Prorrogan hasta marzo la exoneración de impuestos a bienes terminados de importación

El mayor gremio industrial reaccionó casi de inmediato a la medida. “Esto atenta contra la producción nacional, la generación de empleo y merma el poder adquisitivo de nuestros trabajadores en Venezuela”, dijo Luigi Pisella, presidente de Conindustria.

Caracas. Este 2022 continúa la protección estatal hacia la importación de bienes terminados, que comenzó en julio de 2018. Poco a poco las autoridades han ido rebajando el número de mercancías que quedaron exentas del pago de impuestos, pero para los productores nacionales la medida sigue favoreciendo las importaciones y está lejos de estimular la compra de materias primas necesarias para recuperar la producción. 

En Gaceta Oficial Extraordinaria N° 6.683 con fecha del 14 de enero de 2022 se prorrogó hasta el 31 de marzo de 2022, la vigencia de los artículos 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9 y 10 del Decreto N° 4.552 de fecha 06 de agosto de 2021, publicado en la Gaceta Oficial N° 6.636. El Decreto N°4.630 entró en vigencia desde el 16 de enero de 2022, el cual exonera las mercancías señaladas de impuestos de importación, impuesto al valor agregado y tasa por determinación del régimen aduanero. 

El mayor gremio industrial reaccionó casi de inmediato a la medida. “Esto atenta contra la producción nacional, la generación de empleo y merma el poder adquisitivo de nuestros trabajadores en Venezuela. Es obvio que existe una marcada protección a las importaciones, a los trabajadores de esos países y a sus empresas”, dijo Luigi Pisella, presidente de Conindustria. 

Entre las exoneración el artículo 3 exime del pago del Impuesto de Importación e Impuesto al Valor Agregado “las importaciones definitivas de bienes muebles corporales, nuevos o usados, en cuanto sea aplicable, realizadas por los órganos y entes de la Administración Pública Nacional, así como las realizadas con recursos propios, por las personas naturales o jurídicas”. 

A juicio del presidente de Conindustria la prórroga exonera de aranceles de IVA y otros tributos a productos terminados, mientras que la materia prima que requieren los productores nacionales sí debe pagar impuestos. “De esta manera se hace más rentable importar que producir en el país”, apuntó. 

Una investigación de la Universidad de Oslo, en Noruega, y el Centro de Investigación y Formación Obrera (CIFO) publicada en abril de 2021 y luego actualizada en noviembre de ese mismo año pone énfasis en el auge de los bodegones, un sector que se ha beneficiado de medidas como estas. Para los investigadores ha sido una respuesta a la crisis y a las sanciones financieras de Estados Unidos, lo que le ha permitido entre otras cosas, llenar los anaqueles con productos importados luego de la profunda escasez de alimentos que vivió el país entre 2015 y 2018. 

“Los bodegones en general gozan de excepciones arancelarias y muchos importan sus bienes a través del sistema “puerta a puerta” que permite importar sin tener que cumplir con requisitos sanitarios y fitosanitarios”. En el documento elaborado por los investigadores Benedicte Bull, Antulio Rosales y Manuel Sutherland se lee que los enormes beneficios fiscales y tributarios para este nicho poco a poco han ido disminuyendo, pero aun así resultan onerosos si se consideran en contraste con las enormes trabas que enfrenta la industria y el agro local. 

Los gremios nacionales han rechazado en reiteradas ocasiones medidas que alienten la importación de bienes terminados sin incluir condiciones para la producción local. El presidente de Conindustria en un audio difundido por la cámara este jueves 20 de enero dijo que en 2021 la inflación se ubicó en 686 %, “es decir que los productos nacionales fueron aumentados en ese porcentaje, motivado a la inflación, mientras que la devaluación llegó a un 315 %, quiere decir que cuesta menos de la mitad comprar cualquier producto importado”, sostuvo.

A pesar de los beneficios con los que se han levantado y multiplicado los bodegones en el país la investigación de CIFO considera que su crecimiento “está muy limitado”, pues los clientes poco a poco están siendo más ‘competidos’ por la irrupción de más bodegones y el poder dinamizador de su demanda solvente, se está viendo cada vez más disminuido..

“Teniendo productos prácticamente idénticos, los bodegones parecen estar vendiendo mucho menos que antes y sus productos parecen estar tiempos muy prolongados en el anaquel, lo que se acentúa con la apertura de nuevos locales. En resumen, el crecimiento con base a la bodegonización parece estar enfrentando un declive”.


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