El mandamás de los capitalinos falleció en la ciudad de Miami. Tenía 75 años y estaba al frente de los melenudos desde la temporada 2008-2009. Bajo su gestión, el equipo jugó tres finales y ganó un título.

Caracas. El presidente de los Leones del Caracas, Luis Ávila, falleció a los 75 años en la ciudad de Miami, según confirmó en un comunicado la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP).

Ávila, un ingeniero industrial con postgrado en Administración de Empresas, trabajó desde 1985 en la Organización Cisneros —grupo propietario de los capitalinos— antes de incorporarse en 2001 a la junta directiva de los selváticos como mano derecha del presidente Ariel Prat, a quien sustituyó en el cargo a partir de la temporada 2008-2009.

“Fue una gran sorpresa (ser presidente), ni siquiera vislumbraba que iba a suceder, porque estaba Ariel Prat, con muchos años en la organización, una persona de muy alto nivel”, dijo al respecto Ávila en una entrevista del año pasado, según refiere el comunicado de la LVBP.

Al frente de Leones, Ávila llegó a tres finales y ganó la de la temporada 2009-2010 contra los Navegantes del Magallanes. En las últimas campañas, el directivo desmintió varias veces los rumores de venta del bando caraquista, que ha lidiado con problemas económicos recientemente.

El dirigente y la junta directiva de los capitalinos pretendían iniciar una reestructuración para mejorar la competitividad de la novena de cara a la temporada 2021-2022 de la LVBP. Como parte de esa estrategia, Leones contrató al piloto de la Vinotinto de beisbol, José Alguacil, como nuevo manager y también hizo algunos movimientos, entre ellos la llegada vía cambio de los lanzadores Luis Ysla y Eduardo Paredes.

El fallecimiento de Ávila generó reacciones de pesar en el seno del circuito rentado. El expresidente de la LVBP, José Grasso Vecchio, admitió que la noticia le llenó de “mucha tristeza”, mientras que el también exdirigente, Humberto Angrisano, describió al presidente del Caracas como “un hombre sencillo y profesional” y como un “pilar fundamental” en la estructura de la LVBP en los últimos años. Desde Leones, la caracterización del mandamás, quien deja una esposa y dos hijos, es la de “un hombre de beisbol e inmejorable persona que siempre sintió pasión por el equipo”.

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