La dirección nacional de PJ recorre el país escuchando propuestas, como la de Mairene Sousa, militante del partido en el municipio Sucre de Miranda, quien pide abrir espacios reales de toma de decisión y organización a la mujer. Williams Dávila y Jesús Bolívar, dirigentes de AD-Ramos Allup sostienen que el partido blanco trabajará para “seguir siendo vanguardia contra Maduro” con el foco puesto en las presidenciales de 2024.
Caracas. “¿Qué ha pasado en nuestros partidos que siguen teniendo los mismos dirigentes desde hace 20 años, o que las decisiones se siguen tomando mayoritariamente por hombres, que no se le ha dado un rol más protagónico a la mujer, a los jóvenes?”, se preguntó Andres Scholeter, dirigente de Primero Justicia (PJ), el pasado 2 de diciembre en una conversación con el diario Tal Cual.
Como un espejo de esas palabras, este viernes la dirigente comunitaria de PJ en el municipio Sucre, Mairene Sousa, dijo a Crónica.Uno: “Creo que una de las áreas donde el partido debe fortalecerse y cambiar es en los espacios para la mujer. Darnos más participación directa no solo en la toma de decisiones, sino en la organización en sí misma. Los hombres y las mujeres tenemos las mismas capacidades, entonces debemos tener el acceso a las mismas responsabilidades”.
Y es que la dirigencia y la militancia de base de PJ, llevan varios meses discutiendo sobre la inminente necesidad de una reestructuración interna que no solo impulse al partido sino también a la alternativa democrática. En ese debate, los resultados de PJ en las elecciones regionales del 21 de noviembre tuvieron un efecto acelerador.
En la primera entrega de este seriado se revisaron los avances en el proceso de reestructuración interna que han informado los partidos Voluntad Popular y Un Nuevo Tiempo. En esta entrega se presenta la agenda de prioridades que para 2022 tienen Primero Justicia y Acción Democrática.
En Primero Justicia revisarán hasta debajo de la alfombra
Sin lugar a dudas, el desastre que significó la imposición de la candidatura de Tomás Guanipa en Caracas (por encima de Roberto Patiño lider natural de PJ en la capital) y el naufragio en que quedó el electorado opositor en Miranda tras la guerra entre Carlos Ocariz y David Uzcátegui, en las elecciones regionales del año pasado, han sido catalizadores en ese proceso de revisión interna del partido que conduce desde hace unos 20 años Julio Borges, hoy en el exilio.
En diciembre pasado el propio Borges adelantaba la dirección que debía tomar esa renovación interna en Primero Justicia: “Creo que es el momento de buscar una renovación, no por poner caras nuevas, pero si, precisamente, por abrir juego. Yo en eso no tengo ningún problema, creo es el momento de ponernos de lado en Primero Justicia, en el gobierno interino, o donde nos toque, y abrir nuevos liderazgos”.
Al día de hoy, los cuadros nacionales están recorriendo el país, reuniéndose con los dirigentes regionales, municipales y parroquiales y escuchando sus inquietudes para, en las próximas semanas, presentar un plan integral de reestructuración. Esa reestructuración debería incluir no solamente la relegitimación o renovación de dirigencia en todos los niveles, sino también una revisión de las normas internas y los equipos de trabajo.
“Luego del 21 de noviembre hemos tenido numerosas reuniones de la dirección nacional. Más de 25 horas de reuniones de trabajo donde todos los dirigentes regionales han intervenido. Con esos insumos se está trabajando, analizando estructuras y estatutos, para presentar al país lo que será el rumbo del partido y una propuesta para la oposición”, confirmó un dirigente involucrado con el proceso.
Desde Palo Verde, Mairene Sousa aplaude el impulso que la dirigencia nacional y regional le ha dado al proceso de cambio. Aunque espera lineamientos sobre cómo se implementará, se adelanta a expresar su opinión:
“Me parece fabuloso que esto se esté haciendo. Aunque no se ha discutido aún si se harán primarias o será por consenso la vía para seleccionar a las autoridades, en lo particular me gustaría elegir directamente, poder decidir. Sería positivo que todo el que quiera poner su nombre pueda hacerlo y que independientemente de los lazos de amistad, de los años de trabajo y de que todos son excelentes, uno pueda relegitimar o renovar”.
AD-Ramos Allup con la vista puesta en 2024
En Acción Democrática legítima (la dirigida por Henry Ramos Allup) la lectura del momento es otra. La fractura que le propinó el Tribunal Supremo de Justicia a Acción Democrática en 2020, al arrebatarle a Henry Ramos los símbolos del partido y su conducción, e imponer una directiva liderada por Bernabé Gutiérrez, no fue algo menor.
Aunque la mayoría de los cuadros regionales y locales de todo el país se mantuvieron con Ramos Allup, se abrió un proceso de reflexión y revisión. Eso llevó a Ramos Allup a recorrer el país en 2020 y 2021, en medio de la pandemia para afianzar su liderazgo.
Williams Dávila, diputado de AD electo en 2015 y Jesús Bolívar, concejal suplente de Libertador y secretario general de la Seccional Caracas de la tolda blanca, explican que hoy, la prioridad de AD-Ramos Allup no es una elección de nuevas autoridades del partido.
“En AD legítimo tenemos claro que hay una AD confiscada. Entonces nuestra lucha en este momento es para rescatar nuestra tarjeta y nuestros símbolos. Para nosotros, la renovación está dada en la medida en que seamos una vanguardia contra la dictadura, y no nos pleguemos al régimen sino que sigamos luchando”, dijo Dávila vía telefónica.
Agregó que sí son partidarios de una relegitimación de la dirigencia de la Plataforma Unitaria pero consideró que las elecciones internas o las primarias no son la única vía para lograr esa relegitimación, sino también la vía de los hechos.
Jesús Bolívar complementa: “La renovación de los partidos puede ser parte de la solución a la crisis política del país, pero en AD legítima creemos que no es neurálgico. Lo neurálgico es hablarle al país con la verdad y no vender salidas inmediatistas. El escenario concreto para nosotros son las elecciones presidenciales de 2024”.
En ese sentido, Bolívar dijo que el norte de AD-Ramos Allup será “reorganizar y articular a la oposición en su totalidad, presentar candidatos a unas primarias presidenciales y que todos los lideres tengan oportunidad de participar para escoger al abanderado”.
Como se sabe, cuando el TSJ le entregó el partido a Bernabé Gutiérrez, le ordenó una reestructuración que debía culminar en 2021. Pero como ese proceso no se dio, le concedieron una prórroga. Actualmente Gutiérrez estaría adelantando los preparativos para unas elecciones internas de autoridades de AD intervenido.
Tanto Dávila como Bolívar repudiaron ese proceso por considerarlo írrito ya que la de Gutiérrez no es una autoridad legítima y el proceso se llevará a cabo, dicen, para conveniencia de Nicolás Maduro.
“Nosotros no podemos participar en esa ‘renovación’ porque nuestra tarjeta y símbolos están secuestrados, porque los tiene una persona que le rinde pleitesía a Miraflores. Si hubiese reglas de juego claras para participar y recuperar nuestra tarjeta en unas elecciones, claro que lo haríamos pero en ese sainete de Bernabé no podemos”, dijo Bolívar.
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