Foto: Cortesía.

En 1961 grabaron su primer disco. Pedro Guevara fue el arreglista de unas 150 tonadas. Hasta 1994 grabaron unos 16 discos, es la cuenta que lleva este hombre que mantiene sus recuerdos intactos, y que se estremece al tener entre sus manos el cuatro que tocó por varias décadas.

La agrupación traspasó las fronteras de Carabobo, llevaron su música y alegría a Barquisimeto, San Carlos, Coro, Caracas, Maracay y Maracaibo.

Éramos muy conocidos. La gente esperaba diciembre para escucharnos”, comentó Guevara.

Las canciones también hablaban de la pujante zona industrial. “Escuchar los discos de La Verde Clarita es imaginar cómo era todo en Venezuela en esos años. Le cantábamos a la familia, la prensa, a las industrias, cuerpos de seguridad”.

Pedro Guevara inició su carrera musical en La Verde Clarita con apenas 16 años de edad. Desde los 10 años él y sus hermanos quedaron huérfanos, así que la responsabilidad de mantener a la familia recayó en Pedro.

Trabajó en casas de familia limpiando. Poco a poco fue integrándose también a la vida educativa. Del Ince se graduó como técnico en mantenimiento mecánico. También fue chofer de camiones y conductor del Ferrocarril del Central Tacarigua. Trabajó en la agricultura. En 1950 conoció a su esposa en medio de un concierto y hasta la fecha están juntos.

Conversar con don Pedro Guevara es deleitarse con la historia de un país que crecía al ritmo pujante de su economía. Es pasear por las parrandas navideñas, por ello estudiantes de bachillerato buscan a este hombre para conocer más de la historia del Central Tacarigua.

A mí me vienen a visitar los muchachos estudiantes para que yo les cuente la historia de la parranda, del Central Tacarigua (…) Yo todavía voy a los ensayos de la parranda y los ayudo”.

Reconocimiento

La agrupación fue consolidada como Patrimonio Artístico Cultural de Carabobo desde 1992, y ha sido reconocida como Patrimonio Cultural del Caribe por la Unesco.

También han recibido reconocimientos por parte de las alcaldías de Valencia, Carlos Arvelo y la Cámara de Comercio.

Celebración precaria

Hirter Eufemio Tovar, director de La Verde Clarita, aseguró que en la actualidad la agrupación está confinada a consecuencia de la pandemia por COVID-19. Para celebrar los 80 años están haciendo un collage con las canciones más emblemáticas.

El 13 de diciembre también se celebra el Día del Parrandero en Carabobo. La Verde Clarita va a celebrar ocho décadas de trayectoria musical con instrumentos desgastados. El aporte económico es nulo, a pesar de ser patrimonio cultural de Carabobo.

Los 14 miembros que integran la parranda no cuentan con los recursos económicos para poder adquirir instrumentos musicales. Tovar aseguró que pueden darle mantenimiento a los tambores, charrascas, furrucos y maracas. Sin embargo, el cuatro y el violín quedan por fuera.

Para grabar una canción deben pagar 40 dólares, cantidad que no tienen. Tovar insistió en que quieren continuar con la tradición de la parranda navideña, por ello pide a los organismos gubernamentales que los apoyen económicamente para poder seguir llevando alegría.

“Yo le pido al gobierno regional o gobierno nacional que asuma La Verde Clarita, y nos dé un cronograma de trabajo para dictar talleres de fabricación de instrumentos típicos de la parranda, para continuar con la tradición. Por los recursos limitados no hemos podido hacer instrumentos nuevos”, dijo Tovar.


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