Servicio de adicciones del Psiquiátrico de Lídice funciona con poco pero “con el mayor esfuerzo”

En la actualidad el Servicio de Adicciones Ilegales atiende solo a 15 pacientes en primera fase y en la segunda tienen a 17 pacientes, sin contar los familiares. Desde aproximadamente 2010 no es posible la hospitalización en este centro médico.

Caracas. Un salón con paredes y sillas blancas es donde los grupos de pacientes del Hospital Psiquiátrico de Caracas, en Lídice, reciben terapia referente al tema de adicciones. Este espacio está limpio y en buen estado. Sin embargo, no toda la edificación en la que actualmente funciona el servicio está en las mismas condiciones.

Los servicios de adicciones a sustancias ilegales y alcoholismo del psiquiátrico de Lídice fueron fusionados desde el 2018 y ahora se llama servicio de Adicciones Múltiples.

La dirección de Adicciones a Sustancias Ilegales está a cargo de Yajaira Brito, psicólogo clínico con especialización en adicciones, y quien goza del beneficio de la jubilación desde hace al menos 10 años.

Hospital Psiquiátrico de Lídice.| Foto: Gleybert Asencio

A pesar de que nos fusionaron a un servicio de adicciones múltiples seguimos funcionando con la misma estructura y los mismos criterios de antes de la fusión, añadió Brito, quien pese al retiro tiene 44 años trabajando dentro del Hospital Psiquiátrico de Lídice.

Deficiencias en el servicio

El edificio donde funciona el Servicio de Adicciones Múltiples es una estructura que tiene una planta baja y un primer piso. 80 % de este espacio está clausurado. La parte baja está completamente cerrada, allí nada funciona.

Las deficiencias en este servicio no son solo de estructura, también son de falta de personal. Parte de la escasez de este rubro se debe a la jubilación de los más antiguos y de otros que han renunciado por las condiciones laborales.

80 % del servicio de adicciones múltiples está clausurado.| Foto: Gleybert Asencio

Los sueldos de los trabajadores del Psiquiátrico de Lídice dependen del Ministerio de Salud. Estamos entre los peores pagados de la escala de sueldos y salarios del ministerio, dijo Brito y puso como ejemplo que una secretaria del Psiquiátrico cobra solo salario mínimo, que en la actualidad es de 130 bolívares, un poco más de 11 dólares, según la tasa oficial del Banco Central de Venezuela (BCV) del 2 de diciembre.

Según Brito, lo que más hace falta con respecto al tema de personal son psicólogos clínicos, trabajadores sociales, terapeutas ocupacionales y psiquiatras.

Desde hace al menos cuatro años en Lídice dejaron de recibir residentes de psiquiatría de la Universidad Central de Venezuela (UCV), por “temas burocráticos”. Y desde hace aproximadamente dos años reciben a alumnos de la Universidad de las Ciencias de la Salud Hugo Chávez, creada en 2014.

Las deficiencias en los servicios afectan en la calidad del tratamiento, a pesar de que nosotros estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo.

Servicios inhabilitados

El hospital psiquiátrico solía tener unos 10 servicios habilitados, de los cuales en la actualidad solo funcionan el servicio de adicciones múltiples, psicología, psicóticos y la Emergencia. Otros, como psicología infantil, adolescente y neuróticos no están disponibles.

Brito “ama” su trabajo, pero reconoció que el hospital no es ni la sombra de lo que fue hace 40 años, aunque agregó que la nueva directiva está haciendo una buena gestión en poner a funcionar el hospital como debe ser.

Sala común del espacio de hospitalización en Lídice.| Foto: Gleybert Asencio

El primer piso, donde funcionan los servicios de adicciones, era anteriormente una sala de hospitalización, que además tiene espacios comunes, salones de reuniones y baños. Ninguno de estos espacios funciona.

El área de hospitalización no tiene camas operativas, solo esqueletos de camas sin colchones. El área común tiene muebles, sillas y mesas arrumbadas. Los salones de reuniones no tienen luz eléctrica. Los baños están clausurados, no hay quien se ocupe de limpiarlos porque tampoco hay suficiente personal de limpieza.

En este lugar también atesoran libros de Psiquiatría. El espacio operativo es limitado por eso tienen los libros en una biblioteca ubicada en la misma sala donde hacen reuniones y almuerza el personal que trabaja en el servicio.

Están ahí disponibles para quien los necesite, agregó Brito.

En el espacio atesoran los libros de psiquiatría que aún conservan.| Foto: Gleybert Asencio

Las colaboraciones que tenemos sobre la limpieza muchas veces vienen por parte de los familiares de los pacientes. Quienes incluso colaboran con donaciones de insumos o cualquier cosa que haga falta. Nos han llegado a donar una nevera o decoración navideña.

Foto: Gleybert Asencio
Cantidad limitada de pacientes

En la actualidad el Servicio de Adicciones Ilegales atiende solo a 15 pacientes en primera fase y en la segunda fase tienen a 17 personas, esto sin contar los familiares, ya que por cada paciente debe asistir al menos un familiar.

Cada día pueden llegar entre dos y tres nuevos pacientes al Servicio de Adicciones Múltiples a través del triaje de la Emergencia.

“Queremos retomar la comunidad terapéutica y rehabilitar los espacios, pero no tenemos las condiciones para hacer todo eso”, explicó Arevalo Gil, coordinador del servicio.

“Para atender a más pacientes necesitamos personal especializado suficiente y espacios físicos adecuados para dar la atención de calidad”, dijo Brito

Foto: Gleybert Asencio
No hay hospitalización

El Servicio de Adicciones del Psiquiátrico de Lídice solo funciona de forma ambulatoria. No se hace hospitalización desde aproximadamente 2010.

Otra decisión gubernamental que limitó la operatividad de la comunidad terapéutica dentro del Psiquiátrico de Lídice fueron los cambios en la Oficina Nacional Antidrogas (ONA) y la creación del Sistema Público Nacional para la Atención y Tratamiento de las Adicciones (Spnta).

Esto reestructuró la atención de los centros del Estado y nos tocó, por esa y otras razones, quedarnos atendiendo solo tratamiento ambulatorio. Cuando es necesaria la hospitalización de un paciente nos toca referir porque lo que más está funcionando es la parte privada, o incluso a centros religiosos, dijo Brito.

Foto: Gleybert Asencio

En el Plan Nacional Antidrogas 2019-2025, el Estado venezolano aseguró que en el país existen 178 centros de tratamiento a las adicciones en los distintos niveles de atención. En los que hasta 2019 habían atendido 4468 pacientes.

En otros hospitales, como el Hospital Vargas, a pesar de que hay servicio de Psiquiatría, tampoco está disponible la hospitalización de este tipo de paciente.

Una de las opciones de hospitalización para este tipo de pacientes son las clínicas terapéuticas privadas pero con subsidio del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), una de esas es Tía Panchita, conocida por el caso del cantante Jesús “Chyno” Miranda.

Sobre este caso desde el psiquiátrico de Lídice han tomado una postura de solidaridad con Tía Panchita, centro de atención ubicado en la Alta Florida.

Captura de pantalla

Es una de las comunidades terapéuticas privadas, con más de 30 años dando un servicio de salud de calidad. En el servicio de adicciones múltiples recibimos a los egresados de Tía Panchita que cumplieron su tratamiento y nosotros continuamos con la fase de seguimiento, como lo contempla el Manual de Funcionamiento de la ONA, explicó Brito.

En la actualidad, el servicio de adicciones químicas de Lídice tiene 40 pacientes, este número incluye a los familiares, quienes también son parte del tratamiento para este tipo de enfermedades.

Esto sin contar los pacientes que están en grupos de espera, que son los que están llegando y están en las primeras fases, explicó Gil.

Foto: Gleybert Asencio
Tía Panchita

Tanto Gil como Brito dan fe del buen trabajo de los médicos y enfermeros de Tía Panchita detenidos a principios de noviembre de 2022 por el Ministerio Público, tras alegar que eran “falsos psiquiatras” que “se hacían pasar por auxiliares de enfermería sin tener los cursos o autorizaciones correspondientes”.

Los detenidos fueron Lionel Sotillo, Vittorio Domínguez, José Chacón y Danies Moreno.

Sin embargo, en el psiquiátrico de Lídice aseguran que tanto Domínguez y Sotillo son médicos psiquiatras, quienes incluso fueron estudiantes de posgrado ahí. Esta versión también es respaldada por el Colegio de Médicos del Distrito Metropolitano de Caracas.

Cuando detuvieron a los psiquiatras y enfermeros de Tía Panchita nos asustamos mucho, como cosa rara no se sabía a dónde los habían llevado. Luego de la primera impresión nos movilizamos al Colegio y la Federación a pedir por ellos, la Sociedad Venezolana de Psiquiatría y la Red de Sociedades Científicas también nos apoyaron, explicó Brito.

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