El Estado ha subsidiado la gasolina por décadas hasta en 95 %. Según un estudio del IESA, hasta 2017 la nación gastaba entre $8900 y $11.500 millones anualmente financiando el combustible. Desde agosto de 2018 los precios de la gasolina siguen inmóviles. El litro de 91 octanos cuesta Bs. 0,00001 y el de 95 octanos Bs. 0,00006.

Caracas. El peso de más de dos décadas de subsidios a la gasolina le hacen replantearse al Estado si perpetuará esa política o si finalmente cortará con ella. Las recientes declaraciones del mandatario Nicolás Maduro, en las que expresó que es consciente de que “la gasolina se debe cobrar” y más cuando es importada y pagada “con dólares”, asoman que las autoridades evalúan elevar su precio, que en este momento es prácticamente gratis, a Bs. 0,00001 y Bs. 0,00006.

Hace diez años Venezuela no contaba con siete años de contracción económica, desplome de los precios del crudo y una caída sostenida en su producción de hidrocarburos. Tampoco sumaba una pandemia, que mantiene las economías del mundo en jaque. Hoy el músculo financiero del Estado se ve comprometido y en ese escenario importar gasolina para abastecer el mercado local y regalarla no es ya una opción.

¿Cuánto le costaba al Estado subsidiar la gasolina?

Hasta 2017, según un estudio del IESA, subsidiar el combustible le costaba al Estado entre $8900 y $11.500 millones al año. El subsidio a los hidrocarburos alcanza 95 %. A juicio del economista Giorgio Cunto lo más probable es que actualmente esa cifra sea menor, debido a la caída de los precios en el mercado internacional, así como por la disminución del consumo local.

¿Qué dijo Maduro sobre el precio de la gasolina?

“La gasolina que hemos traído de otros países la hemos pagado con dólares. Estoy de acuerdo en que la gasolina hay que cobrarla, por eso estoy discutiendo con un equipo de especialistas el cobro de la gasolina. Ha llegado el momento del avance y de regularizar ese asunto”, dijo esta semana. En agosto 2018, en medio de varias reformas económicas, el mandatario anunció que el combustible se cobraría a “precios internacionales”, sin embargo, eso no ocurrió.

¿Qué representa mantener subsidios de este tipo por tanto tiempo?

El economista Giorgio Cunto explica que estos subsidios generan incentivos negativos, como por ejemplo el exceso de demanda, debido a que el precio es muy bajo y, en consecuencia, estimula el despilfarro del combustible. Otro es el contrabando de gasolina. En ese sentido, señala que llevarla hasta Colombia era uno de los negocios más rentables y generaba tasas de ganancias de millones por ciento.

¿Qué recomiendan los expertos a la hora de levantar los subsidios?

“Lo que se recomienda sobre este tipo de políticas, casi tabú en la región, es establecer un cronograma bien anticipado, en el cual se va elevando el precio de la gasolina, hasta llegar a un precio de referencia, generalmente internacional. Además, se establece un mecanismo de compensación dirigido a los sectores más vulnerables. La velocidad del ajuste y los procedimientos varían de país en país. Es un proceso complejo, pero usualmente es fiscalmente necesario”, dice.

¿Cuáles son los efectos en la gente que gana sueldo mínimo equivalente a tres dólares al mes?

Para el especialista de la firma Ecoanalítica se necesita de un esquema de transferencias complementarias para los sectores más vulnerables. Además, advierte que esa parte de la población se enfrentaría a quedar excluida de la adquisición de combustible, al no tener recursos para acceder a ello. Por otro lado, señala que es casi probable que surjan mercados negros.

¿Cuánto debería costar el litro de gasolina?

El precio adecuado, sin tomar en cuenta impuestos, debería ser al costo de producción o el de importación, como “mínimo”, asegura el especialista. Asimismo, añade que si es importada debería pagarse al precio de importación, mientras que si es producida localmente debería ser a precio de exportación. Mientras que los montos excedentes derivados de esta actividad deberían dirigirse a programas de transferencias o compensación a los venezolanos.

¿Cuánto cuesta un litro de gasolina actualmente?

Desde agosto de 2018 los precios de la gasolina siguen inmóviles. La última reforma monetaria, que entró en vigencia en esa fecha, dejó el litro de 91 octanos en Bs. 0,00001 y el de 95 octanos en Bs. 0,00006. No existe billete ni moneda para pagar una cantidad tan ínfima, así que la gente da propinas a veces con billetes de Bs. 50, Bs. 100 o Bs. 500. En el mercado negro un litro cuesta entre $1 y $3.

¿Aumento de precio significa mejoras en el servicio?

“El aumento de precio no necesariamente se va a traducir en mejoramiento del servicio. Si no hay restitución de los canales de importación o de la capacidad refinadora, no vas a tener un suministro continuo. Tienes problemas considerables, entonces el suministro podría ser irregular al menos en el corto plazo. También dependerá de los cargamentos importados, pudiera haber picos (altos y bajos) de disponibilidad de combustible”, explica Cunto. Esta semana arribaron tres buques provenientes de Irán con gasolina y aditivos, se espera que sean cinco en total.

¿Subsidiar hidrocarburos en el futuro?

Venezuela no es la excepción, dice el economista. A su juicio los subisidios a la gasolina son “un agujero negro fiscal”, que termina siendo más aprovechado por personas de más altos recursos. “No hay justificación económica, ambiental ni moral para que ese subsidio se perpetúe. Es como tomar dinero y quemarlo. Representan un gigantesco desperdicio para el Estado, debido a que se destina la mayor parte de los recursos a estos subsidios”, sostiene.

Levantar el subsidio de la gasolina representa eliminar una de las más grandes distorsiones de la economía venezolana y sería un alivio fiscal, asegura el economista. Luego de siete años en recesión, explica que el efecto, en teoría, debería traer ese alivio fiscal. No obstante, señala que esto no significa que el Estado amplíe su rango de maniobra, debido a que los ingresos siguen afectados por la caída de la producción petrolera y los precios en el mercado mundial.


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