Pese a crisis del sector y poca oferta académica jóvenes apuestan estudiar carreras relacionadas con el ramo de la salud en Monagas

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La crisis de salud que persiste en el país no ha sido impedimento para que los jóvenes se interesen por estudiar carreras relacionadas con este sector. Bachilleres monaguenses hacen cola en las afueras de la Unerg para poder inscribirse, incluso pernoctan en este espacio, junto con sus padres, para reservar su puesto en la cola y poder conseguir un cupo en esa casa de estudios.

Maturín. Aunque son notorias las necesidades que enfrenta el sector salud en Venezuela, la demanda por estudiar una carrera en el área ha crecido en el estado Monagas. La cantidad de jóvenes que acuden a la Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos (Unerg) a solicitar un cupo en dicha especialidad, según sus autoridades, ha crecido.

Antes de ser inaugurada la sede en Maturín, en Monagas ya se contemplaba la cantidad de estudiantes que aspiraban a un cupo en esta universidad. El deseo de permanecer en su estado natal y estudiar la “carrera de sus sueños”, se había convertido en el principal impulso de muchos jóvenes.

A diferencia de sus pares de Anzoátegui, Bolívar y Sucre, en los que se imparten carreras en el área de la salud, en el núcleo monaguense de la Universidad de Oriente solo se dictan cátedras relacionadas con las ciencias sociales e ingeniería; esto, aunado a la crisis que vive el país, complica el traslado de estudiantes a otras entidades y, por ende, incrementa el deseo de los jóvenes monaguenses de buscar un cupo en la Unerg.

El 12 de diciembre de 2019 se cristalizó el proyecto del núcleo Monagas de la Unerg. La entonces gobernadora del estado, Yelitze Santaella, en compañía de autoridades universitarias, abrieron las puertas del campus ubicado en Maturín.

La universidad cuenta con 18 aulas para albergar a 400 estudiantes de Medicina, 300 de Fisioterapia y 300 de Enfermería. En los últimos años este número se ha triplicado debido a la cantidad de aspirantes para estas carreras relacionadas con el área de salud.

El pasado 13 de septiembre, el rector de esta casa de estudios, Víctor Dávila, mostró su preocupación debido a la alta demanda de estudiantes que esperan por un cupo. Dávila expresó que hasta esa fecha se había dado ingreso a 865 bachilleres y la oferta en la sede de la Unerg-Maturín solo permite 400.

Desde el pasado lunes 26 de septiembre, las quejas han reinado tras el inicio del proceso de inscripciones. Los bachilleres han acudido a la universidad para poder formalizar su proceso. Sin embargo, para buena parte no ha sido posible, debido a las largas colas que se forman a las afueras de este espacio.

Espera que desespera

Grace Yánez es representante de un aspirante a estudiar fisioterapia. Cuenta que el lunes 26 de septiembre acudió a formalizar la inscripción de su hijo y a las 6:00 de la mañana ya había en cola más de 600 personas, ese día no pudo lograr su objetivo porque solo atienden 100 bachilleres por día.

Lo que está reinando es la desorganización. Todos se están inscribiendo para fisioterapia y desde el día domingo están haciendo cola. Yo llegué a las seis de la mañana y la cola le daba la vuelta a la manzana, quedamos de número 625 y ese día no nos pudieron atender”, relató.

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Padres e hijos madrugan para buscar un cupo en la UNERG. Foto: Natacha Sánchez

Yánez destaca que hay padres y jóvenes que prefieren dormir en este espacio para asegurar sus puestos en la cola y poder inscribirse en la carrera que desean.

El martes nos fuimos a las cuatro de la mañana y mi hijo entró a la universidad a la una de la tarde para que solo le firmaran y sellaran una hoja y le dijeran que tiene que volver a ir el viernes. Solo hay cuatro personas atendiendo a esa multitud de estudiantes”, precisó.

Yánez sostiene que su hijo tomó la decisión de estudiar fisioterapia porque es una carrera con mucho campo, no solo en el ámbito nacional, sino también internacional, además de que la oferta es en una de las universidades más nuevas del estado y la que de alguna manera, según dijo, tiene mejor funcionamiento.

Los muchachos están evaluando la universidad y las opciones que tienen. La UDO prácticamente no existe, porque la estructura ha sido casi abandonada, el pedagógico está en las mismas condiciones. Los muchachos quieren estudiar para ser médicos porque es la carrera más factible para homologación internacional”, subrayó Yánez.

La representante asegura que a pesar de que el país atraviesa por una grave crisis en el sistema de salud, los jóvenes aún aspiran a convertirse en médicos, además de pensar en su futuro fuera de las fronteras venezolanas.

Vemos como hay médicos triunfando en el exterior y eso es lo que motiva a los chamos. La Unerg es una universidad relativamente nueva y está en plena ciudad. En la cola yo pude ver jóvenes de todos los municipios”, resaltó.

Costos privan en la educación

Mientras aguardaban bajo el inclemente sol, Crónica.Uno consultó a varios de los padres que acompañaron a sus hijos a realizar las gestiones para su inscripción. Todos coincidieron en que enviar a sus muchachos a otros estados no es una opción por el gasto económico que esto representa actualmente.

Ya la situación no es como antes que si mi hijo quería ser doctor, yo lo mandaba para Caracas o cualquier otra ciudad. Ahora es muy difícil enviar a un muchacho por ahí porque hay que pagar hospedaje, comida, transporte y sus gastos universitarios. No todos los padres podemos costear eso, pero cómo le negamos un sueño a nuestros hijos”, detalló Rafael González.

Padres y sus representados apuestan a la universidad Rómulo Gallegos por la oportunidad de estudiar dentro del estado y los ahorros que esto implica.

“Hacemos sacrificios, madrugamos y hacemos la cola porque no es fácil entrar a la universidad, hay que tener un promedio de 19 puntos en adelante. Yo quedé por Opsu y aún así estoy aquí en la cola con mi papá porque quiero estudiar Medicina”, contó Sofia González.

La salud sigue en crisis

Aunque en diversas universidades del país se siguen formando nuevos profesionales de la salud, el sistema público en Venezuela sigue en crisis. En el estado Monagas las denuncias acaparan los principales titulares de prensa y las carencias del principal centro de salud de la entidad, el hospital Central Manuel Núñez Tovar, se han vuelto la preocupación recurrente de los ciudadanos.

La falta de camillas ha sido la denuncia más reciente, los pacientes han sido atendidos en sillas plásticas e incluso en el piso por la falta de camas de hospitalización en el área de Trauma Shock. En el mejor de los casos son devueltos a sus hogares porque no hay lugar en el que tenerlos dentro de este servicio.

Además de insumos falta personal

Aunado a las fallas estructurales y escasez de insumos, la falta de especialistas también se suma a las vicisitudes en los centros de salud en Monagas.

Hugo Fermín, secretario de reclamos del Sindicato Único Nacional de Médicos (Sunamed), precisó que la ausencia de personal de salud en las distintas áreas ronda 55 % y entre 2021 y 2022 alrededor de 1700 empleados del sector salud han abandonado sus puestos de trabajo.

La falta de médicos es preocupante. Ahora tenemos a los muchachos que se están formando, pero el déficit de médicos especialistas es grande y abrupto. No hay médicos para cubrir los turnos correspondientes”, acotó.

El sindicalista destacó que el hospital Universitario Manuel Núñez Tovar de Maturín no cuenta con especialistas en áreas como: Cirugía Cardiovascular, Cardiología Infantil, Endocrinología Infantil, Reumatología y Nefrología Pediátrica.

Fermín añadió que el principal centro de salud de Monagas cuenta con un solo cirujano pediátrico y que servicios como Oncología y Nefrología funcionan a medias.

“La crisis en el hospital es bastante fuerte. Tenemos 10 años denunciando que el tomógrafo está malo, recientemente instalaron un equipo de rayos X nuevo y el equipo no sirve porque no imprime, el laboratorio ya no funciona, Nefrología trabaja a medias y en Oncología no hay ni siquiera aires acondicionados”, puntualizó.

A pesar de la grave crisis de salud que vive Venezuela, cientos de jóvenes aún eligen carreras relacionadas con el sector salud por distintas razones: sueños de infancia, probabilidades de encontrar trabajo al emigrar, sumar para la recuperación del servicio de salud pública nacional e incluso para ayudar como parte de la vocación de los médicos.


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