La maracayera de casi 62 años de edad recibió recientemente la aprobación de la Kukkiwon que la acredita como la única en el país con el rango de octavo dan. La deportista se mantiene activa tras 46 años de carrera y asegura que va por más.

Caracas. La taekwondista María Nelly Chacín se convirtió recientemente en el primer atleta venezolano –masculino o femenino– que recibe el grado de Grand Master u octavo dan en el arte marcial de origen surcoreano.

Chacín, una maracayera de casi 62 años de edad, optó por el título hace unos meses en el Campeonato Mundial de Poomsae en Goyang, Corea del Sur, donde también participó como jueza. Hace pocos días, la Kukkiwon –el organismo que regula el taekwondo en el ámbito internacional– oficializó la aprobación que acredita a la deportista como la única autorizada para examinar a los aspirantes al rango de cinturón negro en el país.

El taekwondo tiene esencialmente dos modalidades: la de combate (Kyorugi) y la de formas (Poomsae). En esta última rama, los atletas exhiben diferentes técnicas delante de un jurado evaluador, que toma en cuenta varios aspectos de cada rutina como los desplazamientos, las posiciones e incluso la respiración para alcanzar un veredicto y otorgar una puntuación.

Chacín explica que la primera etapa del examen consistió en una tesis donde escogió un tema de tres posibles. Ese trabajo debía contar con el aval de un maestro del noveno dan –el grado máximo en el taekwondo antes del honorífico– y tras la evaluación de la Kukkiwon se incluye en la segunda etapa al taekwondista.

Según la aragüeña, la parte final de la prueba en Corea del Sur duró unas cuatro horas y constató el aspecto físico y la técnica ante dos evaluadores del ente regulador. Solo 12 maestros presentaron el test para optar al octavo y noveno dan en la primera promoción de extranjeros.

No se puede describir. El estar allá en ese majestuoso lugar y con tan pocos compañeros. La verdad parecía un sueño”, describió la venezolana el momento cuando recibió la aprobación de los jueces.

Una vida dedicada al taekwondo

Chacín suma más de 46 años de carrera en el deporte al que llegó por la invitación de su amiga Roraima Solórzano.

“Luego me fui a la universidad en Valencia y me interesó el taekwondo por sus patadas. Me ha mantenido enamorada su disciplina”, recuerda la GM, quien enumera una gran cantidad de razones para mantener ese “idilio” en el tatami, como se conoce al espacio donde se practica el arte marcial.

Cortesía María Nelly Chacín

“El taekwondo es un arte marcial y deporte olímpico y su lema es mente sana y cuerpo sano. A un practicante de taekwondo se le enseña a fortalecer su mente y su espíritu. Somos una gran familia donde el apoyo y el respeto prevalecen”.

Los beneficios que trae su práctica son muchísimos: educación, aprendizaje de técnicas de defensas y ataque, cortesía, integridad, perseverancia, autocontrol y el desarrollo de un espíritu indomable”, agregó.

Además de obtener recientemente el grado de octavo dan, Chacín es miembro del Salón de la Fama del Taekwondo desde 2017 y es una de las jueces más destacadas en la escena internacional, donde ha obtenido varias distinciones.

En paralelo con su carrera como atleta y árbitra, la criolla también se desempeña como maestra de la disciplina, una faceta que le exige estar “actualizada y entrenada” y asegura disfrutar porque “es muy satisfactorio ver crecer a los discípulos”.

Chacín mantiene su academia de taekwondo en Maracay desde 1980. Allí dirige a un equipo que imparte clases a más de 100 alumnos y se las ingenia para organizar su apretada agenda.

Este fin de semana, por ejemplo, se encuentra en Las Vegas en el Campeonato de Taekwondo de la Amateur Athletic Union en los Estados Unidos. Lo que es seguro, según apunta, es que entre tantos compromisos sacará el tiempo necesario para optar por el noveno dan, el próximo reto de su destacada trayectoria.

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