Durante 2021 hubo al menos cuatro roturas de cucharones con derrame de acero líquido. Los accidentes laborales en Sidor, sin embargo, no se reportan ante Inpsasel, organismo que tampoco abre una investigación.
Ciudad Guayana. El 29 de diciembre de 2021 se conoció sobre la rotura de un cucharón de la acería de palanquillas, con 150 toneladas métricas de acero líquido. El accidente ocurrió el 22 de diciembre y solo generó pérdidas materiales, como los otros tres que se conocieron durante el año.
Para los sidoristas es un “milagro” que solo hubo daños materiales y ningún herido ni fallecido en vista de las precarias condiciones en las que laboran. El peligro de una catástrofe mayor está latente ante un derrame de acero a tan elevada temperatura.
Carlos Ramírez, delegado de prevención y trabajador con 35 años de servicio en Acería de Palanquillas, contabiliza al menos cuatro accidentes en esta área de la siderúrgica.
La última rotura de un cucharón en la acería de palanquillas fue por falta de material refractario, no hay compra de material. En esta aparentemente el acero se fue por lo que llaman el tapón de válvulas de esos cucharones. Estos utilizan unos resortes para comprimirse y descomprimirse, y son de 1600 a 1800 psi (libras por pulgada cuadrada) de presión. Los que se están usando en Sidor son de 600 a 800 psi de presión. Son mil psi que no se usan, lo que provoca que se dañen y haya derrames”, advirtió Ramírez.
Los otros tres accidentes ocurrieron en el primer semestre de 2021. El 30 de mayo hubo un derrame de acero líquido por la perforación del horno cuchara número 15. Es allí donde se da el proceso de metalurgia secundaria para la fabricación de acero de alta calidad. Previamente, el 9 de mayo se produjo un derrame de acero por la filtración en el horno cuchara número 2. Semanas antes hubo un accidente similar.
Sin reportes
“Es jugar con la vida de la gente. Algunas grúas no están en condiciones porque no tienen aire acondicionado, y se trabaja con altas temperaturas. Es poner en riesgo la vida de las personas y los obligan a trabajar en esas condiciones infrahumanas”, denunció Ramírez.
En los mejores años de Sidor era impensable que ocurrieran este tipo de accidentes. Para ello hay un procedimiento estricto en cuanto a uniformes, equipos de seguridad y la preparación al trabajador para la prevención de estos.
Éramos en Sidor una referencia en el ámbito regional, nacional e internacional. Ahora somos el hazmerreír en esta materia. Se dieron el tupé de gastar más dólares en rumbas, de lo que gastaron en implementos de seguridad para los trabajadores”, cuestionó Ramírez.
Además de estos derrames de acero, con el incumplimiento de dotación de uniformes e implementos de seguridad, se incrementa el riesgo de accidentes en trabajadores. Los delegados de prevención no manejan una estadística. Primero porque a la mayoría no se les permite el acceso a la empresa por no ser del plan de contingencia y las denuncias constantes que hacen. En segundo lugar, porque los reportes ni siquiera llegan al Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laborales (Inpsasel). Este ente tampoco hace diligencias por abrir una investigación.
“Pedimos una inspección y en Inpsasel lo que nos dijeron fue que no porque Sidor es una empresa del Gobierno y no se podían meter con ellos”, denunció Ramírez.
Sin dotación
César Soto, delegado sindical de Sidor, destacó que los accidentes de los que han tenido conocimiento son porque se filtraron en planta.
“Desde 2010 no nos entregan implementos de seguridad como corresponde y reza la contratación colectiva: cinco camisas y tres pantalones cada seis meses. Las botas las entregan una vez que sufren desgastes. Los trabajadores de Sidor trabajan con reciclaje de mascarillas, los obligan a trabajar sin botas y el que se niegue a trabajar es sustituido”, señaló Soto.
Como en otras oportunidades, los delegados que también integran el movimiento Unidad en la Coincidencia exigen una investigación minuciosa para verificar cuántos accidentes hubo en Sidor.
Tenemos conocimiento de un trabajador aprisionado por una paleta de material. Cuando le fueron a decir que había que trasladarlo a un centro asistencial, se negó porque no quería que lo suspendieran ni perder el bono que les dan, ni la bolsa de comida. Lo que aplica Sidor es que las personas que están fuera del plan de contingencia no les dan ningún beneficio”, lamentó.
Se refirió, asimismo, a otro trabajador que en octubre de 2020 sufrió quemaduras y la empresa le brindó asistencia médica en su casa, pero nunca reportaron el accidente a Inpsasel.
Soto recordó el caso de Ernesto Carrillo, que falleció la mañana del 26 de enero de 2020 cuando realizaba labores de inspección en el área de preparación y moliendas en planta de pellas, y cayó al vacío.
“Hasta ahora, por no tener un listín de pago, no le han cancelado a la familia los años de servicio en la empresa. Hubo otro trabajador con aprisionamiento de pies en barra y alambrón porque no contaba con las botas de seguridad”, manifestó Soto.
Producción mínima
El cierre de producción que se conoce en Sidor tampoco es alentador. Ramírez menciona que 2021 cerró con una producción de 150.970 toneladas métricas de acero líquido en el área de palanquillas y 18.050 en planchones, para un total de 169.020 toneladas métricas. Esto equivale a 3,31 % de la capacidad instalada originalmente.
Ya en noviembre ambos delegados cuestionaron un comunicado de Sidor, en el que la empresa celebró un “récord de producción” de 25.000 toneladas de acero líquido. Según la siderúrgica, con ese valor acumularon poco más de 126.000 toneladas de acero líquido en producción, equivalente a 121.400 toneladas de palanquillas.
En un informe, Ramírez y Soto explicaron que Sidor tiene un capacidad operativa anual de 5.100.000 toneladas métricas (TM). La producción de 10 meses de 2021, y que celebró la empresa, representaba apenas 2,5 % de capacidad instalada.
Asimismo, desmintieron el comunicado de la siderúrgica al hablar de la recuperación de 13 plantas. Los delegados aclararon que solo una de ellas está medianamente operativa.
Jubilaciones forzadas
El movimiento Unidad en la Coincidencia también denunció que desde julio de 2021 hubo al menos 100 casos de jubilaciones forzadas a sidoristas. Estos no cumplen ni con la edad ni los años de servicio para tal procedimiento. La mayoría son sindicalistas y se trataría de una represalia por denunciar el estado de la siderúrgica.
La consecuencia es que los jubilados perciben mucho menos en su pago mensual que los trabajadores activos.
“Los compañeros salen jubilados con 35 bolívares de prestaciones y 7 bolívares de jubilación mensual”, denunció Ramírez. Afirmó que estas jubilaciones forzosas son un despido masivo encubierto bajo esta figura.
El abogado en material laboral, Edwin Sambrano, sostuvo que la jubilación forzosa es una violación del derecho al trabajo y las libertades sindicales.
“Cuando se produce una jubilación cuya remuneración se acompaña de otros elementos integrales, se produce un impacto de descenso en su calidad de vida. La situación de jubilación masiva es algo inexplicable desde el punto de vista económico y las leyes laborales”, señaló.
Sambrano considera que el Gobierno prefiere pagar una miseria en pensiones, mientras desarraiga al trabajador de la fuente de trabajo. Esto para actuar con un conjunto de tropelías hacia los activos, como se denuncia en el resto del país.
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