Las hijas de Juan Bautista aseguran que la falta de atención médica en el hospital de Maturín apresuró la muerte de su padre quien estuvo una semana internado en este centro de salud tras sufrir un cuadro de septicemia.
Maturín. El pasado martes 28 de junio de 2022, la familia Malavé vivió en carne propia la crisis hospitalaria que persiste en Venezuela. Juan Bautista Malavé de 79 años de edad fue ingresado en el hospital de Maturín, Manuel Núñez Tovar ,(Humnt), al presentar una pierna gangrenada como consecuencia de la diabetes que padecía.
Sus hijas lo llevaron hasta este centro de salud para que recibiera la atención necesaria, sin embargo, esto nunca sucedió, pues, falleció el domingo 3 de julio sin contar con apoyo del personal de este principal centro asistencial, así lo denuncia su hija Romelia Malavé.
La familia quedó consternada tanto por muerte de su padre como por el hecho de constatar las condiciones del sistema de salud público en Monagas, y que en siete días de hospitalización la única respuesta que recibió fue de un médico residente que aseguró que le ordenaron olvidar el caso.
Yo dije que estaba en el infierno y me disculpas la expresión, pero fueron días muy difíciles en los que tuvimos que estar detrás de los médicos para que pudieran atender a mi papá. En el hospital no hay ni siquiera una silla de ruedas para bajar a los pacientes de los carros. Cuando llegamos no había camillas y tuvimos que acostar a mi papá en una mesa que está en trauma shock”, manifiesta Romelia Malavé.
Malavé sostiene que la poca atención que recibió su papá se resume a la colocación de una vía central y unas palabras de una médico residente que le indicó que su padre no sería atendido por ser un caso terminal.
“Yo no entendía porque no atendían a mi papá, pero tal parece que a los casos terminales no les prestan atención. La residente me dijo que cuando las personas estaban, así como mi papá ahí en el hospital lo daban como caso perdido, y nos explicó lo que teníamos que hacer para nosotros mismos atenderlo”, agregó Malavé.
Malavé cuenta que tuvo que viajar desde Caracas (lugar donde reside) tras recibir una llamada de su hermana en la que le alertaba que a su papá después de dos días de haber ingresado al hospital no le habían abierto historia médica.
La afectada sostiene que durante los días que estuvo acompañando a su padre vio como otros pacientes también solicitaban ayuda y no recibían respuestas del personal de salud.
Nosotros andábamos detrás de los médicos y nos decían que ya venían a hacerle la historia médica y no venían. Así como murió mi papá, murieron muchos. Ahí la gente muere de mengua porque todos se hacen los locos. ¿Cómo es posible que aquí en el hospital de Maturín la gente se muera de mengua y nadie haga nada?”, expresó Malavé.
Además, del sufrimiento propio de un duelo por el fallecimiento de su familiar, Romelia Malavé debe cargar con el propósito de denunciar lo que denomina: “Negligencia médica” dentro del hospital Central de Maturín. La ciudadana espera que sus denuncias puedan aportar para evitar que está situación siga sucediendo en el centro de salud.
Políticas regionales no arrojan resultados
El pasado 7 de enero el gobernador de Monagas, Ernesto Luna, instaló el Estado Mayor de Salud para la planificación de estrategias que permitirían mejorar el sistema de salud en la región. Seis meses han transcurrido y las denuncias sobre el hospital Central de Maturín continúan, así como también en otros centros asistenciales del estado.
Luna para ese momento reconoció que tenía un compromiso con el principal centro de salud de la ciudad para acondicionar sus áreas.
“En el Hospital Manuel Núñez Tovar tenemos un gran reto, aquí vamos a optimizar los servicios y acondicionar las áreas para que nuestro pueblo reciba la atención que se merece”, dijo el gobernador en reunión con las distintas autoridades del sector salud en la entidad.
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