El vicepresidente de Economía y el ministro de Finanzas vuelven a tener el control de las finanzas de la petrolera y la comercialización de crudo.

Caracas. Desde 2016 el mandatario Nicolás Maduro ha anunciado reestructuraciones de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) bajo el argumento de aumentar la producción petrolera, pero la capacidad de la industria ha seguido en declive y los cambios han consistido más en la distribución de cargos en función de los grupos de poder.

El pasado 18 de febrero Maduro creó una comisión presidencial para efectuar ajustes dentro de la estatal petrolera y que preside el vicepresidente de Economía y ministro de Producción, Tareck El Aissami. El presidente de la estatal y ministro de Petróleo, Manuel Quevedo, quedó como miembro de la instancia junto con otros ministros y trabajadores.

Estos últimos ajustes, más allá de revisar el funcionamiento de la industria petrolera, evidencian un reacomodo de las cuotas dentro del estatal con lo cual parte de la directiva y áreas clave ahora responden a El Aissami.

Cómo han sido los ajustes

En 2017 el mandatario realizó cambios en la junta directiva para crear nuevos puestos e incorporar a funcionarios cercanos a tres de los grupos de poder.

A principios de ese año cuando todavía Eulogio Del Pino —actualmente detenido— estaba como presidente de Pdvsa, se constituyó el cargo de vicepresidente que ocupó una almirante, Maribel Parra, que venía de estar en la directiva de la compañía petrolera y minera de las militares y era cercana a Carmen Meléndez, hoy gobernadora del estado Lara.

Además de ese cambio, la Vicepresidencia de Finanzas fue ocupada por Simón Zerpa, actual titular del despacho de Finanzas, y afín a Maduro, Cilia Flores, la primera dama, y El Aissami. Los cambios llegaron a la vicepresidencia de comercio que asumió Ysmel Serrano, también cercano a El Aissami.

A fines de 2017, Quevedo, quien había sido titular de Vivienda, asume las riendas de la estatal bajo la promesa de aumentar en un millón de barriles diarios, lo cual no sucedió.

Tras las sanciones de Estados Unidos, Zerpa salió del cargo en 2018 e ingresó al mismo puesto Iliana Ruzza, una de sus fichas en el Ministerio de Finanzas y el Bandes. En la primera mitad de ese año, Parra quedó fuera de la estatal petrolera y su cargo lo ocupó Serrano. Con los ajustes, la cabeza de la junta seguía siendo Quevedo, de manera que la directiva respondía a militares y al grupo Maduro.

En ese período, Maduro le otorgó amplios poderes al presidente de Pdvsa para aumentar la capacidad de la estatal y realizar todos los cambios en la estructura.

Así es como a mediados de 2018 Quevedo volvió a hacer modificaciones en la junta directiva y cargos clave como las vicepresidencias de Finanzas, Comercio y Planificación fueron ocupadas por funcionarios y oficiales que habían estado en el Ministerio de la Vivienda. Para las cabezas de las filiales de la estatal el también ministro designó a militares y funcionarios del despacho de Hábitat.

“No hay nadie por encima del presidente de Pdvsa. Manuel Quevedo está autorizado para que haga todos los cambios”, dijo Maduro en una alocución en 2018 y, luego de ratificar los poderes al militar, en octubre de ese año el funcionario reestructuró la junta para nombrar en la Vicepresidencia de Refinación a un general que había sido directivo de Barrio Nuevo Barrio Tricolor.

Con una gestión encabezada por militares, más los años de desinversión, falta de personal capacitado, fallas en los servicios y aumento de las sanciones de Washington, la producción de la estatal siguió en declive y se encuentra en un millón de barriles, una caída de 33 % respecto a hace dos años.

Ante las acciones de la administración de Donald Trump, que limitan el comercio de crudo a Estados Unidos, la estatal ha buscado vías para sortear las medidas y las exportaciones de petróleo se han orientado al mercado asiático, siendo el gran ejecutor de las operaciones la petrolera rusa Rosneft, lo que evidencia que la operatividad de la industria ha dependido de los aliados, pero el cerco Washington va en aumento.

Con mayores medidas, en febrero el mandatario aprobó la comisión para reestructurar nuevamente la petrolera y en el marco del anuncio dijo que “las sanciones, el bloqueo, no aceptaré más excusas (…) firmo el decreto por el cual se declara la emergencia energética de la industria a los fines de adoptar las medidas urgentes y necesarias para garantizar la seguridad energética y proteger a la industria de la agresión”.

El decreto permite a la comisión agilizar contrataciones, recomendar la creación o modificación de las entidades del sector público dentro de la industria petrolera, impulsar medidas para mantener la continuidad de las actividades y realizar inventarios de los contratos, entre otras funciones.

A los pocos días de publicada la norma, la comisión pidió a los miembros de la junta directiva poner sus cargos a la orden, y ya algunas vicepresidencias están sujetas a los grupos de poder.

La Vicepresidencia de Finanzas fue entregada a Oswaldo Pérez Cuevas, quien es uno de los viceministros de Finanzas, de manera que Zerpa vuelve a tener el dominio de las cuentas. En la Vicepresidencia de Comercio está Antonio Pérez, quien es viceministro de Industrias, responde a El Aissami.

En la Vicepresidencia de Exploración ahora está Erwin Hernández que viene de ser gerente de empresas mixtas. Como vicepresidente de Refinación nombraron a Gabriel Oliveros, que también viene de ocupar cargos en proyectos de la estatal.

En medio de los cambios, el comité arrancó sus funciones con detenciones y en una semana han aprehendido a dos gerentes de operaciones especiales y operaciones de crudo, así como al jefe de la división de aceites y lubricantes.


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