Los 38 pacientes que acuden a la Unidad de Diálisis del hospital Central de Maturín ven reducidas sus opciones de tratamiento, tras la paralización de cuatro máquinas del servicio. El jefe de la unidad, Carlos Márquez, asegura que la mayoría de los equipos han sobrepasado su vida útil.

Maturín. Inoperativas. Así se encuentran cuatro de las 11 máquinas con las que cuenta la Unidad de Diálisis del hospital Universitario Manuel Núñez Tovar de Maturín para la atención de los pacientes renales, usuarios aseguran que las mismas están dañadas por falta de repuestos.

Carlos Márquez, jefe de la Unidad de Diálisis, indicó que las máquinas tienen más de 10 años en funcionamiento y no se les realiza el mantenimiento como debe ser, por tal razón los equipos han sobrepasado su vida útil sin recibir atención especializada de los técnicos.

A nivel nacional todas estas máquinas, las que menos tiempo tienen, ya tienen 10 años y estos equipos generalmente se reemplazan después de ese periodo de tiempo porque hay un desgaste en sus piezas”, sostuvo el galeno.

En este servicio son atendidos 38 pacientes y solo hay operativas siete máquinas, por esta situación han sido reducidas las horas de diálisis para que todos puedan recibir la atención semanal. Esta situación preocupa a los médicos de la Unidad de Diálisis, pues al no recibir los pacientes el tratamiento como se debe, les genera consecuencias como: hinchazón, mareos y resequedad en la boca.

Con la situación de las máquinas hemos creado un turno intermedio. Cuando el paciente requiere de cuatro horas de diálisis tres veces a la semana, ahora la jornada se redujo a dos y eso aumenta la morbimortalidad del paciente”, explicó Márquez.

Otra de las carencias en el servicio de diálisis del Humnt, está relacionada con la falta de químicos para la desinfección de las máquinas y sal para la planta de tratamiento. Personal de esta unidad asegura que las máquinas deben limpiarse con un químico llamado puristeril, para desinfectarlas y proteger el sistema interno de las mismas.

“Hemos tenido problemas con la sal, que es fundamental para la planta de tratamiento, y con el puristeril para la desinfección de las máquinas. En sustitución estamos usando solo cloro que a veces daña el material de estos equipos. Esos materiales los envían directamente del Ministerio de Salud y no los hemos recibido”, detalló el especialista.

En el servicio de nefrología son atendidos pacientes no solo de Monagas sino también de estados como: Delta Amacuro, Sucre y Anzoátegui. De acuerdo con lo explicado por el doctor Márquez, la Unidad de Diálisis no cuenta con los equipos suficientes para atender la demanda de otros estados.

Pacientes reclaman mejoras

Los pacientes de la Unidad de Diálisis del hospital Central de Maturín, indicaron que la falta de máquinas y reducción de sus horas de hemodiálisis se ha vuelto una situación preocupante pese que autoridades del estado se comprometieron en la reparación de los cuatro equipos dañados.

Lo ideal es que ellos puedan dializarse cuatro horas, pero por la cuestión de las máquinas dañadas han reducido ese tiempo y hay algunos pacientes, cómo es el caso de mi hija, que se marean, se les reseca más la boca y los labios y también se hinchan”, comentó Lourdes Rivera, familiar de paciente renal.

Los familiares cuentan que ante la falta de puristeril, limpian las máquinas con vinagre que no es la sustancia ideal para este tipo de procedimientos.

También parte de las peticiones de los familiares de los pacientes renales es que regresen los trasplantes de riñones a la red de salud pública, pues, en el caso de Lourdes Rivera, tres de sus hijos tienen cinco años esperando por un trasplante de este órgano.


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