Foto: Mabel Sarmiento Garmendia

Debate Democrático

Premio Nobel de la Paz 2015: “Apoyamos el diálogo nacional, pero no está de más un apoyo extranjero”

By Mabel Sarmiento @mabelsarmiento

June 28, 2019

Esta semana llegó a Caracas Hassine Abassi, ex secretario general de la Unión General Tunecina de Trabajo, a quien en el año 2015 le fue otorgado el Nobel tras ser la pieza clave en la resolución de la coyuntura que enfrentaba su país, luego de la salida del dictador Zine El-Abidine Ben Alí. Se reunió con Nicolás Maduro y con Juan Guaidó y este viernes dio una conferencia de prensa en la que explicó cómo su trabajo desde las bases terminó por ser un ejemplo de transición política.

Caracas. Sereno, claro y convincente. Tres palabras que definen la ponencia de Jassine Abassi, ex secretario general de la Unión General Tunecina de Trabajo, quien en el año 2015 fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz por su participación en el diálogo nacional y en la construcción de una democracia plural en Túnez, tras la caída del dictador Zine El-Abidine Ben Alí.

Abassi estuvo esta semana en Caracas. Llegó de la mano de Reacin –Red de Activismo e Investigación de la Convivencia–. Se reunió con los líderes Nicolás Maduro (oficialismo) y Juan Guaidó (oposición) y este viernes dio una conferencia de prensa en la que explicó cómo su trabajo, desde las bases de la ciudadanía, terminó por ser un ejemplo para la transición política de su país.

En casi hora y media narró los hechos históricos de Túnez, y trató de vincular esa experiencia con la crisis actual venezolana.

Muy pocos puntos de encuentro, pero destacó que en ambos casos (en Túnez y en Venezuela) se dio una constituyente y se establecieron diálogos.

“Aquí –dijo– tal vez es necesaria la intervención de unos conciliadores sin intereses propios, que puedan propiciar un buen diálogo nacional. Ese apoyo extranjero tiene que ser limpio, se puede llamar a las organizaciones civiles para apoyar. En paralelo se pueden trabajar esas dos alternativas. En todo caso, ambas partes [refiriéndose a los grupos políticos que se disputan el poder] necesitan las fuerzas que los apoyen, para que entren con firmeza a un diálogo fructífero”.

Abassi, al salir de su exposición no respondió sino un par de preguntas, pues lo que habló antes de bajar del podio, entre líneas, tenía observaciones para el caso venezolano.

“Hay que tomar una acción por el bien del país”, enfatizó a lo largo de su discurso.

Diálogo nacional

El líder sindicalista, en el momento en el que su país estaba a punto de una guerra civil, en 2011, convocó a un diálogo nacional, para lo cual contó con el respaldo de otras influyentes organizaciones de la sociedad civil.

“Queríamos hacer algo que cambiara el rumbo de las cosas para un mundo mejor y presentamos dos iniciativas. La primera fue después de la huida de Ben Alí. Eso fue antes de la composición del cuarteto. Luego trabajamos con otras organizaciones. Cuando ocurrió el asesinato de una líder presionamos a todos los partidos políticos para que hicieran una mesa de diálogo con todos los sectores y acordamos que con el asesinato íbamos a acciones con más fuerza. Se da el tercer asesinato y convocamos a un paro total en el país. Esas fueron decisiones definitivas. Logramos la participación de las organizaciones de derechos humanos, la orden de abogados y el sector empresarial”. Hicieron lo que se llamó el Cuarteto para el Diálogo Nacional, organización que proponía una hoja de ruta que los partidos políticos debían suscribir antes de poder participar en las conversaciones.

Muchos nos preguntaban cómo pudimos sentar en una sola mesa a los sindicatos y a los empresarios, porque cada uno desde sus trincheras defendía sus intereses. A pesar de sus diferencias encontramos sus puntos de encuentro: Túnez, el país. Ahí todos estábamos de acuerdo”.

Luego dieron el otro paso. Se fueron llevar la iniciativa a otros sectores. Incluyeron medios de comunicación. Hicieron una campaña muy fuerte dirigida a niños, jóvenes, adultos, ancianos. “Fue una campaña mediática interesante. El fuerte fue atacar a todos en los puntos que nos separaban, incluso los manipulamos sentimentalmente. Les dijimos a todos que Túnez estaba en peligro, en una encrucijada, que el futuro estaba amenazado [si es que había futuro], que era sombrío. En primer lugar, fue difícil, porque los partidos políticos no aceptaron el llamado y los del gobierno eran como una tripartita con la mayoría de los curules en el Parlamento”.

De los tres partidos que hacían vida para el momento, contó, solo uno –el Bloque Democrático– aceptó el reto y se plegó al cuarteto. 6 % de los partidos de oposición rechazó el llamado. “Pero el hecho de que uno solo estuviera fue interesante porque logramos dividir la torta política que estaba gobernando. De ahí, seguimos presionando al partido más grande. Después de meses de trabajo logramos crecer. El único partido El Congreso para la República era el que no quería estar en la mesa, la mitad sí y la otra no. Sin embargo, la ganancia fue que se pudo partir en dos y restarle la fuerza en la Asamblea. Así que lo dejamos de lado porque ya era minoría”, explicó.

El cuarteto tenía un proyecto de transición política ambicioso, por lo que decidieron delimitarlo y resumirlo a cuatro puntos exactos para poder resolver los problemas estructurales:

1.- Acelerarse la construcción de la nueva Constitución. Para ese momento ya tenía meses la propuesta legislativa. Sin embargo, había muchas diferencias que la hacían infinita. “Se hizo un borrador que la mayoría no aceptó, por considerarla peor que la del año 1959. Nosotros aspirábamos a un estado civil y democrático y presentamos todos los puntos con los que no estábamos de acuerdo, para que los partidos le presentarán a la constituyente los nuevos argumentos que garantizaran nuestros derechos y así acelerar el nuevo texto. Cuando fue presentado logró un apoyo casi completo, solo faltaron cinco votos que se abstuvieron. 204 de un total de 209, y eso tuvo un buen reflejo en la sociedad.

2.- Se exigió conformar un nuevo Consejo Nacional Electoral con recursos independientes y autónomos, que tuviera a cargo todos los procesos electorales. “Hasta sigue funcionando y se considera un entre institucional”.

3.- Hacer una nueva ley electoral.

4.- Formar gabinete con un jefe de gobierno para acelerar los escenarios, para hacer la convocatoria de elecciones en un lapso no mayor de 1 año.

“En una gran medida logramos resolver los problemas que teníamos en el momento. A finales de 2014 logramos convocar elecciones legislativas y presenciales. Y ya tenemos un Parlamento y presidente electo por el pueblo”.

Reiteró que el punto de encuentro con Venezuela es que por primera vez en la historia de Túnez se formó una asamblea constituyente. Hubo una en 1959, pero eso fue después de las poscolonia. “La última constitución no empezó de cero. Sí tomó en cuenta algunos elementos de la anterior”.

El líder hizo énfasis en que el llamando del año 2011 fue el clamor de los jóvenes que querían un cambio y el gran ganador fue Túnez. “No podemos negar el esfuerzo de los partidos que tuvieron que ceder y hacer sacrificios. Al final venció la conciencia y acudieron al llamado del país. Eso también fue un éxito de los medios de comunicación que siempre nos dio la confianza, nos dieron cobertura. Y por eso consideramos que el Premio Nobel no fue para el cuarteto, lo entregamos al museo nacional donde cayó uno de nuestros mártires. Es un mensaje para el mundo: Túnez es un país de paz. Y un mensaje para nuestros jóvenes que sean conscientes ante cualquier conflicto y que piensen en la paz”.

Foto: Mabel Sarmiento Garmendia

Caso Venezuela

Hassine Abassi dijo tener un humilde seguimiento a la situación venezolana. “Aquí ha habido varios llamados a diálogo y, además, hay dos asambleas paralelas y eso complica el trabajo de cada uno. “Y eso no es sano. Creo que la AN es mayor y es más constitucional. Como hermano, amigo, observador, esta es una situación muy compleja y veo algo muy grave y es el hecho de las sanciones y el bloque. Eso es algo inhumano y salvaje. No podía entender cómo en pleno siglo XXI, la comunidad internacional causa más hambre a un país. Puedes criticar sus políticas, pero no puedes causar más sufrimiento. Estamos viendo la huida de miles. No podemos resolver una crisis con más crisis. La comunidad internacional no puede dejar que la gente sufra las graves consecuencias de los bloqueos”.

Reconocer al pueblo

Pasadas las 11:00 a. m. el premio Nobel daba por terminada su conferencia ratificando su apoyo para construir el camino al diálogo. Pedro Nikken, abogado y experto en materia de Derechos Humanos, cerró diciendo que “somos (los venezolanos) testigos de una despiadada lucha de poderes, en la cual se emplean todos los recursos más terribles de un lado de una represión creciente e implacable”.

Para Nikken, quien no está presente en esta lucha de poder es el pueblo, salvo del lado pasivo.  “Es el gran ausente. Son otros los que tiene la palabra y ocurre en esas luchas que uno pone la artillería y otros los cuerpos. Lo que hizo el cuarteto fue luchar por el país y eso debe ser un gran ejemplo. Abassi es un prócer civil, y lo que vino a contarnos es un universo a observar, pues en Túnez lograron una proeza frente a todo lo que estaba ocurriendo a su alrededor”. Nikken consideró que no se puede ser tacaño con el país:

Hay que dar un aporte, para que lo que no hemos hecho lo podamos hacer. Hay una inmensa mayoría del país que se da cuenta de que es una lucha entre minorías que están ensimismadas y ambas partes creen que está haciendo lo mejor por el país. Por eso hay que tomar la palabra, no podemos permitir que nuestro destino se nos escape de las manos. No basta con la iniciativa del gobierno de Noruega. Ojalá esta visita nos permita pensar en qué podemos hacer juntos”.

La conferencia de este viernes, forma parte de la articulación de Reacin, en aras de reducir la violencia, buscar la salida pacífica y la construcción de una democracia plural.

El publico fue variopinto. Se vieron caras de la tendencia oficialista, críticos al gobierno de Maduro y representantes de la sociedad civil. El piso cinco del centro Letonia esta vez estuvo a casa llena. La convocatoria movilizó a la gente. El tema crisis venezolana es un punto de encuentro y quizás, como dice Nikken, Venezuela se convierta en el objetivo de la mayoría y no de las minorías que se disputan el poder.