Algunos partidos ya dan muestras claras de cómo realizarán sus campañas electorales lo que lleva a encontrar similitudes entre las organizaciones políticas, como la entrega de alimentos e insumos médicos y la ausencia de un discurso político e ideológico.
Caracas. El 6 de diciembre no será una elección como cualquier otra, no solo por las dudas jurídicas que ha dejado la convocatoria de esta por parte de un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE), impuesto desde el Tribunal Supremo de Justicia, sino también por desarrollarse en un año marcado por una pandemia. Sin embargo, y aprovechando una flexibilización de la cuarentena, los partidos ya comienzan a dar forma a sus estrategias en la precampaña.
Esperanza por El Cambio es uno de cinco partidos que componen la Alianza Democrática, el bloque más grande después del Gran Polo Patriótico. Esta organización se ha adaptado a las peculiaridades de la cuarentena en Venezuela para establecer una estrategia de difusión que definen como “mixta”.
Sin poder hacer grandes actos en masa, como los que desarrollaron para la campaña del 2018, cuando Javier Bertucci aspiraba a la presidencia de la República, ahora el partido ha tomado un enfoque distinto.
Alfonso Campos Jessurun, secretario general del partido, comentó a Crónica.Uno que la estrategia mixta que han puesto en marcha se ha “apoyado bastante en los medios de comunicación y redes sociales” para complementar la actividad de calle que, él mismo reconoce, “ha disminuido”.
Tenemos una línea de aire, mediática, basada en redes sociales y medios de comunicación, desde ahí se motiva al voto. También hacemos visitas y recorridos a las comunidades para conocer sus necesidades y colaborar con lo que la gente necesita”, comentó Campos Jessurun.
Como muestra de lo que son estos recorridos, destacó la visita de Javier Bertucci, presidente del partido, al estado Aragua; donde se entregaron sardinas, cocinas eléctricas, tapabocas y otros insumos a la comunidad de Isla El Charal, una de las poblaciones afectadas por los desbordamientos de ríos en la entidad.
La estrategia de calle de Esperanza por El Cambio se complementa además con los otros partidos de la Alianza Democrática: Avanzada Progresista, Cambiemos, y las juntas ad hoc de Acción Democrática y Copei. Campos Jessurun explica que la coalición permite estar y tener contacto en comunidades a las que un solo partido no podría llegar.
“Gracias a que hemos estado en alianza logramos hacer una distribución geográfica con el objetivo de poder cubrir más terreno y asegurar el contacto con la gente. Al final el contacto es lo que toma más peso en la política”, expresó.
Foco en los insumos y en el fin del gobierno de Maduro
Leocenis García es el presidente del partido ProCiudadanos, otra de las organizaciones que estará participando el 6-D. La estrategia de campaña, que según él ya ha ido realizando la organización, es simple: apostar por entregar insumos a la gente y proponer la salida de Maduro de Miraflores.
No existe una serie de leyes propuestas para sectores de la sociedad en específico ni planes a largo plazo, García fue tajante en lo que su partido plantea: “el problema es Maduro”, ergo, la solución a la crisis es la salida de Maduro.
Nosotros tenemos una sola propuesta y es nacional: con el apoyo de otras fuerzas impulsar una enmienda para recortar el período del señor Nicolás Maduro y que se convoquen unas elecciones en el 2021 para darle una salida pacífica, electoral y democrática a la crisis”, explicó.
La propuesta de un cambio de gobierno para 2021 es el único mensaje que desde ProCiudadanos se emite a la población y esto no se hace a través de redes sociales ni medios de comunicación; en boca del propio Leocenis García: esto se hace en recorridos casa por casa y en visitas directas a la comunidad.
“Estamos sirviendo al pueblo. Nuestra campaña es de servicio. Entrego todos los días cientos de bolsas de comida, tapabocas y cloro”, comentó, para luego añadir que estos recursos se consiguen y se entregan “con el apoyo de la empresa privada”.
Crisis de servicios y poco acceso a medios públicos
El partido UPP89, encabezado por Reinaldo Quijada, es otra de las organizaciones que, pese a la cuarentena, se ha enfocado en el trabajo de calle, aunque esto ha traído una serie de problemas para sus militantes.
De acuerdo con lo que explicó Quijada a Crónica.Uno, toda la actividad de calle que el partido ha realizado ha sido con “importantes limitaciones”, no solo por la cuarentena y la poca actividad en la calle, sino por la problemática del traslado a causa de la gasolina.
La gasolina es un problema constante. El CNE desde hace dos meses ya nos pidió un listado para emitir salvoconductos para poder echar sin hacer cola, nosotros mandamos la lista y hasta ahora no nos la han dado. Este es un problema que no tiene el Partido Socialista Unido de Venezuela”, comentó.
Quitando el problema de los servicios, otra queja que manifestó Quijada es la referente al acceso de los medios del Estado, los cuales constantemente muestran entrevistas a candidatos del Gran Polo Patriótico y otras organizaciones, pero hasta la fecha se han mantenido cerrados para UPP89.
“Nosotros hemos pedido al CNE que la equidad se tome en cuenta desde la precampaña, la respuesta que se nos da es que seremos tomados en cuenta una vez que comience la campaña electoral. ¿Cuánto acceso tendremos en una campaña de 14 días?”, se preguntó el político.
A su juicio, el espacio de transmisión está reservado para “los candidatos que le conviene a Maduro” y dice que estos no son solo los del PSUV, sino también otros a los que calificó de “alacraneados”.
“Mandamos una comunicación al CNE el 8 de octubre (…) En los medios se muestran los candidatos del PSUV, de los partidos judicializados y otros que de alguna manera tienen acuerdos con el Gobierno. A José Brito (candidato de la plataforma Venezuela Unida) le dieron 20 minutos de transmisión continua porque está con los partidos alacraneados”, expresó.
“Esta es una campaña del pragmatismo”
Para el politólogo Piero Trepiccione no es una sorpresa que la mayoría de los partidos que participarán el 6-D opten por dejar a un lado los discursos políticos y la ideología para, en cambio, enfocarse en otro tipo de estrategias, como la entrega de alimentos e insumos.
El académico explica que hay una serie de motivos detrás de esta decisión como, por ejemplo, la apatía de la población en general por el proceso electoral; algo que, dice, solo se ve incrementado por la situación de “subsistencia y pragmatismo en la que se encuentra la población”.
La población se encuentra en una lucha por subsistir, por mantener de alguna forma su cotidianidad. No hay interés por posiciones ideológicas. Eso existe en las redes sociales donde todavía hay posturas ideológicas enfrentadas, pero ese debate se limita hasta ahí”, comentó Trepiccione.
Por ese motivo, el politólogo describe la precampaña actual como “una campaña del pragmatismo” en la que los partidos buscan “procurar a toda costa que el elector vaya al centro de votación”, dicho de otra forma, se trata de un “clientelismo político en el que te doy algo y tú votas por mí”.
“La gente se ha desencantado, ese debate que reduce todo a izquierda o derecha ha agotado a la gente y la gente ha visto como desde ambos lados se han cometido errores (…) el debate político se sustituyó por un torneo de insultos”, explica.
A su juicio, esto traerá una consecuencia importante para la Asamblea Nacional que pudiera resultar electa en enero de 2021: una falta de representatividad que se traduciría en una profundización de la crisis política que vive Venezuela.
“Contrario a lo que se cree, una elección no busca resolver problemas, sino facilitar una oxigenación de la democracia, de la representatividad política. Lamentablemente, por las características, no hay esa solución de representatividad. Al no lograr esto vamos a tener una AN cuestionada geopolíticamente y que carecerá de representatividad”, explicó.
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