Expertos ven poco probable que el Gobierno recurra al BCV para financiar el incremento como años atrás, cuando generaba más inflación. El diputado Jesús Faría señala que el Estado “tiene capacidad financiera” para sostenerlo. Fedeunep espera que se discutan contratos colectivos y esta vez el salario sí esté anclado al petro para que no se devalúe.

Caracas. El anuncio del aumento del salario mínimo, tras casi un año fijado en siete bolívares por el Gobierno, sorprendió y preocupó al mismo tiempo a Anaisa Barrios, quien ha vivido más de la mitad de sus nueve años con pensión “sobreviviendo” con lo poco que percibe. “Eso ya ni siquiera sirve sacándolo del banco”.

Sorpresa porque, a pesar de las exigencias y las carencias que diariamente muestran en la calle y redes sociales, ya se había resignado a que las “pensiones de hambre” se mantendrían por más tiempo. Preocupación porque, sumado a si podría generar más inflación, teme que la fijación en medio petro se quede solo en el papel y se vaya devaluando junto con el bolívar.

Es un cambio importante, no es mucho lo que se puede comprar con 28 dólares, pero algo se hace y si más si lo comparas con los siete bolívares que se iban en menos de un día”, dice Anaisa.

En el centro de Caracas transeúntes y comerciantes coincidían en el temor a que -por experiencia de la historia económica del país- el anuncio produzca aumentos de precios de bienes y servicios, pese a que la mayoría ya se encuentran fijados en moneda extranjera o en el “petro”, como es el caso de los servicios que prestan entes del Estado.

Foto: Luis Morillo
¿Aumento con costos?

Durante años, tanto el gobierno de Hugo Chávez como el de Nicolás Maduro recurrieron al financiamiento del Banco Central de Venezuela (BCV) para cubrir los gastos del sector público, entre ellos el pago de una nómina que llegó a superar los seis millones de empleados públicos, todo ello a costa de una inflación que fue escalando hasta convertirse en hiperinflación en 2017.

El problema es que aquí siempre que se aumenta salario, aumenta todo lo demás. ¿Qué hago yo con 126 bolívares si al mes siguiente solo voy a poder comprar la mitad de lo poco que compro ahorita”, cuestionaba Álvaro Guédez al salir de retirar dinero en efectivo en un banco de la avenida Urdaneta.

El economista y jefe de Operaciones de la firma Econométrica, Alejandro Castro, considera que recurrir nuevamente al BCV para que emita dinero que cubra el salario anunciado “implicaría un retroceso en los avances que se han hecho” de estabilización del tipo de cambio y desaceleración de la inflación.

Sin embargo, Castro considera que tal opción es de baja probabilidad de ocurrencia dada la disciplina monetaria y fiscal del Gobierno en los últimos años. Contrario a lo que dicen voceros oficiales, al menos desde 2018 es notoria la reducción del gasto no solo en términos de salarios, sino de programas y políticas sociales.

Foto: Luis Morillo

La Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi) revela que en la primera mitad de 2021 los hogares que viven en pobreza extrema recibieron, en promedio, 55 dólares si se suman los bonos del sistema Patria y el subsidio a la caja Clap (17 % menos que el año anterior). Además, solo dos de cada 10 hogares declara recibir la caja de forma mensual y los investigadores atribuyen la reducción a las dificultades fiscales del Gobierno.

“El incremento hay que ponerlo en contexto”

Pese al efecto que podrá tener el aumento salarial en las pensiones (1704 %), en la Administración Pública el incremento fue celebrado a medias junto con el anuncio de “salarizar (sic)” los bonos que actualmente perciben por el sistema Patria para que así tengan incidencia en prestaciones sociales, primas, vacaciones, utilidades, entre otros.

Antonio Suárez, presidente de la Federación Unitaria de Empleados Públicos (Fedeunep), explicó a Crónica.Uno que para determinar el alcance real del incremento se debe tomar en cuenta el monto que sumaba el salario base con los bonos y primas que ya recibían los trabajadores.

A modo de ejemplo, Suárez señala que un funcionario TSU nivel 2 puede percibir actualmente alrededor de 130 bolívares (poco más de $28) si se suman todos esos factores, incluyendo el bono de alimentación. Con el aumento anunciado el 3 de marzo, ese mismo trabajador pasaría a ganar -hipotéticamente- cerca de 300 bolívares (unos $66) y el incremento sería menor: 130 %.

El líder sindical, además, reitera que siguen estando pendientes factores como la necesidad de que el salario compense -o al menos cubra- los gastos de alimentación y salud de los trabajadores y se revaloricen los fondos de salud y seguros HCM.Hay que revisar los contratos colectivos y ver si las tablas se irán moviendo con el valor del petro.

empleados públicos

¿Hay capacidad para sostener en el tiempo el incremento?

El presidente de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional (AN), diputado Jesús Faría, alabó la decisión del Gobierno de aumentar el salario mínimo a medio petro y destacó que el Estado tiene “la capacidad financiera” para afrontar la decisión que, dijo, está “sustentada en la realidad”.

Faría dijo a Crónica.Uno que el reciente aumento salarial “no va a ser el único, vienen más” gracias a “mejores condiciones de capacidad financiera” propiciadas por un aumento en la producción petrolera (que ahora se suma al incremento del precio del barril) junto con una mayor recaudación tributaria.

Seniat

De acuerdo con la Ley de Presupuesto presentada en diciembre de 2021, este año el Gobierno prevé que al menos 20 % de sus ingresos sean por impuestos, principalmente el IVA y el impuesto a Grandes Transacciones Financieras que ahora pechará las operaciones en divisas. Econométrica proyecta que en febrero la recaudación fiscal aumentó más de 50 % respecto a 2021.

Henkel García, director de Econométrica, señala que en 2021 la recaudación total estuvo alrededor de los 2500 millones de dólares y asegura que, para poder financiar “de manera sana” el aumento, se debe recaudar más y lo ve posible dada la estabilidad del dólar. Al tercer trimestre de 2021, según proyecciones de la consultora EMFI, los ingresos petroleros se ubicaron en $8123 millones, 55 % más que en 2020.


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