El PCV sostiene que las violaciones de los DD. HH. en Venezuela no son una política estatal

Carlos Aquino, responsable de comunicaciones y prensa del PCV, conversó con Crónica.Uno sobre el estatus de la relación entre el PSUV y los comunistas. Reconoció que en la administración de Maduro se violan los Derechos Humanos pero ven el problema como casos aislados. Aclara que una eventual ruptura del PCV con Maduro no necesariamente arrastrará a aliados indispensables de Miraflores como Cuba o China, pero señala: “Claro que tendría un impacto en la posición de los partidos comunistas y los movimientos de izquierda”.

Caracas. La relación del Partido Comunista de Venezuela (PCV) con el chavismo data de mediados de los años 90, cuando luego de haber salido de prisión por haber intentado derrocar al gobierno legítimamente electo, Hugo Chávez comenzó a recorrer el país para finalmente presentar su candidatura presidencial.

Aunque el PCV venía de formar parte de la alianza electoral que llevó a Rafael Caldera por segunda vez a la presidencia en 1993, el histórico partido fundado en 1931 no tuvo reparos en expresar sus simpatías con el militar golpista. Esas simpatías se convirtieron en una alianza en 1998 cuando el partido comunista le dio su apoyo electoral formal a Chávez.

Posteriormente en 2013, ante la muerte de Chávez, el PCV dio su apoyo a Nicolás Maduro. Respaldo que ratificó el 26 de febrero de 2018, cuando las directivas de ambas toldas firmaron el Acuerdo Unitario Marco, que establece un compromiso de gobierno de amplia base.

El pasado 1° de julio, el PCV denunció que ni Maduro ni el PSUV estaban cumpliendo el acuerdo. Es más, denunciaron el incumplimiento sistemático y total del compromiso. El responsable de comunicaciones y prensa del PCV, Carlos Aquino, conversó con Crónica.Uno sobre este y otros temas de interés en las oficinas del periódico de esa tolda, Tribuna Popular, el 17 de julio.

¿La denuncia realizada por el secretario general del PCV el pasado 1° de julio contra Maduro y el PSUV significa la ruptura del PCV con Maduro o se trata de otro ultimátum?

–No hemos tomado esa decisión y por ende no hemos anunciado eso. Si algún día lo decidimos, lo anunciaremos. El 26 de febrero de 2018 el PSUV y el PCV suscribimos un Acuerdo Unitario Marco. Ese documento es la base sobre la cual el PCV apoyó la candidatura de Maduro para las elecciones presidenciales del 20 de mayo. A partir de entonces nosotros hemos hecho un análisis continuo y hemos evidenciado que en todo este tiempo ha habido un incumplimiento integral y sistemático por parte del PSUV y del gobierno de este acuerdo.

¿Ha habido reuniones entre las directivas de ambos partidos desde la firma del acuerdo?

–No. Ese es uno de los puntos del acuerdo: la realización de reuniones regulares entre ambas organizaciones.

¿Qué más hace falta para que el PCV se deslinde definitivamente de Maduro?

–Si no se presta atención a los llamados de alerta, si no hay rectificación y además hay un incremento de prácticas antipopulares; si el gobierno no solo incumple el acuerdo sino que hace todo lo contrario a lo planteado en el acuerdo, el gobierno estaría poniendo de manifiesto su voluntad de ir en contra de los principios planteados en el acuerdo. En esas circunstancias se estaría planteando la ruptura del gobierno con los principios que cimentan la relación.

¿Luego del llamado de atención del PCV al PSUV del primero de julio han recibido alguna respuesta, una llamada, una invitación a reunirse de parte de Maduro o de la Dirección Nacional del PSUV?

–No. Después de la declaración del 1° de julio no ha habido ninguna comunicación pública ni privada del PSUV en respuesta a nuestros planteamientos, hasta el día de hoy (17/07/2019).

El peso real del PCV

Foto cortesía Prensa PCV

En los últimos meses, con la mediación del Reino de Noruega, el sector del oficialismo representado por Nicolás Maduro, y la oposición liderada por Juan Guaidó han entablado un nuevo intento de diálogo para buscar una salida negociada a la crisis.

El pasado 9 de julio, el canciller de Cuba, integrante del buró del Partido Comunista de Cuba (PCC), Bruno Rodríguez, salió en apoyo al diálogo. Ese mismo día, el vocero del gobierno Chino, Geng Shuang, dijo que ese país esperaba que “el gobierno y la oposición de Venezuela lleguen cuanto antes a consensos sustantivos para restaurar el desarrollo estable de Venezuela”.

El respaldo a un proceso de negociación en Venezuela por parte de un aliado político ideológico fundamental para Maduro como Cuba y de un aliado comercial indispensable como China, dice por un lado que ambos reconocen el foso en el que está metido el país y por otro lado, que no piensan quedarse como aliados ciegos, sordos y mudos frente a la situación.

¿El PCV, el PCC y el PCCh mantienen algún tipo de intercambio periódico para discutir el desarrollo del proceso político venezolano?

–Nosotros tenemos relaciones cordiales, fraternales y de mucho respeto con el PCC, con el PCCh y en general con el movimiento comunista internacional. Tenemos comunicación fluida con ambas organizaciones.

¿Si el PCV rompiera finalmente con Maduro, esa decisión podría conllevar a un retiro del apoyo o un distanciamiento del PCC y el PCCh respecto al gobierno venezolano?

–Ningún partido comunista le traza la línea a otro partido. Por ejemplo, nosotros somos partidarios de las relaciones del gobierno venezolano con el gobierno de la Federación Rusa, aunque el Partido Comunista de la Federación Rusa y todo el movimiento comunista ruso es oposición al gobierno de Vladimir Putin. No quiere decir que nosotros veamos con buenos ojos el gobierno de Putin, sino que entendemos que hay razones de Estado que validan la búsqueda de alianzas con fuerzas con las que incluso no compartes concepciones, frente a un enemigo más poderoso, en este caso el imperialismo estadounidense. Si el PCV decide romper con Maduro, eso no es un lineamiento para los demás partidos comunistas del mundo.

¿Significa entonces que el PCC podría seguir aliado a Maduro independientemente de si la revolución que Chávez prometió termina de extinguirse? ¿Qué es lo que une entonces al PCC a Venezuela si no es la revolución?

–Es legítimo que cada partido comunista tenga su lectura e interpretación de lo que ocurre en un país. Uno puede compartir o no los análisis pero no puede censurarlos. En el movimiento comunista internacional hay visiones muy diversas sobre eso que llamas ‘revolución’, término que nosotros no asumimos. Algunas visiones están en sintonía con este proceso y otras son muy críticas. Para nosotros todas son respetables. Nosotros fijamos nuestra posición pero el acompañarlas o no es un derecho de todos los partidos comunistas.

¿Cuál es el peso actual del PCV en la alianza con Maduro? ¿Por qué a Maduro le debería importar que ustedes no le quiten su apoyo?

–Me atrevería a suponer que algo le importa. Si no le importara, por qué se han empeñado siempre en buscar que el PCV esté en las alianzas electorales, se articule y muestre su respaldo. Uno de los problemas a lo largo de estos 20 años es que el interés se ha quedado en dar una imagen de unidad, pero esa imagen no es reflejo de una verdadera unidad. Se hacen las alianzas electorales y luego de las elecciones cesan las reuniones y dejan de contestar los teléfonos. Nos guste o no, el PCV es un referente político y moral en el mundo que Chávez y Maduro han mostrado como parte de una supuesta alianza. No esperamos ni aspiramos que partidos comunistas adopten nuestras posiciones pero sabemos que las posiciones que asume el PCV son referente para una cantidad importante de organizaciones de izquierda, no solo partidos comunistas.

Entonces si el PCV le quita el apoyo a Maduro podría tener un impacto negativo en el respaldo de partidos y movimientos de la izquierda mundial a su gobierno…

–Sí. Impacto va a tener. Pero es un ejercicio muy grande de especulación. Va a depender de en qué términos se da esa ruptura. Con qué fuerza. Es muy probable que el fotografiarse con el PCV le haya dado a Chávez y a Maduro un aura de izquierda, de socialistas o de revolucionarios.

Se violan derechos
Protestas en los hospitales de Caracas. Foto: Francisco Bruzco

Aquino es tajante al afirmar que desde la perspectiva del PCV, en Venezuela no hay socialismo ni revolución, pese a ello, “a lo largo de estos 20 años, nosotros hemos respaldado determinadas políticas de Chávez y seguimos respaldando determinadas políticas de Maduro pero siempre hemos sido muy críticos con ambos”, afirma.

¿Podría mencionar dos o tres políticas de Maduro que ustedes comparten?

–Nosotros respaldamos la política internacional de fortalecimiento de la multipolaridad. La política de solidaridad con los pueblos, debilitada hoy día por la caída de los precios del petróleo. Respaldamos aspectos de las políticas sociales. Tenemos críticas con respecto a cómo se aplican pero no puede negarse que el apoyo con la caja Clap, por ejemplo, es una política correcta. O la política habitacional, con críticas, creemos que el concepto es correcto.

Y tres políticas de Maduro que ustedes no comparten…

–Está avanzando un proceso de reprivatización de empresas públicas, eso no lo compartimos. Se está facilitando y abaratando el despido de trabajadores. Se está flexibilizando el cumplimiento de las convenciones colectivas con lineamientos emanados del Ministerio del Trabajo. Esos elementos no los compartimos. No se está combatiendo como se debería la dolarización de facto de la economía, se está dejando que transcurra a sus anchas. Eso no lo compartimos.

¿Y la política del Estado para los Derechos Humanos la comparten? Esto a propósito del informe de Michelle Bachelet y de las cada vez más recurrentes denuncias sobre violaciones sistemáticas de los Derechos Humanos por parte del gobierno de Maduro: represión, FAES, torturas, Albán, el capitán Arévalo…

–En Venezuela hay violaciones de los Derechos Humanos. Claro que sí las hay. Nosotros hemos denunciado más de una vez violaciones de ese tipo contra militantes y no militantes del PCV, aunque no son tan noticiosas como otras, pero también decimos que no es una política de Estado. Hacemos una diferenciación. No lo vemos como un lineamiento emanado desde los más altos niveles de gobierno para la violación sistemática de los derechos humanos. Ocurre en instituciones del Estado. Ocurre con funcionarios del Estado. Pero no es un lineamiento. Claro que ha podido hacerse más y debe hacerse más con el poder de las instituciones para combatir las violaciones a los derechos humanos que están ocurriendo.

¿Eso lo sostienen a pesar de que el informe de Bachelet señala, por ejemplo, que en el programa “Con el Mazo Dando” el presidente de la constituyente mantiene una retórica que desacredita y ataca a la oposición? ¿O que exjueces, exmagistrados, exfiscales y hasta un exdirector del Sebin han denunciado haber recibido órdenes expresas de torcer investigaciones o juicios?

–Tendríamos que asumir que las declaraciones de estos personajes son verdad y que no tienen ningún interés de lograr mejores tratos con sus nuevos amigos en Estados Unidos. Nosotros tenemos una duda razonable respecto a la veracidad de esas declaraciones y no lo digo para negar la violación de DD. HH. Ahora bien, no compartimos muchas actuaciones de personajes que asumen actitudes que no se corresponden con el cargo que tienen. Hablando de dirigentes políticos y conductores de medios de comunicación, por ejemplo, Mario Silva en “La Hojilla”. Nosotros reprobamos muchas de las actuaciones que hace en su programa. Diosdado Cabello hace dos semanas cometió un exabrupto en su programa, calificando de terrorista a un profesor que había sido detenido en Aragua. Nosotros denunciamos que había sido una detención ilegal. A la semana siguiente tuvo que desmentirse y disculparse.

Cuando usted ve el Arco Minero y todo el atropello a los pueblos indígenas; cuando usted ve el repunte preocupante de embarazo adolescente porque entre otras cosas no hay campañas educativas; cuando usted ve la detención de una clarinetista por denunciar en su cuenta Twitter un caso de discriminación política; cuando ve las denuncias sobre las actuaciones de las FAES ¿ustedes pueden sostener que aquí no hay un lineamiento claro contra los DD. HH?

–El año pasado nosotros denunciamos extorsiones de las FAES contra cuadros nuestros en Táchira que estaban combatiendo la corrupción en ese estado y se pretendió montar un expediente falso. No somos nosotros los que vamos a salir en defensa de las FAES. El Arco Minero: eso no es solo un problema que tiene que ver con pueblos indígenas, tiene que ver con la soberanía. Ese es un lineamiento equivocado del gobierno nacional y lo hemos denunciado. Pero eso no nos lleva a decir que en todos los ámbitos del gobierno hay una política de violación de los Derechos Humanos.

Con Guaidó ni a la esquina
Foto cortesía Prensa PCV

Usted sostuvo antes que los partidos comunistas pueden llegar a establecer alianzas con factores con los que no coinciden plenamente pero que pudieran tener un enemigo común ¿Si el PCV rompe con Maduro, es factible una alianza con el movimiento de oposición encabezado por Juan Guaidó que está tratando de propiciar una salida a la crisis a través de mecanismos como Barbados, el Grupo de Lima, el Grupo Internacional de Contacto?

–No. No tajante. Dices que él está planteando salida a la crisis. Eso no es verdad. No estamos haciendo el mismo planteamiento. La salida que plantean estos sectores es contra los intereses del país, a favor de intereses extranjeros y de la burguesía. La salida que plantea el PCV junto a sectores revolucionarios es una salida de defensa de la soberanía, la autodeterminación y los intereses del pueblo. Aunque pareciera que ambos hablamos de salida a la crisis, es diametralmente contrario. Ese es uno de los muchos aspectos por los cuales no nos planteamos ni nos plantearemos cualquier forma o tipo de alianza o acercamiento con ese señor, con el grupo de representa.

¿Ni siquiera un acercamiento a la Asamblea Nacional donde ustedes tienen tres diputados?

–Nosotros sobre la Asamblea Nacional en desacato lo que sostenemos es que lo que corresponde es su disolución porque se ha convertido en el principal instrumento de desestabilización y su presidente ha pretendido usurpar los poderes de la presidencia de la República.

Bueno, entonces el PCV reconoce a Guaidó como el presidente de la Asamblea Nacional. Eso es algo, pues para el PSUV, el presidente de la AN es Henry Ramos Allup…

–Eso lo dice el TSJ. Quien está a la cabeza de la AN en desacato, en la presidencia de la AN es el señor Guaidó y es quien ha encabezado junto a la Asamblea Nacional el delito de usurpación de funciones en la presidencia. Y además han instigado por una intervención militar extranjera en nuestro país. Son elementos para no discutir una alianza con ese señor ¿Podemos hablar? Podemos hablar con Trump, que es el jefe de Guaidó, para decirle los puntos y los criterios del PCV, no para establecer una alianza.

¿Y ustedes cómo plantean una disolución de la AN si la Constitución solo establece una manera para hacerlo y ese escenario no se ha cumplido?

–En criterio del PCV lo que corresponde es que la ANC como poder supraconstitucional disuelva a la AN en desacato, reforme la LOPE para garantizar la representación proporcional de minorías y el financiamiento estatal de las campañas electorales, y finalmente convoque unas nuevas elecciones para el Parlamento.


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