150 alumnos de 30 colegios de la parroquia Sucre se prepararon en elaboración de materiales con reciclaje y en la organización de huertos escolares.

Caracas. Se dice que lo que se aprende de pequeño nunca se olvida. Suena a lugar común, pero a decir verdad es lo que más define lo que actualmente sucede con los chamos de primaria de varias escuelas de Catia, quienes desde hace ocho años están metidos en la onda de la conservación ambiental.

No solo saben de reciclaje, sino que además aprendieron a organizar un huerto. Dos de los proyectos que adelanta la Comisión de Ambiente y Turismo del Concejo Municipal Libertador en varias escuelas de la parroquia Sucre.

El pasado 12 de abril, en el anfiteatro del parque del Oeste —Alí Primera—, le dieron forma a lo que están aprendiendo. 150 niños de primero a sexto grado en representación de 30 escuelas mostraron sus destrezas y conocimientos con la Mega Jornada de Concursos Ambientales 2018.

La concejal Kadary Rondón, por el partido UNT, explicó que los muchachos se preparaban incluso desde el mes de noviembre de 2017 para participar en cuatro concursos: reciclaje, huertos, murales y en las olimpíadas ecológicas intercolegiales ambientales.

Lo que hicieron el pasado 12 de abril fue presentar sus proyectos y obras, y este 9 de mayo se conocieron los ganadores de esas iniciativas, “que lo que buscan es incentivar la conciencia ciudadana en materia ambiental”.

Los premios, en metálico y un obsequio modesto acorde con el presupuesto de la comisión, se lo llevaron los colegios José Gregorio Hernández, por su muestra de un filtro de agua hecho con materiales de reciclaje que puede replicarse a gran escala; Baltazar Padrón, cuyos alumnos se destacaron en las olimpíadas; Jesús de Praga por la presentación de murales y el colegio Ciudad de Caracas que organizó uno de los mejores huertos.

Los niños, que no cabían de la emoción, plenaron la sala de la Cámara Municipal durante dos horas. Contaron de sus experiencias grupales en la organización de los huertos de hortalizas, pimentones y ajíes. “Esto fue un experiencia muy buena, jugamos y compartimos mucho”, dijo Luis Díaz.

Los colegios tuvieron una preparación de tres meses y a cada uno se le nombró un padrino de acompañamiento.

En el caso de los huertos, comenzaron en noviembre de 2017, pues se trató de cosechas.

De los programas, dijo Rondón, el más nuevo es el de reciclaje, que tiene un año. El resto suma ya ocho y se fortalece precisamente en la zona de Catia, por una cuestión operativa y de movilidad. Pero la idea está para replicarse en el resto de las unidades educativas del municipio.

Fotos: Cortesía Comisión de Ambiente


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