Unos 300 trabajadores se encuentran a la deriva, pues la empresa alega no contar con materia prima para la producción de jugos y bebidas lácteas. Inlaca tenía 19 líneas productivas en 2014; en enero de 2018, cuando paralizó funciones, solo permanecían activas 15 y en la actualidad apenas operaban cuatro líneas de producción hasta el cese definitivo.
Valencia. Al menos 300 trabajadores de la Industria Lácteos Carabobo (Inlaca) temen que la paralización de la empresa sea un despido indirecto, pues aseguran que la institución cesó funciones sin previo aviso.
Raimer Paz, vocero principal del Sindicato de Inlaca, aseguró que desde noviembre de 2020 se están presentando diferentes irregularidades en la planta. Una de ellas fue que enviaron a 100 trabajadores a su casa, y solo les cancelaban 97.000 bolívares de bono alimenticio.
Durante la tercera semana de enero de 2021, la empresa cerró sus puertas sin previo aviso, dejando a 200 trabajadores a la deriva. Temen que la acción sea una sentencia de despido.
De acuerdo con el relato de Paz, Inlaca ha disminuido su producción desde 2019: de 19 líneas productivas, solo permanecieron hasta este 2021 cuatro líneas de producción de forma rotativa.
Asimismo, indicó que el alegato de la empresa para detener la producción es que no cuentan con materia prima y tampoco con insumos para el envasado de jugos y bebidas lácteas.
Este cierre atenta contra la soberanía alimentaria, porque los productos que se producen en Inlaca son de primera necesidad. Deben estar en la mesa de los venezolanos”, dijo el líder sindical.
Paz aseguró que ya introdujeron ante la Inspectoría del Trabajo la denuncia del cierre de Inlaca sin previo aviso, además hizo un llamado a los diputados de la Asamblea Nacional electos en diciembre, para que investiguen las causas del cierre de la empresa y que les garanticen sus derechos laborales.
Insistió en que van a continuar con acciones de protesta hasta lograr el objetivo, que es la reactivación de la planta que lleva 72 años produciendo bebidas lácteas y jugos. También piden la restitución de los puestos de trabajo de los 100 trabajadores que fueron suspendidos durante noviembre de 2020.
Esta no es la primera vez que se paraliza Inlaca. El 29 de enero de 2018, la empresa también paralizó 15 de las 19 líneas de producción. En aquella oportunidad los trabajadores afectados eran 600 y el cese de operaciones ocurrió por idéntica situación a la que viven en la actualidad: falta de materia prima y material para el envasado de los productos.