En el Día del Trabajador, el sector público se manifiesta de este a oeste en Caracas. La pérdida de los beneficios contractuales y la disminución progresiva del salario real son las principales denuncias de las federaciones. Por otro lado, los sindicatos exigen mejoría en los servicios públicos.
Caracas. El 1° de mayo se celebra el Día del Trabajador en la mayoría de los países del mundo, incluyendo Venezuela. La conmemoración de los obreros mártires de las huelgas que lograron limitar las jornadas laborales a 8 horas de trabajo al final del siglo XIX, es inspiración para que en cada país los trabajadores exijan condiciones humanas de trabajo.
Este domingo, en Caracas se realizan tres marchas. Como es tradición, el movimiento adscrito al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) se enfila en la urbanización Mariperez y camina hacia las oficinas ministeriales. Paralelamente, los trabajadores de los sectores de educación y salud, así como pensionados, se concentran en Chacaíto y marchan hacia la Plaza Venezuela. Por otro lado, la Coalición Sindical Nacional protesta en El Paraíso frente a la iglesia de Coromoto hacia la avenida San Martín.
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— Min. Proceso Social de Trabajo (@MinTrabajoVE) May 1, 2022
Las razones por las que marchan son distintas. El pasado 3 de marzo el mandatario Nicolás Maduro aumentó el salario mínimo de 7 a 126 bolívares, equivalente ahora a 28 dólares. Este incremento de 1700 % es celebrado por los obreros oficialistas, aunque con este sueldo sea imposible cubrir la canasta básica familiar, que en febrero se ubicó en 324,37 dólares, según el Centro de Documentación y Análisis de los Trabajadores (Cenda). Además, la Coalición exige la normalización de los servicios públicos.
Maestros luchan escuela por escuela por sus reivindicaciones laborales
Después de 30 años de luchas sindicales, Edgar Machado, presidente del Sindicato Venezolano de Maestros (Sinvema), sigue recorriendo las escuelas de Distrito Capital. Todos los jueves se monta en una camioneta, con una carpeta que contiene al menos cuatro archivos, uno para cada plantel que visita ese día. Cada vez entrega una fotocopia al representante del plantel con los alcances y las denuncias del sindicato; y las explica con la paciencia que caracteriza al docente. Recoge las exigencias del personal de la institución y nunca pasa de hacerles una petición: que se sumen a la lucha reivindicativa.
La precarización salarial es la primera de las denuncias del sector de trabajadores independiente al Gobierno. De acuerdo con la Constitución, el salario debería ser suficiente para costear su bienestar y el de sus familiares.
Artículo 91. Todo trabajador o trabajadora tiene derecho a un salario suficiente que le permita vivir con dignidad y cubrir para sí y su familia las necesidades básicas materiales, sociales e intelectuales.
Adicionalmente, los trabajadores públicos tienen derecho a un seguro por hospitalización, cirugía y maternidad (HCM). Pero la póliza que otorga el ministerio, de 2 bolívares (44 centavos de dólar), no puede costear la atención médica. Los docentes tampoco pueden cubrir los servicios funerarios de ellos o sus familiares.
Pero la dirigencia de Sinvema ha conseguido este beneficio recientemente por la vía de la alianza con la Federación de Trabajadores de la Salud (Fetrasalud) y del sindicato del seguro social. Ahora los maestros tienen un cupo anual de 300 dólares en HCM por cada familiar y 600 dólares en servicios funerarios.
También consiguieron donativos en medicamentos para que pueda retirar cualquier trabajador del sector educativo en la torre Polar de Plaza Venezuela. “Eso sí”, advierte, “en el caso que necesite de tratamiento médico constante le solicitamos que se registre en el sindicato”, por 1 bolívar.
No contar los pollos antes de nacer
Aunque los maestros buscan vías alternativas para lograr su bienestar, no cesan de exigir ante el Ministerio de Educación. Nueve organizaciones magisteriales y ocho de personal obrero y administrativo de la educación se sientan en la mesa del Ejecutivo para negociar su contratación colectiva. La última está vencida desde marzo.
Para ajustar los nuevos tabuladores según los cuáles se calculan los salarios que corresponden a cada docente por sus años de servicio y nivel de estudio, los docentes usan como referencia el salario mínimo. Debido al aumento de marzo, dos representantes de sindicatos chavistas han descartado ante los medios venezolanos que haya otro incremento.
En cambio, Sinvema busca adelantarse a las sorpresas del Ejecutivo y por eso Machado ha preferido no comunicar su expectativa salarial, ni a la prensa ni a los docentes a los que ha visitado. Para él, la respuesta del gabinete de Yelitze Santaella es un asunto de causa y consecuencia.
Si el Ministerio de Educación no logra que podamos cubrir las necesidades como dice el artículo 91 de la Constitución, que sirva para el sostén de nuestros familiares, se van a seguir desapareciendo los docentes para otras actividades económicas y las escuelas se van a quedar solas. No creo que al ministerio le convenga eso en este momento”, concluye.
La última reunión con la OIT y el “acomode de las élites”
Del 25 al 28 de abril se llevó a cabo el primer foro de diálogo social entre el Estado, empleadores y trabajadores de Venezuela, asistido por una misión técnica de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El encuentro fue valorado por la sociedad civil como un cambio al clima de hostilidad para quienes disienten del Gobierno.
Los trabajadores estuvieron representados por seis centrales sindicales: la Unión Nacional de Trabajadores (Unete), Confederación de Sindicatos Autónomos de Venezuela (Codesa), Confederación General del Trabajo (CGT), la Central Socialista, Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) y la Central ASI.
Sin embargo, Calos Salazar, movilizador de la Coalición Sindical Nacional, calificó este encuentro como un “acomode de élites centrales” en la que fueron excluidos los sindicalistas acreditados Rubén González y José Patines.
La Coalición mantiene su exigencia de hace tres años: salario mínimo ajustado a 500 dólares, que no se devalúen con la moneda nacional. Sus aliados de Fetrasalud buscan un salario entre 300 y 1500 dólares de acuerdo a la profesión. Salazar aclaró a Crónica.Uno que esta vez su protesta también contempla la exigencia por la provisión de servicios públicos. Para él, no puede haber una normalización por un incremento salarial si dentro y fuera de la jornada laboral, las familias no cuentan con servicio de agua, electricidad y gas, entre otros.
La única normalización es que montaron bodegones, abrieron casinos y trajeron ferraris, mientras que los trabajadores no tienen bienestar”, declaró.
La marcha de este sector, desde la iglesia de La Coromoto hasta la avenida San Martín, involucra a las federaciones de trabajadores universitarios, enfermeros, médicos, trabajadores tribunalicios, jubilados, trabajadores de los mercados y las centrales sindicales Codesa y Unete.
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